Por: Andrea Durán Aguilera
La sorpresa se ha producido a raíz de la llegada del covid-19, que ha motivado la implantación del teletrabajo al 100% de la plantilla en todos aquellos casos donde se puede llevar a cabo. De golpe, las empresas se han dado cuenta de que siguen funcionando a pleno rendimiento con la posibilidad de reducir gastos fijos de forma drástica, lo que hace visible un posible nuevo escenario al que a corto o medio plazo vamos a tener que adaptarnos de forma definitiva.
Parece que tendremos que empezar a despedirnos de las relaciones sociales en el trabajo, al menos mediante contacto directo, algo que, pecando de romántica, me entristece. Es evidente que tenemos que adaptarnos a la nueva era, pero esos cinco minutos de desconexión con tus compañeros o ese café en grupo salvador sobre las cinco de la tarde es algo que nunca se debería perder, por el bien de todos.