Hablando de inversión en desarrollo económico

(Por: Róger Hernán Gutiérrez *)

Róger Hernán Gutiérrez
Sindicalista salvadoreño

Realmente desde la visión de la clase trabajadora uno se pregunta si todo esto del impulso al desarrollo económico es algo real o simplemente una demagogia más, en tanto que se ha hablado mucho desde tiempos de Cristiani, con el denominado rebalse, se decía que había que esperar que con la globalización económica, la apertura de mercado, las privatizaciones de los activos del Estado como la vivienda, la comercialización de granos básicos, la banca, la distribución de energía, las telecomunicaciones, los fondos de pensión y otras vainas, iban a llevarnos al desarrollo económico.

Y no fue así, la clase que acumula la riqueza es la única que se ve beneficiada de todas estas medidas económicas, y son quienes ayudados por la acción mediática se van nutriendo del supuesto desarrollo económico, que en la práctica sólo ha sido sesgado, sectario y en favor de la clase que posee los medios de producción, la diferencia de otras épocas es que el gobierno fue cooptado por esos intereses y utilizado para todos sus fines, lo que se denominó mercantilismo.

Luego se continuaron profundizando brechas económicas, que han alejado demasiado a una clase trabajadora de la otra—se habla hasta la saciedad del asunto del producto interno bruto, que no crece o no lo hace lo suficiente para poder sostener los empleos actuales, crear nuevos empleos y absorber la mano de obra que año con año va forzando al mercado de trabajo. Las famosas ferias del empleo no son más que publicidad gratuita, usando el aparato del Estado para determinados puestos de trabajo—que nunca por más que se apoyen este tipo de actividades son suficiente para absorber mano de obra desempleada.

Lo que se destaca de todo esto, es que el capital si evoluciona hacia formas diferentes de acumulación, en una versatilidad de adaptación hacia formas económicas que lleven a determinados sectores económicos a ganar en estos procesos económicos que supuestamente traerían enormes beneficios a la sociedad y al país.

Las frases para justificar esta situación ahora y pretender regresar a ese panorama económico que no rindió los frutos prometidos a la gente, pero que si trajo marcados favorecimientos económicos a una élite empresarial que domina los asuntos en el país, se ve en una disputa electoral, y se sigue acusando que la gente ha caído en una inercia producto de las inseguridades diversas que lo hacen un sujeto que no comparte todas las iniciativas y proyectos que se tratan de poner en práctica.

Lo que nos dice todo esto es que el asunto es que hay que insuflar de una dinámica verdaderamente constructiva, emprendiendo las remodelaciones y los reordenamientos necesarios para volver al “rumbo correcto”, como decimos es volver a encausar a la gente en un proyecto económico, que no funcionó cuando tuvo todo a su favor, y que lo único que resultó de eso fueron la exacerbación del empobrecimiento de la gente, que dio paso a una mayor migración interna y externa y además a mayores inseguridades por limitarse a lo económico en detrimento de lo social.

Y se habla de que esas rebalsadas inseguridades en que vive la gente, son ahora los obstáculos y escollos para el ansiado crecimiento y progreso. Todos sabemos al igual que en la guerra civil, que la oligarquía para crecer económicamente e introyectarse en el neoliberalismo pujante en el mundo globalizado, era necesario parar la guerra, y todavía existieron dudas mentales, que retrasaron la firma de los acuerdos de paz, el problema es que se vendió a la gente que era la manera de hacer llegar de nuevo al país a la paz y al derecho, y que con ello todo estaba bien, en tanto que después de esa firma vinieron las medidas neoliberales que agotaron los resultados y efectos de la guerra.

Estos grupos económicos apuntan que de lo que se trata es de entrarle al clima de negocios y la inversión productiva como “motor de la prosperidad” y se acusa entre unos y otros de que nos encontramos a la zaga, y por ello aseguran hay que apostarle al candidato de la derecha, y han ahora tomado alguna bandera contra la corrupción y el debilitamiento sustancial del Estado de derecho. Sin tomar conciencia que todo esto que vivimos es el resultado de una lógica económica descarnada en detrimento de la gente, que piensa en salidas para evitar de nuevo un mayor engaño.

El desarrollo económico es hoy piedra angular en el debate social y, por ello hay que profundizar hacia quiénes y cómo lo están planteando para salir de la crisis económica imperante.

*Sindicalista salvadoreño

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