La recesión inducida por el virus ha provocado profundas cicatrices económicas que se verán durante años. Decenas de millones de estadounidenses siguen desempleados , sin dinero y hambrientos. Las quiebras estadounidenses de grandes empresas están en camino de alcanzar un máximo de 10 años, con una devastación aún mayor entre las empresas más pequeñas.
El colapso de las pequeñas empresas es absolutamente impactante, considerando que las empresas con menos de 500 empleados representan aproximadamente el 44% de la actividad económica de EE. UU.
Bloomberg señala que «una ola de quiebras silenciosas no se contabiliza en parte porque los datos en tiempo real sobre las pequeñas empresas son notoriamente escasos y porque los propietarios de pequeñas empresas a menudo no tienen deudas y, por lo tanto, no necesitan un tribunal de quiebras».
«Probablemente todo lo que necesita hacer es llamar a los servicios públicos y decirles que los apaguen y cierren la puerta», dijo William Dunkelberg, economista jefe de la Federación Nacional de Empresas Independientes.
Dunkelberg advirtió: Los cierres de pequeñas empresas «van a estar muy por encima de lo normal porque estamos en una situación económica desastrosa».
Los últimos datos de Yelp sobre la actividad empresarial muestran que más de 80.000 empresas cerraron sus operaciones de forma permanente desde el 1 de marzo hasta el 25 de julio. Lo preocupante es que 60.000 de estos cierres fueron pequeñas empresas.
Recientemente, señalamos que pequeños restaurantes de todo el país han puesto sus restaurantes a la venta en Facebook Marketplace . La cantidad de listados es impresionante, una clara indicación de que el ciclo de quiebras está lejos de terminar. Se podría ver otra ronda de cierres a finales de este año, o en el próximo, a medida que la recuperación se revierta y se materialicen los temores de una recesión doble.
Un informe de julio de la encuesta de la Cámara de Comercio de EE. UU. Mostró que el 58% de los propietarios de pequeñas empresas están preocupados por el cierre permanente. El problema hoy es que la recuperación económica se estancó en junio y ha comenzado a revertirse, un acantilado fiscal se ha estado pudriendo debajo de la superficie en agosto, lo que podría resultar en un menor consumo entre decenas de millones de estadounidenses que presionaría las ventas de las empresas.
Una combinación de empresas en quiebra y niveles de desempleo deprimentes tiene enormes efectos secundarios en la economía impulsada por el consumidor, en su mayoría dominada.
Las órdenes del presidente Trump de proporcionar más transferencias directas de pagos a los estadounidenses en quiebra tienen consecuencias tremendas; en primer lugar, una cuarta parte de todos los ingresos estadounidenses se deriva del gobierno y, en segundo lugar, esta transferencia de riqueza crea un crecimiento artificial insostenible.
A fines de julio, describimos cómo una disminución o el final de las caídas de helicópteros a través de los controles de estímulo del presidente Trump tendrán impactos fiscales más significativos en las ciudades pequeñas con un nivel de vida más bajo que las grandes áreas metropolitanas.
Con las pequeñas empresas quebradas a velocidades vertiginosas y una cuarta parte de todos los ingresos estadounidenses derivados del gobierno, uno se pregunta si todo esto fue planeado …
TOMADO DE ZERO HEDGE
