Estrategia y táctica contra la inseguridad

(Por: Walter Raudales)


Hay dos palabras que van siempre juntas y que separadas no tienen sentido: son la palabra ESTRATEGIA y el vocablo TÁCTICA. No puede haber una estrategia sin táctica y no puede haber táctica sin estrategia. La táctica se desarrolla a través de un plan y la estrategia se aplica a través de una o varias tácticas.

El Presidente de la República ha presentado recientemente un Plan, (parte de una táctica) y dijo que la estrategia es confidencial, por eso no la puede compartir, y es lógico, no hay por qué no creerle, pues al presentar el Plan nos ha dejado ver la táctica en la lucha contra la inseguridad. En ese sentido es de aplaudir que por lo menos hay un Plan.

Sin embargo, hay que ser objetivos y no perder la perspectiva de la realidad, con la inseguridad nos estamos enfrentando a un fenómeno con alta incidencia de las pandillas y éstas MUTARON. La palabra mutar significando que vas cambiando y evolucionando a un estadio superior. Las pandillas mutaron de pedir la moneda de “cora”, pedir la renta, a ser parte verdaderas estructuras delictivas y del crimen organizado. Disputan territorios, se mueven de uno a otro según sea el peligro, si les toman un territorio cambian a otro, ya casi parecen un ejército irregular.

En este Plan que han presentado el Presidente Nayib Bukele y las autoridades de seguridad, contra la inseguridad, hace falta algo que yo no he escuchado: es tomar en cuenta a la COMUNIDAD. Tú no puedes ejecutar un Plan de seguridad si no tomas en cuenta a la comunidad, porque es ésta la que da apoyo a la tropa, a la policía, a los agentes, es importante que la comunidad se soporte en ellos. Si sólo llegan y se retiran esto volverá a ser el juego del gato y el ratón

Este Plan de seguridad, de lo que he escuchado, va en la lógica de la represión, pero el combate a la delincuencia tiene que ser integral: debe tener prevención, represión y re-inserción. Esperamos que así sea. Le deseamos suerte a las autoridades de seguridad y la comunidad debe saber que hay ahí una nueva oportunidad.

Evidentemente no se va a cambiar de la noche a la mañana esta terrible inseguridad, pero tenemos ahí una oportunidad. Ojalá se logre entender y haya trabajo de investigación y de inteligencia que parta del hecho que las pandillas ya no son los que piden la “cora”, ahora son estructuras delincuenciales que tienen armas, comunicación, movilidad, es casi prácticamente como una guerra y que bueno que se le puso atención a este tema.

La inseguridad es como una gran enredadera que nos tiene atrapados a todos. Todos somos víctimas y todos somos responsables de dar nuestro aporte a la solución.

Democracias internas de los partidos.

En las democracias internas de los partidos políticos se corre el riesgo que los partidos se pierdan en su propio laberinto.
Las democracias llevan implícito el ESCUCHAR, DEJARLES PARTICIPAR, DARLES LA PALABRA a las bases, a tus miembros, a tu militancia y eso tiene múltiples implicaciones.

Cuando haces verdadera democracia escuchas, das la palabra y cuando el conglomerado es muy grande genera diferente tipo de dificultades y conflictos con las que hay que aprender a cargar. Porque nadie es borrego, todos tienen su propio pensamiento. Si fuera dictadura y el pensamiento fuera monolítico no se generarían problemas. Cuando los partidos se abren a la democracia interna tienen que tener unos principios y una ética tan bien fundamentada para que el laberinto de esa democracia no les afecte y no los resquebraje.

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