Iglesia Católica levanta la voz

Durante la misa solemne, celebrada por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en la homilía, el arzobispo destacó la importancia de la celebración en honor al Divino Salvador del Mundo este año, enmarcada en el anuncio de la canonización de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

“Nos acercamos a los 500 años de celebrar al Divino Salvador del Mundo pero este año, 2018, nuestra celebración es histórica porque es la ocasión especial para agradecer al Divino Salvador del Mundo el que nos conceda la gracia de ser elevado a los altares en su calidad de santo a nuestro amado mártir, obispo y pastor, San Oscar Arnulfo Romero”, aseguró el arzobispo.

El jerarca católico también hizo un llamado a los diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa para que tomen decisiones en favor de la población en distintos ámbitos.

“Hoy, a la vez que le expresamos nuestra gratitud al Señor, le suplicamos por intercesión de Monseñor Romero ilumine las mentes y mueva las voluntades de nuestros legisladores para que lejos de aprobar leyes injustas promuevan y aprueben una justa ley de aguas, defiendan el derecho de la propiedad de los campesinos y promuevan una justa reforma de las pensiones”, dijo.

Sobre el tema del agua, el arzobispo enfatizó su petición: “a los señores diputados, en nombre del Señor, primero que no privaticen el agua, que no promuevan un proyecto de ley que pretenda legitimar las injusticias que conlleva la comercialización del agua, que por favor aprueben la ley general del agua que garanticen su derecho a todos los salvadoreños”.

Además, pidió por el respeto de los derechos de los migrantes, principalmente a quienes se han visto afectados por la suspensión por parte del gobierno estadounidense del Estatus de Protección Temporal (TPS) y de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), al tiempo que solicitó que se les reconozca a estos compatriotas “el gran aporte a la nación de Estados Unidos y se les haga justicia resolviéndoles favorablemente su situación migratoria”.

“Pedimos al Divino Salvador del Mundo nos conduzca a todos por caminos de justicia y santidad para que se transfigure verdaderamente nuestro país y podamos vivir en auténtica paz social, unidad y fraternidad, como conviene a todos”, añadió.

Iglesia católica levanta la voz y exige no privatizar el agua

«Dios no quiere injusticias, quiere que actuemos conforme a la justicia y la verdad, levantamos la voz para pedir a los señores diputados, primero, que no privaticen el agua», exigió el prelado católico.

El bloque de diputados de los partidos de derecha Arena, PDC y PCN, presentaron una moción para aprobar la propuesta de ley de la ANEP: «Ley Integral del Agua» que privatiza su uso y el suministro.

«No promuevan el proyecto de ley que pretende legitimar la injusticia de privatizar el agua. Segundo, les pedimos por favor aprueben la Ley General del Agua», persistió Escobar Alas. La Ley General del Agua surgió del consenso entre el Ejecutivo y organizaciones ambientalistas que garantizar que el recurso siga en manos públicas y no pase a manos privadas.

Anteriormente, la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) pidió a los diputados derechistas «no permitir que los pobres mueran de sed», pero hasta ahora lo único mostrado es oídos sordos o sordera selectiva frente a la exigencia de la mayoría de dar un paso atrás en sus pretensiones de privatizar el agua.

Diputados de derecha, entre ellos Mayteé Iraheta, Marta Evelyn Batres, Emilio Corea y Mauricio Vargas (todos de Arena), maltrataron a sacerdotes de la UCA y al mismo arzobispo Escobar Alas cuando fueron citados por la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Congreso, para conocer su propuesta de ley.

No derogar reforma agraria exige Iglesia Católica

El jefe de la Iglesia Católica, Monseñor José Luis Escobar Alas, llamó a la Asamblea Legislativa a no modificar el artículo 105 de la Constitución de la República que pone límite a la extensión de tierras que un propietario pueda tener, que en consecuencia traería -de nuevo- la concentración de la tierra en pocas manos (terratenientes).

«Pedimos no reformar el artículo 105 que vendría a despojar a los campesinos de sus tierras, no es justo. No es justo desproteger grupos de familias campesinas derogando la reforma agraria, serio esto una grande injusticia», reclamó el arzobispo inspirado en el futuro santo Oscar Romero.

En la administración del ex presidente Mauricio Funes, a partir del año 2009, inició una verdadera adjudicación de propiedades a productores agrícolas, proceso que ha continuado sin detenerse en la actual administración del gobernante Salvador Sánchez Cerén.

En otro tema sensible para los salvadoreños trabajadores y pensionados, el jerarca planteó una nueva reforma al sistema previsional a los diputados, «promuevan una justa reforma de pensiones que beneficie a los cuentahabientes y no a terceros, que ciertamente es gravemente injusto», expresó.

Veneración al Divino Salvador del Mundo

En 1456, el Papa Calixto Tercero estableció el 6 de agosto en honor al Divino Salvador del Mundo, como acción de gracias por la victoria obtenida por los Cristianos dirigidos por Juan Hunyadi; sobre fuerzas del sultán turco, Mahomet II, cuyo ejército había sitiado la ciudad de Belgrado desde el 4 de julio hasta el 6 de agosto, día de su derrota; dando inicio a una tradición que se celebra en diversas partes del mundo católico.

Luego de ser fundada San Salvador, la tradición comenzó a partir de 1526; desde entonces se introdujeron cambios en la forma de venerar la transfiguración del Divino Salvador del Mundo; así desde 1977, el acto litúrgico se realiza con una imagen esculpida por el artista y devoto Silvestre Antonio García.

La transfiguración del Señor es la culminación de una procesión que se realiza el 5 de agosto en horas de la tarde; que parte de la Basílica del Sagrado Corazón, ubicada en la calle Arce, con la imagen del Señor, ubicada sobre una esfera que simboliza el planeta tierra; se desplaza hacia la Catedral Metropolitana y frente al atrio, la imagen desaparece y luego aparece vestida con una túnica blanca, simbolizando la transfiguración de Jesús relatada en el pasaje bíblico del Evangelio según San Mateo, capítulo 17, versículos del 1 al 6; que narra el momento en que aparece Jesús en la en la cima del Monte Tabor, vestido de blanco ante tres de sus discípulos, Pedro, Juan y Santiago.

En nuestro país popularmente a la procesión se le conoce como la “Bajada” nominación que data desde la época en que la imagen salía de la Iglesia El Calvario, que por estar geográficamente a mayor altura que la Catedral Metropolitana, se cree que el pueblo la bautizó de esta forma. El cambio del punto de partida a la Basílica del Sagrado Corazón fue realizado por Monseñor Luis Chávez y González, no obstante la tradición de llamarle la “Bajada” entre el pueblo aún se mantiene.

El Papa Calixto III también ordenó la construcción de monumentos, por ello el 26 de noviembre de 1942, fue develado el monumento actual en la Plaza Divino Salvador del Mundo, al final de la alameda Roosevelt, con una efigie donada por la familia Araujo, que inicialmente estaba en la tumba del Dr. Manuel Enrique Araujo, presidente de la República del 1 de marzo de 1911 al 8 de febrero de 1913.

La fiesta se cierra el 6 de agosto con una solemne misa en la que se hacen votos por que esa transfiguración del señor sirva para nuestra propia transfiguración y rindamos como homenaje al Divino Salvador del Mundo, la consolidación de nuestro amor y respeto por la humanidad.

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