En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, a celebrarse el próximo domingo, una marcha de mujeres salió desde el redondel Masferrer con dirección a la Plaza Salvador del Mundo, para exponer diversas exigencias al Estado salvadoreño.
Las mujeres pertenecientes a diversas colectivas feministas, dijeron que luchan por los derechos de la mujer salvadoreña y piden el no retroceso del cumplimientos de sus derechos.
«No más silencio, no más violencia» es una de las consignas que resuenan en la movilización convocada por la Resistencia Feminista.
Tener autonomía económica, acceso a la educación, a la salud y al trabajo en igualdad de condiciones; una vida libre de violencia y mayor participación política, son algunos de los grandes pendientes que muchos países del mundo tienen para brindar a las mujeres sociedades con mayor equidad, y El Salvador no es la excepción, según las mujeres que marcharon.
Expusieron la desigualdad que hay en el mercado laboral de El Salvador, ya que la mujer gana menos que el hombre en situaciones laborales igualitarias.
Las mujeres feministas, desde sus diversas propuestas, agendas e intereses luchan por cambiar el orden simbólico de la cultura dominante, también buscan hacer valer sus derechos, como mujeres jóvenes, adultas mayores, mujeres con discapacidad, indígenas, sindicalistas, entre otras.
Asimismo, también exigen que sus demandas sean retomadas por los diferentes órganos del Estado, al Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
«Sabemos que el sistema en el que nos encontramos oprime y explota doblemente a las mujeres, poniéndolas en un lugar de vulnerabilidad política, económica y social, así como también entendemos que las causas de estas desigualdades e injusticias que sufrimos diariamente son producto de una cultura patriarcal enmarcada en este sistema capitalista», manifestó una de las organizadoras de la marcha.
Por otro lado, a la concentración de mujeres de este viernes, también se unieron las trabajadoras sexuales, quienes dijeron sentirse «sumamente vulneradas e invisibilizadas» dentro de las políticas públicas, ya que no se reconoce el trabajo sexual como trabajo.
«Al igual que aquellas mujeres, nosotras seguiremos luchando por el reconocimiento del trabajo sexual autónomo y se nos reconozca como sujetas de derecho», manifestaron.
