Cuba, la tenacidad cotidiana

(Por: Raimundo López)

La población cubana enfrenta hoy una nueva escalada del bloqueo de Estados Unidos con una resistencia exitosa en defensa de la libertad de la nación y su sistema de justicia social, y una tenacidad que recuerda la férrea voluntad de los habitantes de la antigua ciudad griega de Esparta.

La administración de Donald Trump superó la agresividad contra Cuba de los peores tiempos de la Guerra Fría y ha ido anulando con una calculada frialdad los progresos en la normalización de los vínculos bilaterales alcanzados durante la gestión del ex presidente Barack Obama.

Como parte del cerco económico desató desde abril pasado una despiadada cacería contra los barcos de otros países que atracan en Cuba, a los que prohíbe entrar a puertos estadounidenses aplicándoles la ley Helms-Burton, repudiada por la mayoría de países del planeta.

Las sanciones y amenazas contra las empresas que operan estos buques han afectado los suministros de combustibles a Cuba, especialmente de diésel, el más empleado en la economía, el transporte de la población y en el abastecimiento de los productos de primera necesidad.

El impacto de esta guerra económica condujo a las autoridades de la isla a adoptar medidas coyunturales para derrotar este nuevo intento del gobierno de Trump de paralizar la economía cubana.

La situación fue explicada detalladamente por el presidente Miguel Díaz-Canel, en la televisión y recorridos por toda la geografía nacional.

Se empeñan -dijo- en tratar de impedir la llegada de combustibles a Cuba. Además, la aplicación de medidas unilaterales ha limitado los contratos con navieras que suministraban recursos al país y hay entidades que se han retirado.

El mandatario explicó que las decisiones tomadas permiten impedir la paralización de la economía y mantener la vitalidad de los servicios de educación, salud, electricidad, suministros de alimentos y otros indispensables para el bienestar de la población.

El impacto más visible de esta escalada de Trump es la reducción del transporte público y las guaguas (buses) han alargado los tiempos entre una y otra y son mayores las aglomeraciones de pasajeros en las paradas, sobre todo en los horarios picos.

Ayudan a enfrentar estas dificultades los vehículos de uso oficial, estatal y del transporte de empleados de las empresas estatales, cuyos conductores tienen instrucciones de cargar pasajeros durante sus desplazamientos.

Las decisiones del gobierno han logrado además garantizar el servicio eléctrico y evitar de esa manera los apagones, además de mantener estable los suministros de la canasta familiar.

El presidente Díaz-Canel llamó a resistir la nueva escalada de agresiones de Estados Unidos y seguir adelante en el progreso y desarrollo de Cuba. “La historia ha demostrado que sí se pudo, que sí se puede y que sí se podrá”, afirmó.

“Hay que trabajar distinto, porque los tiempos son distintos y lo que no cambian son los principios. Lo que no cambia es la voluntad de resistir creando, el espíritu de los cubanos”, agregó.

La reacción popular es de respaldo a la decisión de defender la independencia nacional y los cubanos han retomado una emblemática frase de uno de los comandantes históricos de la Revolución, Juan Almeida: “Aquí no se rinde nadie”.

Organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles y comunitarias han intensificado los actos de reafirmación revolucionaria para ratificar su condena a la política anticubana de Estados Unidos y su firme respaldo al proceso socialista.

“De esta situación hemos salido fortalecidos, hemos salido victoriosos”, afirmó el presidente Díaz-Canel.

Es el resultado de la tenaz voluntad de resistir y vencer el más largo asedio contra un país en la historia humana, de ya casi 60 años.

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