La crudeza de las desigualdades reveladas por la pandemia

El coronavirus revela con crudeza las desigualdades y agrava más la situación de miles de familias en El Salvador.

“El encierro nos está dejando sin trabajo y sin alimentos”: Doña Francisca vive en el cantón Laguna Seca, municipio de Chalchuapa, departamento de Santa Ana. Ella nos relata que debido al encierro obligatorio como una medida del Gobierno para reducir la infección del COVID-19,  no ha podido trabajar. Francisca se dedica a la labor doméstica y señala que está preocupada porque el dinero se les está agotando.

“Yo me siento mal porque esta cuarentena nos ha afectado mucho y esto nos está llevando a una gran crisis. Sin alimentos y sin empleo. Dígame, ¿cómo hago yo para sostener a mi familia por más tiempo?”, preguntó.

Doña Francisca manifiesta que han cumplido con las medidas del Ejecutivo de permanecer en cuarentena. Sin embargo cada mañana se levanta preocupada, pues el dinero cada vez es menos y no sabe cómo hará para abastecerse de alimentos.

Asegura que el poco dinero que tiene lo utiliza para alimentos y para comprar internet.  Este último (Internet) afirma que no es por lujo, si no como una necesidad, pues sus dos hijas deben hacer las tareas por WhatsApp o correo electrónico y enviarlas a los maestros para estar al día con sus clases.

“Tengo dos cipotas que les mandan por internet las guías y tareas. Eso es tremendo pues me está costando mucho. A veces tiene uno y a veces no, y es de tener ese dinero para que ellas sigan estudiando y enviando sus tareas”, explicó la señora.

Doña Francisca dice que ella no es la única que está pasando por esta situación, incluso sus vecinos en el municipio de Laguna Seca, sacan una banderilla blanca afuera de sus casas cuando ya no tienen comida y se auxilian de la buena voluntad de otros.

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