Categoría: Sindicalismo

  • Condiciones de país, suscitan  medidas que afectan una paz frágil

    Condiciones de país, suscitan medidas que afectan una paz frágil

    En mucho de la historia patria la suspensión de garantías constitucionales se ha podido hacer de hecho y de derecho, en mucho antes de lo que motiva a esta nueva suspensión—se dio algo parecido hace un tiempo atrás y por algo similar no se extendió a montar rápidamente el uso del aparato del Estado para actuar en consonancia con el desorden público suscitado.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La medida parece ser excesiva de conformidad a lo que se nos dice como pueblo por varias vías oficiales y no oficiales, la violencia de todo tipo, y la criminal, es algo de lo que se dispone hace mucho tiempo, pero los gobernantes nos han expresado y han actuado supuestamente de conformidad sin detenerla, ni mucho menos erradicarla, ha sido un estribillo que dependiendo de los intereses que se conjugan así se agranda y así se achica, todo de acuerdo a las relaciones de poder que se suscitan.

    Los conflictos mundiales representan a potencias armamentistas, económicas y políticas que significan relaciones de poder que se imponen al mundo y, en el nuestro con efectos muy devastadores por ser un El Salvador débil estructuralmente, sin capacidades económicas o políticas y con condiciones de derechos humanos bastante precarias, entre otros elementos vitales de subsistencia. Hay un marco jurídico que no ofrece garantías para la protección de los derechos de la ciudadanía, y es por eso que se requiere el cambio en la ley primaria.

    Un estado de excepción es lo que ofrece el Estado para resolver situaciones difíciles que aquejan en el momento a la población, el origen no es de calamidad general, ni invasión territorial, catástrofe, guerra, etc. Se aborda la excepción y suspensión de garantías constitucionales sin mayores razones, es una valoración que se hace sobre una situación de perturbación “grave” del orden público, el decreto no ofrece mayores luces, simplemente se guía por lo que es el proceso y el asiento constitucional.

    Cómo afectan estos derechos constitucionales el que sean suspendidos, no asocios ni reuniones, con las excepciones que el art. 29 constitucional explicita, la correspondencia y la situación de la detención, que pareciera lógica en tanto la criminalidad que se busca perseguir y detener es clara la acción de arresto, detención y procesos que lleven a actuar contra el crimen, como la grave perturbación.

    No obstante, el país sigue siendo obsoleto en materia de cultura de derechos, en la necesidad de entendimiento, participación e identidad ciudadana para que la medida de la suspensión de las garantías se vea como algo vital, y con el atropello mínimo a los derechos que se ven conculcados.

    Se necesita de una mayoría calificada para su aprobación, es importante pues dentro de 84 cabezas que nos representan en la Asamblea Legislativa, las disparidades de pensamiento y acción han sido casi una tradición, y ahora la debilidad es el posible poco debate que implica una decisión como la tomada, por cuanto la característica de hoy es la no obstaculización de las decisiones y acuerdos solicitados por la Presidencia de la República, sin mayor discusión y análisis político.

    En consecuencia, lo que nos mueve es qué tanto vamos a ser afectados los sindicatos u otros grupos sociales con la medida que dura 30 días, dado que vivimos en un ambiente de violencia y confrontación diaria, en una pugna por los intereses económicos, sociales, políticos y militares entre otros, y quienes promueven la constitución son los que en algunos eventos anteriores la han dejado de lado. Lo que nos preocupa son los potenciales abusos que una medida de tal naturaleza pueda ocasionar, sabemos de la frágil institucionalidad que no ofrece la tutela efectiva de los derechos humanos y civiles, se trata de una restricción de derechos y la autoridad no siempre está preparada para actuar en consonancia, recordemos lo que pasó durante el encierro con la pandemia.

    La fuerza, los excesos, los abusos son parte de la vida cotidiana de salvadoreños y salvadoreñas, si eres joven puedes ser perseguido sólo por serlo, si eres mujer tienes también tus consecuencias particulares y agrégale la violencia doméstica exacerbada durante la pandemia. Hay crimen organizado y delincuencial que azota diariamente nuestras vidas—graves perturbaciones en el orden público—es siempre un concepto sin aclarar, sabemos que las vidas de todos los que vivimos en El Salvador, debe estar garantizada en todo momento y hoy parece con los hechos suscitados algo débil de cumplir.

    Que las acciones de aquí en adelante, sólo ofrezcan la luz que lleve a la solución, habrá aspectos que no se puedan prevenir, la inteligencia debe privar siempre, pero ello no es garantía, la criminalidad tiene igual o más inteligencia, de lo que se trata es todo el poder del Estado contra los que agreden el orden público, pero la razón de una u otra en la realidad que vivimos, siempre puede ser cuestionada.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Una reiterada intención de  reformar el sistema de pensiones

    Una reiterada intención de reformar el sistema de pensiones

    De nuevo el Presidente de la República volvió a insistir que ahora si va la reforma al sistema de pensiones, desde el 15 de septiembre pasado ha venido prorrogándose la concreción de algo que tendrá un impacto nacional—desde las declaraciones en el plan Cuscatlán, en referencia a que en la escala, la superioridad la tienen las personas beneficiarias, después el Estado y el último eslabón las administradoras de fondos.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Preguntamos ¿será así?, estamos seguros que la demanda histórica de quienes llegarán a esa meta muy pronto es la de tener una suficiencia de beneficios, lo que implica que el monto de pensión alcance para cubrir las necesidades de una persona adulta mayor, todos deberíamos saber que un beneficiario de pensión por vejez, viudez o invalidez parcial o total, requiere de mayores atenciones en tanto su vida no ha terminado, o el apoyo financiero de la persona que fallece se pierde o hay una imposibilidad temporal o total para poder laborar, y valerse por si mismo en razón de una afectación física y/o mental.

    Pero lo más importante es que se trata de un derecho humano, que debe ejercerse a plenitud en esa fase de la vida a la cual todas las personas habremos de llegar tarde o temprano (la vejez). El sistema de pensiones cuando era administrado públicamente, perdió principios de la seguridad social que lo sustentaban como la universalidad, la solidaridad generacional y salarial.

    Disponía de una forma de cálculo sobre la base de los últimos 36 meses, la cotización era en un valor relativamente bajo; y lo más importante era que el requisito mínimo de tiempo de servicio era de 15 años o 750 semanas, siendo también importante alcanzar una tasa de reemplazo (%) del salario, según el tiempo de servicio alcanzado de 30 o 35 años de hasta un 100%.

    Todo eso fue modificado con la privatización de los fondos de pensión—impulsado en su momento por el oleaje neoliberal, por la imposición del mercado como regulador de la economía, que dejó de lado y atrás la humanización del trabajo, llevó al deterioro continuo de los derechos humanos, además de alcanzar la apropiación de las instituciones del Estado debilitando la institucionalidad pública en cuanto a los diferentes servicios necesarios para la sociedad.

    En el caso del sistema de pensiones—la idea de ARENA, era alcanzar la rentabilidad de los fondos de pensión, sin embargo, al hacerlo a través de la cuenta individual y ya no colectivamente, perdió la fuerza del principio de solidaridad intra generacional e inter salarial.

    La realidad económica de la sociedad salvadoreña implica diferencias sustanciales en la posesión y uso de recursos, haciendo que las personas necesiten del apoyo del Estado, así como de grupos que ganan mayor salario y solidariamente contribuyen a grupos humanos que disponen de bajos salarios. La lógica del anterior sistema era la sostenibilidad inter generacional.
    Además implicaba que quienes quedaban fuera del sistema de pensiones, el Estado en su función de protección social designaba recursos económicos para cubrir la pensión básica universal, la que tiene a su base dar cobertura a una población adulta mayor que no cotiza y que llega a esa etapa sin apoyo para esa fase de la vida, la cual es una realidad que presenta una alta proporción poblacional, por cuanto el problema de la economía del país representa una alta tasa de desempleo y de sub empleo, lo que se traduce en un problema de ingresos y disposición de un salario con capacidad para cotizar. La idea es disponer de un sistema de pensiones de 3 pilares; el pilar contributivo; el pilar no contributivo y un pilar complementario.
    El ante proyecto según declaraciones parece estar listo para llegar a la Asamblea Legislativa, sin embargo, se sabe muy poco del contenido de la reforma, declaraciones del funcionario de Hacienda, da pauta a pensar que la pensión básica universal no se contemplará en la reforma por cuanto expresa no se necesita.

    Así también no hay forma de saber que la demanda de los diferentes sindicatos, y quienes realizaron una actividad el pasado jueves 17, haya sido tomada en cuenta en el proyecto de reformas, la demanda social para la Presidencia de la República, implica crear una diferente institucionalidad de protección social y luchar por la nacionalización y el desaparecimiento de las administradoras de fondos de pensión, no obstante la situación del negocio se desconoce el grado de negociación alcanzado por el gobierno Bukele y las dos AFP. Hay que seguir presionando como bloque social a todo nivel ejecutivo, legislativo y sistema de AFP, y poder lograr una reforma que mejore la cobertura; disponga de la suficiencia de beneficios; mejore la inversión y rentabilidad de los fondos; y logre una administración pública.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Sindicatos españoles llaman a movilización general

    Sindicatos españoles llaman a movilización general

    La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) de España lanzaron un llamamiento a una movilización en protesta por el alza de los precios.

    Será el 23 de marzo próximo y al llamado de la UGT y CCOO se suman las organizaciones de autónomos, UPTA y UATAE, y en defensa de los consumidores, FACUA, además de la confederación estatal de asociaciones vecinales (CEAV).

    La operación militar de Rusia en Ucrania desde el pasado 24 de febrero, ha provocado una escalada galopante en los precios de casi todos los productores de consumo, una subida aun mayor de las tarifas de electricidad y por las nubes los combustibles.

    Tomada de www.radiohc.cu

  • La economía y la crisis de la clase trabajadora

    La economía y la crisis de la clase trabajadora

    Recientemente el Presidente Bukele lanzó un mensaje nacional, siempre interrumpiendo el canal de cable y los nacionales el cual se paga vía la energía eléctrica y servicios privados, y que las empresas contratadas no devuelven en la factura. Era sobre la crisis mundial, y como está afectando duramente las economías empobrecidas como la nuestra.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    El capitalismo en su crisis de sostenibilidad y sobre todo de sustentabilidad, es cada vez más débil, y que da pie a pensar y reflexionar en una nueva o diferente lógica de convivencia mundial. El Presidente, no mencionó siquiera la forma en que el mundo está estructurado de acuerdo a relaciones de poder y la disputa de recursos diversos necesarios para el sometimiento de otros pueblos que los poseen o vía la dependencia.

    Tampoco mencionó nada de la sobre dependencia, es fácil decir que hay un problema de sometimiento a los hidrocarburos, y que nada podemos hacer al respecto como consumidores sumisos que somos sobre el asunto del petróleo—nos vemos como partes aisladas que nada tenemos que ver y somos afectados sin quererlo por condiciones que ciertos bloques o países “más desarrollados” nos imponen.

    Desde hace mucho se tiene una directriz de búsqueda de otras energías menos contaminantes y renovables, tema espinoso que El Salvador en el concierto mundial no ha dicho mayor cosa solo o con el grupo de pueblos y países vulnerables a esa vorágine. La cuestión es que factores mundiales nos afectan drásticamente, y sin mayor rango de movilidad para combatirlos.

    Tampoco se menciona de la reforma fiscal progresiva, la que en definitiva es un buen paliativo si se hace con la objetividad que se requiere. Es lógico que quienes nos tienen en las condiciones de país en la que estamos, sólo se vean tocados con un llamado frágil y lastimero del Presidente, a que actúen con principios nobles y caritativos-el capital-.

    De todo el asunto estructural y coyuntural, siempre se manipula a los que más sufren y no tienen nada—la clase trabajadora— al decirles que se está preocupado y se lanzan medidas “económicas” que harán que tales grupos respiren con un pulmón artificial temporal (3 meses), cuando la microeconomía de todos los que vivimos de un salario y de quienes no lo tenemos, está afectada en mucho desde que la oligarquía terrateniente introdujo el cultivo del café (1864).

    Se trata de que la distribución de la riqueza que se produce –producto interno bruto—está mal distribuido y exista una alta concentración de muy pocos en detrimento de muchos, que hoy se pretende cumplirles para que respiren al menos artificialmente. Es el momento importante de hacer que el poder adquisitivo se incremente mejorando el mercado interno, y estableciendo reglas de convivencia alejadas de la explotación de grupos económicos reducidos y dominantes sobre los otros, que mejoren empleos y salarios.

    La crisis de la clase trabajadora es el empobrecimiento constante, resultado de mantener un modelo de economía de una clase sobre la otra (explotación), y de la dolosa gestión pública de favorecimiento para el que tiene en detrimento del que no tiene. En consecuencia, una grave situación mundial afecta la estabilidad del negocio mundial, para seguir enriqueciendo el patrimonio de los grupos dominantes, y claro impacta con mayor peso en quienes no tienen nada o muy poco, en tanto su nulo o muy reducido poder adquisitivo es insuficiente para suplir la demanda de lo necesario para subsistir: alimentación, cobijo, educación, salud.

    El rayo láser de la dominación capitalista, para quienes no tienen protección de ningún tipo, lleva a que cuando los grupos de poder entran en crisis, la situación para los de abajo es mucho más crítica, y no hay nada que pueda defenderlos a cabalidad, ni con paliativos como los que el Sr. Presidente informa y ofrece, de algo a nada pudiera estar bien, pero no es más que una simple salida, sacrificios de los fondos del Estado, que no están bien y que van a faltar en otras necesidades que se evidencian para la misma gente que hoy será dizque favorecida.

    Esta situación manda a poner las barbas en remojo, y parece de nuevo una trampa, una situación que se pretende soslayar, el mundo es dominado por grupos en una multipolaridad, y quienes sostienen la unipolaridad van a perder en grande, el asunto es que mientras llegamos a entendimientos en relaciones de poder en el mundo, en el mismo se va creando un caos que afectará duramente a quienes viven con un dólar diario, y que el desempleo y el sub empleo aumentará exponencialmente, por tanto es necesario un cambio radical del estatus quo imperantes.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Relaciones laborales que se deterioran resultado de bases económicas injustas y consecuencia del Covid 19

    Relaciones laborales que se deterioran resultado de bases económicas injustas y consecuencia del Covid 19

    La cadena de suministros ha sufrido un deterioro considerable que ya no dispone de la fluidez para trabajar con la oportunidad y justo a tiempo, elevándose los costos de todo lo que implica producir.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La situación de la economía doméstica y empresarial luego del cierre, y las medidas de Bio seguridad para salvaguardar la vida, han tenido como consecuencia una paralización de la oferta de bienes y servicios, implicando que los precios de bienes y servicios se incrementen, y se presenten retrasos para cumplir con una demanda que va presionando, exigiendo bienes y servicios para el mercado y a la base personas trabajadoras mejores condiciones materiales de existencia.

    Las empresas sometidas a la lógica de mercado, no han podido organizar el trabajo que dé respuestas efectivas y eficientes, de tal manera que los diferentes procesos productivos se encaucen en una diferente lógica; ahora están sufriendo el incremento de costos, el encierro implicó una serie de problemas en la microeconomía de la gente trabajadora, y solo ciertas actividades económicas incrementaron sus ganancias, como las comunicaciones cable de tv, noticias, teletrabajo, redes sociales, audio-vídeos, celulares, computadoras, tablet, etc; y las actividades de producción de alimentos para humanos y animales, en mucho se agotaron existencias.

    El transporte era vital, pero al restringirse tanto en lo aéreo, terrestre y marítimo (80% se mueve por esta vía), sufrió consecuencias graves que aún no se corrigen y se normalizan a cabalidad, la paralización económica trajo el agotamiento de mercancías; la provisión y entrega para nuevos pedidos se vio impactada negativamente. Como consecuencia de todo esto la vida de las personas se vio fuertemente afectada en su realidad diaria—esto implicó reducciones de ingresos por diferentes factores: salarios afectados, en una contracción económica que aún no se recupera, no pago de prestaciones en su totalidad o parcialmente, y con ello la disminución de derechos humanos.

    Los contratos individuales de trabajo de actividades económicas que estaban restringidas o no se desarrollaban con normalidad se terminaron o se suspendieron sin el debido proceso, lo que implicó para la persona trabajadora una plena desestabilización en el hogar, al reducirse drásticamente sus ingresos—los servicios públicos se desfasaron en su deuda, pues no había ingresos para cancelarlos.

    El poder adquisitivo y la continuidad del pago salarial se vieron gravemente afectados. Ahora la situación es generalizada, y está siendo encauzada a la lógica económica antes de la pandemia, sin embargo, las empresas al no vender y producir en una lógica de acumulación por un tiempo determinado, terminó con cerrar el negocio para unos sectores económicos mucho más afectados que otros. Como consecuencia se generaron deudas personales, familiares y colectivas que aún no se pueden pagar y siguen acumulándose y presionando, es importante destacar los negocios familiares y de grupos económicos de capital micro y pequeña empresa, que contienen una mayoría laboral.

    Atrasos salariales, así como de prestaciones negadas y/o disminuidas afectaron y aún afectan la continuidad de una vida laboral de subsistencia—esas medidas empresariales pretenden resarcir algunos costos a las empresas, sin embargo, tiene una diferente afectación para las personas trabajadoras y para quienes se ven envueltas en estas medidas, por cuanto su impacto es mucho más destructivo y devastador.

    La política pública para esta situación económica, no se tiene, y aquellas medidas paliativas de provisión de alimentos, subsidios focalizados de $300 usd, no llenaron las necesidades integrales del hogar, los que recuperaron su ocupación posteriormente no han podido alcanzar una subsistencia y su estatus de endeudamiento ha incrementado los niveles de pobreza, cuestión que mantiene un desequilibro en la justicia administrativa y judicial, por cuanto la misma situación laboral y económica mantiene dichos servicios públicos, en un atraso, una falta de cumplimiento y prontitud en la resolución de conflictos. Como resultado la interposición de denuncias para la defensa de derechos humanos y para exigir justicia social, no viene fácil ni se resuelve.

    Nuevas cepas de covid19, alcanzan niveles alarmantes de ausencia y estrés laboral, de afectaciones a la salud, lo que da pie a incapacidades periódicas, las empresas quieren recuperarse rápido, pero a costa de las personas trabajadoras, pero ese proceso de ausentismo y recuperación de la salud, mantiene hasta hoy retrasos en la oferta. Por ende, hay disminución de la capacidad adquisitiva y las actividades de subsistencia se encuentran deterioradas y desbordadas.

    La implicación de todo esta situación político-social en el marco de las relaciones laborales, somete a una relación de imposición de una parte a la otra, de falta de un diálogo social equilibrado y justo, la protección social se ha ido decantando, y mantiene una alta exigencia sin resolverse a cabalidad, el gobierno no ha logrado establecer una economía—modelo— que redunde en la conservación plena de los empleos, la creación de nuevos empleos y la consecuente valoración para un salario acorde al costo de vida, no se produce bien (sin calidad) y cae en un proceso de existencia infructuoso, y bajo condiciones precarias de subsistencia.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Ante la reforma constitucional: como quedan  los derechos de las personas trabajadores

    Ante la reforma constitucional: como quedan los derechos de las personas trabajadores

    El marco jurídico de una reforma constitucional tiene un “peso político”, importante para los cambios en el país, algunos se oponen, otros apoyan y un buen porcentaje no tiene mayor idea de los alcances que va significar dicha reforma, probablemente por cuanto la historia salvadoreña ilustra de reformas como en 1950—período de un desarrollismo y reformismo, impulsada por el PRUD, del Coronel Oscar Osorio, quien ejerció la gestión gubernamental de 1950-1956, luego de un golpe de Estado, característico de ese período nacional.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Se intentó establecer un rumbo de país menos conflictivo con esa reforma, se creó el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (1954), el Instituto de Vivienda Urbana, ahora hay ahora anuncios de la gestión Bukele de reformar la ley del ISSS, y también se anuncia una reforma constitucional, en aquella época el continuismo luego con José María Lemus, quien fue derrocado (oct1960) y no logró darle sostenibilidad a los cambios de Osorio.

    Con el coronel Rivera (1962-1967), volvió a reformarse la constitución 1962, y el partido de Conciliación Nacional (PCN), tratando de dar cierta sostenibilidad al país. De nuevo la lógica del reformismo es algo como una acción consecuente con el período que se inicia por un partido político, lo importante acá es establecer una lógica de que lo militar privara y fuera siendo la clase gobernante, su caída con el derrocamiento del General Romero en oct1979, determinó un nuevo proceso de inestabilidad en el país, que arrastró problemas para garantizar a la oligarquía cafetalera su poder, dado la convulsión en el período de Molina (1972-1977), quien pretendió una reforma agraria; y así evitar procesos subversivos que se estaban gestando en el país, sin lograrlo.

    Las condiciones del país se estancaron en términos sociales, económicos, culturales y políticos, dando paso a la guerra, luego de la represión del régimen entre 1980-1983, vino de nuevo otra reforma constitucional 1983, es decir una lógica de detención con mucha demagogia para aminorar la derrota del régimen militarista que perdía fuerza. Se impuso a los partidos políticos como clase gobernante, situación que no detuvo la guerra civil, y nada más fue un repello y talvez buenos considerandos, pero en la aprobación y discusión de la constituyente, recogió la mayoría de elementos de la anterior y siguió siendo un marco jurídico con poco análisis y participación, y con claro sesgo hacia las clases pudientes.

    Ahora con el ciclo terminado de ARENA y FMLN, y la incapacidad de construcción popular y otros partidos reformistas, que no crecen y no han podido ser un balance opositor trascendente en la discusión legislativa, al ser una minoría invisibilizada, las cosas de nuevo están dadas para una nueva reforma con Nuevas Ideas.

    Por ahora la reforma parece debilitar la concepción humanista de asegurar la finalidad del Estado, es decir que aquel asegure condiciones económicas dignas a la clase trabajadora y su familia, y así garantizarle trabajo intelectual y/o físico. Al hacerlo ambiguo con el verbo procurar—equivalente a la posibilidad de hacer como estado intentos y no acciones concretas de aseguramiento a la población, como mandan los textos internacionales en cuanto a volver progresivos los derechos económicos, sociales y culturales –.

    El art.38 Cn. actual es fundamental para garantizarle derechos fundamentales a la clase trabajadora, se debilita la protección social laboral en igualdad salarial por iguales condiciones de trabajo: lo mismo para asegurar un salario mínimo, garantizar prestaciones sociales, en un pago adecuado, dada la situación de otras monedas de curso legal (bitcoin), y que introduce el término remuneración que da pie a hacerlo en cualquiera otra forma de pago, que no sea pecuniaria (en dinero).

    Importante destacar que se fija a 3 años la revisión del salario mínimo, es decir sin dar la posibilidad de su revisión de acuerdo a cambios drásticos en la realidad económica y social, principio de la realidad y, habrá que soslayar su discusión sino está concluido el período de 3 años. Mucho de esto tiene que ver con la argumentación empresarial de necesitar certeza jurídica, y no de supuestas sorpresas que afectarían sus costos de producción.

    La situación que se vivencia es la de pretender con el halo de la figura de Bukele, dar el respaldo popular ciegamente, sin embargo, sabemos que el modelo económico se basa en la estrategia empresarial de la flexibilidad y desregulación laboral, por ende, la Cn. en su reforma debería apostar en darle mayor protección a la parte débil de la relación laboral, y no provocar más inestabilidad a su microeconomía ante problemas económicos reales como alza de precios, y de condiciones de pauperización de derechos conquistados y de garantías en lo administrativo y jurisdiccional para un ejercicio de defensa apropiada.

    *Sindicalista salvadoreño

  • La acción sindical y sus efectos en el Covid 19, reformas constitucionales, la economía de subsistencia y la progresividad de los derechos laborales

    La acción sindical y sus efectos en el Covid 19, reformas constitucionales, la economía de subsistencia y la progresividad de los derechos laborales

    Los problemas de salud en general, siempre han sido un factor negativo para la clase trabajadora en su integración e interacción dentro de la acción laboral; y tiene su afectación como para contribuir a ser una variable sustantiva para cambios estructurales en el modo de producir bienes y servicios, su precariedad económica, profesional y la precarización de sus derechos, lo mantiene en condiciones de bajo nivel de consistencia plena en lo biológico, psicológico y social a tono con los elementos que se conjugan en la realidad económica salvadoreña.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Y el covid 19, con impactos mayores resultado de esa precaria salud en la que cotidianamente subsiste, y como resultado de un régimen público de salud deficitario y uno privado sin acceso a los sectores populares, que mantiene debilidades estructurales derivado de gestiones gubernamentales a lo largo de la historia que no han superado la realidad de enfermedades crónicas consistentes, la forma de vivir en lugares hacinados, contaminados y desprovistos de control y salud sanitaria, entre otros factores de bienestar sanitario.

    Los contagios a partir de nuevas cepas que agravan las condiciones de resistencia al virus, son en mucho el resultado de toda esa lógica de vida que castiga a una buena mayoría de personas trabajadoras. Elementos nutricionales no muy adecuados y sostenibles, la defensa inmunitaria se ha hecho más frágil, eso en pocas palabras se traduce a un régimen de trabajo donde las 44 horas son difíciles de cumplir a cabalidad. Hay personal que aun así es obligado bajo presiones en la manera de organizar el trabajo que implica trabajar más allá de las 8 horas, sin cambios sustanciales en los procesos productivos.

    Todo ese cuadro de políticas públicas y régimen de salud pública y privada deficitaria y atrasada que se manifiesta en la realidad, se traduce en agotamientos físicos y mentales, en ausentismo crónico, y represión laboral para tratar de revertir problemas sanitarios de personas trabajadoras, por la limitación y no otorgamiento de permisos para atención de salud, la dificultad de conciliar las necesidades familiares con las laborales (C156-OIT), en consecuencia los contagios se incrementan, los períodos de recuperación son cada vez más largos y sin garantías de un mejor estado de salud. El régimen laboral sigue siendo un factor de impactos negativos en la salud laboral.

    No vemos en las reformas laborales una prospectiva que recoja la solución sostenible de este problema y los Comités de Salud y Seguridad Laboral en las empresas, integrados dolosamente o éticamente, no responden por el problema de inexperiencia, dirección escasa y políticas específicas que no orientan hacia un funcionamiento eficiente de estos colectivos empresariales importantes.

    En el tema de las reformas constitucionales, hay deficiencias en la generalidad de los contenidos que se elaboraron por la comisión de gobierno, sabemos que hay desventajas para la clase trabajadora en el marco jurídico que se pretende actualizar. Lo cierto es que la de 1983, era una constitución de guerra, que pretendió impedir el conflicto, tratando de que la clase gobernante fueran los partidos políticos, sin embargo, los espacios político electorales estaban agotados y la represión del período 80-83, fue de tal magnitud que no tuvo en su proyección los efectos políticos-sociales para sembrar una nueva lógica económica en la sociedad salvadoreña.

    La guerra rompió con la legalidad, y el estado de derecho quedó desfasado, la realidad fue más fuerte y presionó, luego del conflicto las reformas y cambios, con base en los acuerdos de paz, le otorgaron cierto oxígeno que ha ido terminándose e impone cambiar su texto y dar una nueva lógica de sociedad.

    Sin embargo, para la clase trabajadora la participación es mínima en este ejercicio, por la manera en que se ha desarrollado la idea, pero llamó a la sociedad a participar y ha mantenido una información colocada en el espacio cibernético del gobierno. El proyecto concluyó y se pasó a la Asamblea Legislativo, donde sabemos no habrá discusión alguna, más tratándose de un instrumento de un peso político-estratégico para la marcha y gestión del actual gobierno, cambiar la ley primaria ha significado en un primer momento adaptar lo que ha desbordado a la legislación actual, y justificado que ya no tiene la viabilidad para un tratamiento dentro de ese marco jurídico, realizando una salida a los problemas de corrupción, abusos, imposiciones, continuidad, cambios forzados sin el debido proceso constitucional, anulación de la independencia de poderes, entre otros aspectos.

    Para concluir, el proceso político salvadoreño no ofrece un cambio estructural y los poderes dominantes se consolidan, y los trabajadores/as pierden la oportunidad de alcanzar un bienestar y satisfacción en sus condiciones de vida y de trabajo, a partir de un claro marco jurídico a favor y en pro de sus intereses y derechos laborales y sindicales. Lo que significa una continuidad en la falta de progresividad del derecho laboral, así como de cambios estructurales en la actual economía de subsistencia en que vivimos.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Mercado y sindicalismo

    Mercado y sindicalismo

    Es muy importante analizar la situación laboral y sus consecuencias en las personas trabajadoras, flexibilidad de los derechos implica altas jornadas de trabajo, bajos salarios, disminución de prestaciones laborales, nula estabilidad laboral y, cómo el mercado está siendo abordado como algo preponderante en la vida de las personas ¿y el sindicalismo cómo es afectado en todo este panorama?

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La economía de las personas trabajadoras continua siendo afectada negativamente y va en caída libre, desde diferentes épocas pasadas y presentes, la economía salvadoreña ha sido un factor para evitar y oponerse al desarrollo y evolución positiva de los derechos laborales y sindicales, y por ende el bienestar común no ha llegado y, con ello el sindicato como instrumento de lucha y defensa de la persona trabajadora, el mercado lo mantiene prisionero, y no logra superar ni reivindicar las necesidades concretas que le lleven a una diferente situación en el presente hacia una mejora sustancial de las condiciones materiales de existencia.

    La lógica de mercado que se impone en todas las actividades donde solemos encausarnos como seres humanos, y sobre todo en el trabajo que continúa desvalorado y cada vez más deshumanizante, perdiéndose como factor que dignifica siempre a la persona, porque le permite ser, y olvidarse un tanto del tener, ser tiene el significado de pensar, hacer y actuar de conformidad al conocimiento y al entendimiento que dispongamos, en ambientes de democracia participativa.

    El rechazo del mercado—diferente al comercio—el cual es siempre necesario el intercambio de las diferentes productos y servicios entre los grupos humanos en existencia—.Se quiere imponer una lógica de invertir sólo en aquello que saque enormes utilidades, pagando salarios bajos y manteniendo una alta concentración de desempleados, en favorecimiento de pequeños grupos económicos que siguen acumulando riqueza, en detrimento de las grandes mayorías que siguen en ahogos diarios y permanentes de sus vidas, por no disponer de un mayor grado de conocimiento y recursos en favor de la vida; para desarrollar procesos económicos en función de las mayorías desposeídas, excluidas y marginadas por una sociedad dominante y controladora.

    Los diferentes gobiernos que han abusado del poder y en componendas con los grupos oligárquicos mantienen sometidos a las pueblos y personas trabajadoras; sin lograr superar las crisis que enfrentamos, en tanto modelos económicos aplicados con una lógica de mercado han debilitado derechos y formas de subsistencia con la capacidad de generar cambios y transformaciones fundamentales que eleven la decencia, la ética, las condiciones dignas para una existencia en armonía con todo lo que significa bienestar colectivo y vida natural y social.

    Cómo conseguir recursos económicos que permitan una existencia digna y bienestar común en la población, dedicarse a la producción social, minimizando la propiedad privada sobre los medios de producción; en actividades de provecho colectivo que traigan la recaudación fiscal necesaria y suficiente para dar cobertura a derechos básicos y fundamentales para vivir en comunidad: salud, educación, vivienda, recreación, justicia social, además de protección social y ambiental.

    El sindicalismo ha quedado rezagado en tanto no logra desligarse de las ataduras que le dominan—lo partidario, lo económico, lo político que no le permiten ser dialogante, propositivo e interlocutor con el poder gubernamental -empresarial; muy pobre en el conocimiento de los procesos económicos que le afectan su naturaleza e integridad. El mercado y la riqueza producida laboralmente, concentrado en pocas manos y en favor de quienes tienen mayor poder es la causa de la situación de las diferentes crisis; éstas hoy son agravadas por el covid 19 que muta y se transforma en formas mayormente contagiosas que aceleran condiciones de exacerbación y agotamiento de las condiciones y servicios de salud, aumentando la demanda de la atención pública, el aislamiento, cierres de la economía y restricciones diversas a la movilidad social.

    El sindicalismo necesita de mayor organización, autonomía, de formación político-ideológica, de conocimiento económico-social, capaz de proyectar una naturaleza diferente, construir liderazgo social con diferentes grupos laborales sobre los temas de una agenda propia que recoja sus intereses más amplios y como clase trabajadora. Hay un deterioro de la economía capitalista, las crisis están desequilibrando condiciones de oferta y demanda que generan aumento de precios en los productos y servicios, hay deterioro del poder adquisitivo de los salarios, el consumo se debilita por el alto endeudamiento, también la capacidad productiva, se genera alta inflación, la corrupción va minando los pocos recursos, valores y principios que sostienen la democracia formal.

    Es tiempo que el sindicalismo retome la lucha por la democracia participativa y sindical, debe cruzar ese horizonte y encausar la demanda económica, laboral, social y popular por los intereses de la gente.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Alcancemos un nivel de prospección sindical capaz de transformaciones de país

    Alcancemos un nivel de prospección sindical capaz de transformaciones de país

    La prospección sindical es el paso previo a la puesta en marcha de ideas nuevas de carácter político laboral, que tenga la progresividad por la causa sindical—importante entender que el sindicalismo es una opción de poder social, en tanto se articula al progreso del trabajo como factor de bienestar social para las personas trabajadoras y estas como grupos sociales de fortalecimiento de la economía y desarrollo productivo de un país o sociedad.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Y claramente definido en su concepción como asociación profesional y con el proyecto político propio para la toma de decisiones autónomas e independientes; y en proceso continuo de aprovechamiento de oportunidades para la transformación colectiva.

    Esta prospección sindical es un punto de apoyo para visualizar la sociedad de progreso para la clase trabajadora, poniendo el foco en las opciones que realmente pueden valer la entrega por la humanización de labores y negocios que tienen el mayor potencial de éxito para toda la sociedad.

    Las acciones sindicales deben ser contenidas en la elaboración del proyecto político-sindical y la socialización de éste ante los diferentes intereses dentro del conflicto económico histórico entre quienes tienen el poder político, económico, cultural, social y ambiental, y quienes sólo sufren sus consecuencias.

    La fase diagnóstica indica que hay ausencia de proyecto político – sindical, en tanto los procesos sindicales ante los diferentes gobiernos ha sido excluyente, nada beneficioso y desprovisto de un claro rumbo de progreso y desarrollo para las masas trabajadoras oprimidas y marginadas ante el dominio histórico oligárquico. No hay construcción de una política sindical clara y definida hacia sus intereses y necesidades de bienestar común. El movimiento sindical en su desarrollo histórico, no ha podido aprovechar los procesos de formación política, para ser un sindicalismo transformador ante una economía cada vez más concentrada en pequeños grupos dominantes acaparadores de los diferentes recursos y con dominio del aparato del Estado en una cosificación de las relaciones de dominación, que ha llevado al beneficio individual de grupos partidarios, del capital y de la élite comunitaria.

    No se dispone de una dirigencia sindical que conduzca el proyecto político a lo interno y externo, dentro de la esfera de intereses de la sociedad y sigue prevaleciendo el oportunismo, la venalidad y acciones arribistas; con objetivos impuestos, sin consenso o poco claros que no logran procesos reivindicativos y populares exitosos.

    La debilidad en la formación de capacidades sindicales, no ha podido mejorar su cualificación, el Ministro Castro inauguró y se comprometió con el Instituto de Formación Sindical, sin recursos para llevarlo a la práctica, lo que conlleva a debilitamientos estructurales en una sociedad conducida por élites dominantes, dado que no hay una oposición sindical constructiva que vaya empujando en la misma dirección. Procesos educativos impulsados en diversos momentos históricos, se han desperdiciado, cayendo en la esterilidad, estancamiento y anulación de la movilización y acción sindical por sus intereses más amplios como clase trabajadora—despojada de medios de producción—

    Hoy por hoy se hace indispensable contar con diferentes sistemas operativos y funcionales de análisis de la realidad como un sistema de información con suficientes bases de datos y estadísticos sobre la realidad socio-laboral del país, de los sectores empresariales existentes—micro, pequeña, mediana y gran empresa—y del proceso de gestión del gobierno. Se siguen manifestando procesos de negocio que sólo favorecen los intereses dominantes, sacrificando a grandes mayorías poblacionales de la consecución de estados de bienestar local, departamental, y zonal.

    La construcción y de forma consistente, de un sistema de monitoreo e investigación del desarrollo de los derechos laborales y sindicales, la prevalencia del mercado y del negocio, ha llevado a la pauperización de condiciones de trabajo y de vida. Lo que debe sentar una base objetiva de fiscalización de la tutela legal de diferentes instituciones públicas que lo realizan. Con ello los elementos informativos serán de gran utilidad para el desarrollo de mayores niveles de diálogo social y de funcionamiento exitoso de las acciones tripartitas en los diferentes organismos que tienen esa naturaleza. La transparencia, reciprocidad y acción democrático-participativo es vital para un ejercicio de progreso y desarrollo de la persona trabajadora.

    Finalmente, es necesario para el sindicalismo ganar en un progreso sustantivo de interlocución con los poderes fácticos, para la discusión, debate y negociación de propuestas, por los diferentes intereses sociales, culturales, económicos, ambientales y políticos propios y de la sociedad.

    *Sindicalista salvadoreño

  • ¿Y la agenda sindical, dónde ha quedado en el período?

    ¿Y la agenda sindical, dónde ha quedado en el período?

    Los comentarios son que se ha olvidado, y por ello la causa sindical no logra reencontrase después de períodos difíciles donde el mercado ha prevalecido sobre sus intereses más genuinos.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La lucha de clases ha quedado desfasada y, las demandas laborales no coinciden en tanto hay claros debilitamientos en los objetivos político-laborales de los grupos sindicales; además la economía no logra estar en función del bienestar de las mayorías populares; es necesario disminuir los efectos de la turbulencia económica lo que deberá consistir en:

    a) Mantener adecuados niveles de crecimiento económico; conservación de empleo y generación de nuevo empleo decente. Los sindicatos han estado actuando con mínima denuncia y generación de propuesta económica a partir de influencias de partidos políticos, de gobiernos y de poderes fácticos que ostentan el dominio dentro del mundo del trabajo.

    El bajo nivel de interlocución sindical con el poder—grupos dominantes dentro de la política y la economía del país—quienes mantienen relaciones sostenidas de marginación y exclusión social, y no negocian aspectos relacionados con el mejoramiento de la equidad e igualdad en las relaciones sociales de producción; así como el acuerdo para analizar el modo de producir bienes y servicios, que sólo favorece los intereses empresariales, y mantiene un bajo poder adquisitivo en las personas trabajadoras, además de mantener contraídos los salarios, a la espera que gobiernos en pro desarrollen programas económico-sociales y políticas públicas de provecho para la población asalariada del país y sectores populares, situación histórica que no se ha logrado a la fecha.

    El alto desempleo y la falta de ingresos suficientes para disponer de bienestar socio-económico para la clase trabajadora, es el principal problema a resolver. La economía hasta ahora, sólo ha favorecido intereses de grupos oligárquicos que han dispuesto de los gobiernos para facilitarse la acumulación de ganancia en sus negocios y sus intereses económicos.

    b) Hay que hacer una lucha sindical por estimular la preservación de los puestos de trabajo; ejerciendo y aplicando sistemas de remuneración, como escalafones y/o tabuladores salariales, que permitan adecuar los salarios al costo de vida. Los aumentos al salario mínimo son insuficientes para satisfacer niveles de bienestar económico que permitan condiciones de vida individuales y colectivas adecuados.

    Mucho de las acciones económicas que desarrollan las empresas están en función de imponer mayores restricciones al desarrollo y evolución de las condiciones laborales, la política de bajos salarios sigue prevaleciendo, la estrategia de la flexibilidad y desregulación laboral, así como la deficiente aplicación y cumplimiento de la ley laboral y de otras legislaciones pertinentes, tanto en sede administrativa como jurisdiccional, hace un proceso de completa impunidad en la violación constante a los derechos laborales y sindicales, que se suscita con cierta continuidad y permanencia en las diferentes actividades económicas.

    c) Focalizar la ayuda del Estado a los sectores populares, es importante para canalizarlos hacia los grupos vulnerables y mayoritarios de manera oportuna y constante; aumentar los subsidios a diferentes servicios públicos—transporte, agua potable, energía eléctrica, gas propano, servicios de guardería y para la niñez; educación primaria, básica, universitaria y no universitaria—.

    El Estado debe disponer de políticas tributarias que permitan recaudar los recursos necesarios y distribuirlos equitativamente para la población que lo necesita.

    Atender de manera preferente, a los más pobres, ancianos y a los niños(as) más carentes y sectores populares identificados con problemas estructurales de vivienda, educación, salud y en general protección social.

    d) Estimular el crecimiento y el consumo de la producción nacional—fortalecimiento del mercado interno—desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales de producción. Es importante establecer niveles de productividad, desarrollo de mercados, pero se hace necesario que haya política salarial y de empleo que genere mayores niveles de bienestar. Además, acciones que mejoren la formación con el conocimiento, habilidades y desarrollo profesional de las personas trabajadoras.

    La agenda sindical, debe ser claramente un faro de trabajo que logre conquistar demandas laborales:

    La mejora productiva debe proteger el empleo con trabajo digno y decente; para el caso elevar la productividad en el agro para la soberanía alimentaria; impulsar medidas en defensa de la micro y pequeña empresa—que es la que engloba la mayoría de puestos de trabajo del país— Así como procesos de producción industrial que recogen mayores niveles de absorción de mano de obra, que claramente debe convertirse en mayormente calificada.

    Proteger a los más pobres con programas temporales que combinen empleo temporal, pensiones para una alta cobertura poblacional y tasas de reemplazo realistas para mayores de 65 años que alcancen satisfactoriamente la suficiencia de beneficios y, seguro universal de salud; vivienda, educación, protección de la familia.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Una clase trabajadora, que necesita  educación para el desarrollo humano

    Una clase trabajadora, que necesita educación para el desarrollo humano

    Las condiciones de la economía salvadoreña, siguen siendo un ámbito de poco desarrollo humano, en tanto la base salarial es muy baja acorde al nivel económico que implica el costo de vida y la manutención de una familia con ingresos mínimos o ningún ingreso permanente por su condición de persona ocupada en actividades de informalidad económica que es la inmensa mayoría.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Además, el empleo es insuficiente para que pueda ser absorbida la masa laboral que requiere de un trabajo decente, con derechos, prestaciones y protección social plena, lo que se traduce en una sociedad sin oportunidades y sin las condiciones materiales de existencia que le permitan optar por una vida sana, llena de principios y valores que la hagan en todo momento una persona de bien propio, de su familia y de la comunidad donde se inserta.

    Las promesas gubernamentales radican en que es necesario iniciar y hoy darle continuidad a procesos diversos que nos lleven a la etapa de desarrollo y bienestar social, la decisión de elegir un gobernante que rechazó la forma de gobernar y la obra de los dos anteriores partidos, sólo implicó un punto de inflexión, para el pueblo que decidió darle su voto. La pregunta que luego de dos años y medio en la gestión gubernamental es que no hay una decisión efectiva en que el compromiso y la promesa se incline en pro de la población laboral.

    Sabemos que nuestra masa laboral es poco o nada calificada, y las promociones de profesionales académicos mantienen condiciones de no ser las personas idóneas para efectuar un cambio económico en la lógica productiva del país. Eso a donde nos lleva, sigue siendo imperativo la transformación educativa de las fuerzas productivas en el país, estamos queriendo pasar a fases de desarrollo a las cuales no somos aptos ni idóneos; y no se ven políticas públicas que implementen los recursos económicos y se dirijan plenamente a la educación.

    Unos analizan que debería destinarse un alto porcentaje del producto interno bruto a la educación infantil (0 a 7 años), adolescencia, básica, bachillerato, técnico-no universitaria, universitaria; sin embargo, no existen recursos, dado que la situación política, económica y social del país continúa siendo la de cubrir aspectos como la seguridad ciudadana y del país; para el que se destinan altos ingresos a contener la criminalidad y violencia social existentes, e incluye a las empresas que destinan una alta cuota de protección y seguridad del negocio, que evita que se hagan llegar para mayores inversiones productivas.

    Disponer de competencias para puestos de trabajo futuros, es un problema que se nos viene encima, y la formación profesional que disponemos es poco calificada, lo que nos hace débiles para conducirnos en un proceso de desarrollo económico-social, capaz de absorber mano de obra dentro de una lógica de economía digital.
    La educación que profesamos es deficiente, la calidad de desarrollo laboral es igualmente deficiente y no propicia condiciones para salir del subdesarrollo que la lógica del mercado nos lleva. El sindicalismo se encuentra preso en un atraso y deficiencias de conocimiento y habilidades que le permitan innovar, crear y proponer permanentemente programas y proyectos para situaciones productivas exitosas.

    Condiciones de alto endeudamiento ahogan las posibilidades de hacer cosas con la inteligencia necesaria, desarrollando los conocimientos a cabalidad para demostrar o garantizar competencias para puestos de trabajo futuros.

    Hace falta un rescate de centros de desarrollo infantil, que permitan el crecimiento sostenible y prospectivo de las nuevas generaciones, la infraestructura cooptada por las fuerzas militares durante y después de la guerra, sigue siendo necesaria reconstruirla con otras finalidades para la población de hoy y de mañana que necesita educarse, y plantearse el proceso de formación educativa y profesional en el mediano y largo plazo.

    Continuar distrayendo recursos a otras finalidades y con otros objetivos no resuelven el problema medular, y la actual gestión gubernamental no define nada con ese rumbo, por lo que dirigirnos a un buen puerto, hace falta mucho, y las acciones gubernativas y el uso del poder que se dispone no nos están encarrilando a una lógica de provecho para los grupos laborales, que siguen esperando por beneficios sustanciales para el presente que pueda garantizarles un futuro.

    El desarrollo humano posible que logremos durante la gestión del Presidente Bukele, no se ve claro y las decisiones siguen favoreciendo los intereses corporativos, queda la mitad del ejercicio gubernativo, es suficiente, pero las contradicciones afloran y las decisiones se ven menos atinadas y sin la transformación estructural que se requiere, las posibilidades se agotan y el liderazgo sindical siguen sin la visión que le lleven a condiciones sostenibles de ser y valer dentro de una lógica donde el negocio se impone cada día al desarrollo humano.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Un sindicalismo cooptado por las fuerzas del mercado

    Un sindicalismo cooptado por las fuerzas del mercado

    El ejercicio sindical después del conflicto armado, determinó grados de abatimiento en términos de propuesta, de fortaleza para negociar sus intereses ante las fuerzas del mercado, grupos económicos con el partido ARENA, FUSADES, ANEP y otros grupos dominantes impusieron su lógica económica de convertir todo en mercancía, ya no solo como un producto o servicio con un valor de cambio.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    El trabajo no escapó a tales designios de quienes dominaban la economía del país, todo se convirtió en negocio, y ello optó por deshumanizar la lógica de existencia humana, prevaleciendo lo comercial, se privatizaron activos importantes de beneficio estatal, otros como la banca, los servicios financieros y el comercio exterior se reprivatizaron; se firmaron tratados de libre comercio con la lógica de mínimos arancelarios, se rebajaron impuestos a la ganancia, y se entró en un proceso de globalización económica como modelo, siendo el libre mercado el elemento motor del supuesto desarrollo económico-social.

    El arraigo sindical fue un debilitamiento organizativo, que rompió con una lógica de esfuerzos de entendimiento socio-político con la clase empresarial y los procesos productivos diversos. En el agro, nunca existió fuerza sindical organizada, los fenómenos represivos y de dominación de la oligarquía terrateniente siempre lo impidieron y la opción de lógica social fue potenciar el cooperativismo como modo de impedir “revoluciones” similares a la de 1932.

    Un agro que con cero reformas agrarias mínimas (1972-1980) no alcanzó los niveles de una redistribución de la tierra; el modelo agroexportador había llegado a su término—la lógica del mercado común centroamericano no alcanzó para una fuerte industrialización en la región—las dependencias fueron mayores con el imperio estadounidense y las mínimas prebendas comerciales como el tratado generalizado de preferencias o de la cuenca del caribe se sustituyeron por el CAFTA.

    La post guerra no fue superada y volvimos a caer en un estado de derecho nada progresista y muy conservador, los mínimos cambios laborales no fortalecieron las libertades sindicales y la convención internacional ratificada fue muy mínima alcanzándose convenios que no recogieron la defensa-protección, desarrollo organizativo y democrático del sindicalismo; situación que llevó resultados hasta 2006, bajo presiones comerciales de la Unión Europea para reformas constitucionales mínimas para ratificar la convención sobre libertad sindical 89, 98, 135, 151.

    El sindicalismo preso y cooptado por esa lógica económica no alcanzó a superar sus debilidades y sus fracasos fueron tomando visos de cooptación de su voluntad por el poder dominante, la economía con la teoría del rebalse no significó cambios sustanciales en las políticas públicas laborales: salarial y de empleo, y mejores derechos al trabajo; por el contrario, se redujeron sustantivamente los puestos de trabajo en el sector público y en la empresa privada se accionaron estrategias como la flexibilidad y desregulación laboral, que terminaron por precarizar los empleos y las condiciones laborales se deterioraron a tal grado que los derechos laborales se fueron perdiendo o en el mejor de los casos disminuyendo y retrasándose su cumplimiento legal.

    Se trabajó con el modelo no sindicato, al cual la conocida derecha sindical, acordó pactos oscuros con los gobernantes de turno (1989-2009) y empresarios de los grupos dominantes, se falló en la insurgencia para posibilitar un nuevo modelo económico diferente (FCES,1993), al fracasar el Foro de Concertación Económico Social, al final resultó ser más importante y fundamental lo político y la desmilitarización de la sociedad, cuestiones que derivaron en vaivenes en pro y contra de pequeños grupos sindicales.

    Ahora, si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él (proverbio árabe) y en esto es clave la historia con el gobierno actual, con el que grupos sindicales se identifican y donde importante fuerza laboral no organizada que es una mayoría, confía en que la economía va ir mejorando por tenerse al frente a una persona con liderazgo y grupos económicos propios y de la oligarquía tradicional, que bajo una acción mediática genera confianza que los anteriores grupos dominantes y gobernantes no pudieron sembrar.

    La situación sindical es compleja y líderes sindicales se van destacando en posturas a favor o en contra de la gestión de Bukele, en una contienda que los elementos contrapuestos buscan, por todos los medios puestos al alcance, y tiene como significado imponer su voluntad al otro. Las formas de hacerlo si bien varían en cada circunstancia pueden, sin embargo, reducirse a dos: llevar al adversario a un enfrentamiento directo que lo obligue a claudicar, o acercarse a él y unírsele a fin de cambiarlo desde su interior. Con un conjunto de variables, estas dos formas de enfrentar las contiendas sindicales han persistido a través de los tiempos y se muestran especialmente activas, en nuestros días, dentro de las justas políticas.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Cerrando un año laboral 2021, que reúne dudas más que respuestas sobre su mejoramiento

    Cerrando un año laboral 2021, que reúne dudas más que respuestas sobre su mejoramiento

    Iniciamos con el proceso de recuperación de los números deficitarios de los indicadores laborales, los más de 79,000 empleos perdidos durante la pandemia, las empresas se afectaron y dieron su respuesta: despidos; suspensión de contratos; anulación o disminución de apoyos económicos a la protección social, se alargó el análisis del incremento al salario mínimo para el nuevo trieno (2020-2022); éste tuvo un año 7 meses de desfase, y el 20%, no indica un mejoramiento salarial sustancial, y no recupera la caída y contracción salarial histórica.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Las demandas del Día Uno de Mayo, no han sido desarrolladas en su proceso de debate y negociación. Luego de haberse presentado al cuerpo directivo en lo laboral del gobierno; el tema de la economía en cuanto a mejoramientos al salario promedio y al mínimo, sigue en caída y la estabilidad y evolución del empleo sigue siendo arrastrado por los factores de una economía globalizada y bastante pauperizada.

    El tripartismo, sigue mediocremente funcionando sin una proyección evolutiva que pueda ir más allá de lo que se necesita básicamente—Se constituyó el Consejo Superior del Trabajo, y se espera una primera reunión el 10 de enero del próximo año. Las funciones y operatividad de dicha instancia se han venido desfasando; los intereses entre los tres sectores involucrados, siguen teniendo diferencias bastante irreconciliables, falta una agenda político-laboral que desarrolle las políticas sociales de empleo y salarial, entre otras que mejoren sustancialmente las condiciones materiales de existencia laboral, familiar y comunal.

    Para el caso sigue el sistema de protección social en materia de salud muy atrasada, de poca evolución en los servicios médico-hospitalarios, la provisión de medicamentos de calidad, oportunos y subsidios pagados en tiempo. Son obvios los atrasos en los servicios asistenciales, las citas están con mucho retraso y tardanza, falta una buena y eficiente cobertura de medicamentos de calidad y en suficiencia; además de fallas en la atención y prevención a la salud desde la empresa hasta la propia infraestructura funcional – operativa del ISSS. La calidad no ha mejorado, en tanto las directrices públicas no manifiestan grados de profundizar en cambios y transformaciones en el derecho a la salud para las personas trabajadoras cubiertas.

    La atención en la cobertura de los derechos de maternidad para la población laboral cotizante, sigue siendo sin mayores desarrollos en cuanto al impulso de procesos bio-psico sociales de mayor coherencia para la madre y el neonato ante la realidad de pobreza y sub desarrollos económicos y sociales en que se vive.

    La formación profesional no va acorde a lo que se requiere para alcanzar una economía con desarrollo sustentable y sostenible, a partir de acciones para superar la mano de obra de poca o nula calificación que se tiene, por una nueva generación laboral con conocimientos, competencias y habilidades mejores que puedan sostener los cambios transicionales para alcanzar un nuevo modelo económico de desarrollo.

    Y en materia de política de vivienda, sigue siendo muy poco favorecedora de la población laboral, el bajo poder adquisitivo de la clase trabajadora deja sin mayores opciones la oportunidad de garantizar un derecho a vivienda que mejore las condiciones de hogar y familia.

    Seguimos en una vía de precarización de los empleos formales y deja una puerta muy ancha al crecimiento de la informalidad laboral—los efectos pandémicos—siguen estando presentes, lo que lleva a la formación de mayores dificultades para preservar un empleo, y que este tenga condiciones de mayor protección social, las suspensiones y/o despidos acumularon deterioros económico-sociales que todavía no son resarcidos a cabalidad, y ha sumado en pérdidas y deudas individuales y familiares. El impacto que provoca en la informalidad afectada por tener mayores empobrecimientos en sus vidas, requiere que la política de empleo produzca puestos de trabajo, además de desarrollar los que ya se tienen, sin embargo, el desarrollo industrial, agrario se mantiene estancado, sin perspectiva evolutiva hacia puestos de trabajo decentes.

    Es una acción que la actual administración del trabajo no logra concretar hacia un horizonte laboral de provecho nacional. La actual proyección presupuestaria del MTPS, sigue siendo sin los recursos suficientes para generar la política pública salarial, de empleo, así como de formación profesional, de asociación cooperativa, pero más la de formación y desarrollo sindical que propicie cambios en la relación capital y trabajo. La escuela sindical que fue inaugurada este año, no ha caminado en su programa y desarrollo, y se carece de información sobre su estado.

    La potencialidad que puede desarrollarse en el próximo período debe estar claramente con el rumbo estratégico que evite prever crisis político-sociales, en un campo laboral de mucha importancia para el futuro del país.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Entre lógicas y bambalinas, el ámbito laboral oficial aún ofrece poco a la clase trabajadora

    Entre lógicas y bambalinas, el ámbito laboral oficial aún ofrece poco a la clase trabajadora

    Mucho del ámbito laboral sigue estando sin las lógicas necesarias para salir adelante en la tarea económica y social, las razones es que la prevalencia del poder económico y dominante sigue siendo la prioridad y las personas trabajadoras siguen siendo una población marginada, excluida de las decisiones importantes; además de empobrecida y dominada por relaciones de poder desventajosas; y por la falta de políticas públicas claras y efectivas para generar empleos y mejorar los salarios.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La legislación laboral es débil, en tanto los procesos de globalización económica, la han anulado al impulsar estrategias que afectan drásticamente los derechos laborales, además del impedimento a la organización sindical, autónoma e independiente al poder identificado con el gobierno, partidos políticos y el sector empresarial.

    Se impulsan desde el poder de las corporaciones y países industrializados concentraciones monopólicas u oligopólicas; la exportación de capitales en concepto de préstamos, la mayoría impagables, así como la instalación en el país de empresas extranjeras que buscan exorbitantes ganancias, para ello impulsan la precarización de empleos, la estrategia de la flexibilidad y desregulación laboral, que lleva a la anulación de derechos laborales.

    Tras bambalinas hay contubernios, falta de transparencia, anulación de la ética en todo momento y lugar, es un mundo globalizado que demanda bajos costos de producción, y resultado de esto la voluntad de gobiernos genuflexos que lo permiten sin nada a cambio; se introdujeron zonas económicas especiales conocidas en el ámbito laboral como zonas francas, empresas de maquila de confección textil, comercio y servicios, no hay inversiones extranjeras que produzcan los empleos que requiere el país. Se habla por parte del gobierno que los empleos perdidos durante la pandemia (88,000) se han recuperado al primer trimestre del 2021; a julio había un incremento de 15,000 nuevos empleos y ya en este último trimestre del año se habían incrementado a 30,000.

    El ámbito laboral sigue estando conflictivo—la ANEP ha asegurado que el país necesita de 50,000 empleos anuales, los que en mucho nunca se han producido y, la cuota ha sido de 10,000 a 15,000, lo que ha venido arrastrando un déficit de empleos acumulados históricamente, que sumado a lógicas productivas del bajo costo laboral, ha continuado desarrollando procesos laborales de alta explotación laboral y de una consecuente flexibilidad y precarización de los derechos.

    La gestión del gobierno dirigido en la cartera de trabajo, no ha logrado detener las políticas anti laborales y anti sindicales del sector empresarial y los conflictos laborales, demandas sindicales, y desarrollo económico para mejores y mayores beneficios para la clase trabajadora no han podido tener solución y una concreción dentro del ejercicio gubernamental.

    El marco de la pandemia ha determinado unas condiciones de total insuficiencia productiva en muchas empresas, y la exigencia por una mejora salarial y mayores niveles de nuevo empleo y de alta conservación de los que existen, siguen siendo evadidos y negados por la clase empresarial.

    Aún continuamos sin una política salarial y de empleo, y se soslayan las verdaderas causas de esto, además es algo que nunca se ha concretado por unas razones u otras, es claramente un problema de economía que hace que el sistema socio-económico no funcione, los negocios siguen siendo en su mayoría sin un fuerte valor agregado que no permiten crecer y desarrollar una cadena productiva exitosa—la base es comercio y servicios, factores de tercerización económica—además existe una alta sub contratación, lo que afecta claramente los salarios y la estabilidad laboral, esta situación de empleo precarizado es abundante en la formalidad que se tiene dentro de los 850,000 empleos registrados en el ISSS.

    Seguimos siendo una membresía sindical de poca autonomía e independencia, además de tener liderazgos débiles y poco cohesivos dentro del movimiento sindical; también de poca propuesta y con una interlocución con los tomadores de decisión muy confrontativa y poco aprovechada. Recientemente, se instaló el Consejo Superior del Trabajo y hubo pompa como fue anunciado y realizado el acto, con presencia de la OIT como invitada, y la participación de altos ejecutivos empresariales, además de funcionarios gubernamentales de mucho protagonismo como el Fiscal, diputados, la Comisionada Presidencial y otros.

    Podemos decir que la perspectiva del planteamiento hecho, augura que haya posibilidades de hacer un buen trabajo a lo interno del CST, no obstante, siempre es algo que luego de que el tiempo pasa la estructura no funciona y volvemos a caer en la inercia improductiva, las dirigencias sectoriales electas por cada sector manifiestan posibilidades, sin embargo, el contexto no ofrece que dentro de dos años que es el período de funcionamiento haya un trabajo de resultados favorables y concretos para la clase trabajadora.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Avanzamos o retrocedemos en el tripartismo de El Salvador

    Avanzamos o retrocedemos en el tripartismo de El Salvador

    La lógica del tripartismo en el país, nunca ha tenido la fuerza del diálogo como elemento de trabajo constante y persuasivo entre las tres partes que la conforman dentro del mundo del trabajo.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La constitución de 1950 introdujo la parte social que hasta ahora no ha podido trascender a un nivel de mayor apropiación y desarrollo—la introducción del sistema del seguro social fue el inicio del tripartismo en 1954, al principio como todo nuevo hubo mucha esperanza que ese derecho a la salud mejorara sustancialmente, no obstante, el sector empresarial nunca lo ha visto como algo importante en lo laboral, y demanda que la persona trabajadora nunca se enferme, no pida permisos para asistencia médica, y no paga los primeros 3 días de incapacidad, además de que algunos descuentan el tiempo de consulta y espera por el tratamiento recetado.

    La mucha continuidad de solicitad de permisos para atención médica de las personas trabajadoras, choca fuertemente con la idea de producir y mejorar la productividad de trabajadores(as), y constantemente se señala como una pérdida de tiempo, y no como lo que es un derecho a la salud, no somos máquinas que jamás tienen desperfectos, además el sistema de salud es deficitario, y estamos llenos de padecimientos crónicos y enfermedades incurables a una buena cantidad de población laboral.

    Y el tripartismo en el ISSS muy poco ha dado en el clavo para hacer más en la materia de la seguridad social; los intereses de los grupos de médicos y odontólogos, han cooptado a la Institución y mantienen un régimen de poco favorecimiento a la población que mejore la calidad de los servicios médicos y de maternidad. Y los servicios de pensionamiento se presentaron hasta 1969, para complementar y entrar en la previsión social que luego fue privatizada.

    A partir del 62, se constituyó el Consejo Nacional del Salario Mínimo, y a la fecha el reglamento interno ha tenido escasas reformas y ha dado pie a un tripartismo igual de enredado y poco productivo para quienes se esperanzan en un salario mínimo que realmente cubra el costo de vida y tenga una revisión cuando la economía impacte el poder adquisitivo de los salarios. En mucho de su historia los aumentos han sido bastante precarios, no han sido consensuados a plenitud, y el sector empresarial representado en el Consejo, nunca ha sido una parte contributiva y colaboradora de una mejor performance en el mejoramiento de los salarios mínimos.

    Fue hasta 2017, que se hizo un aumento cuantitativamente sensible y sustantivo, pero el arrastre acumulado de los deterioros en el poder adquisitivo y la economía los han contraído hasta en un 40%, cuestión que sigue siendo una deuda histórica.

    Como acuerdo de paz en 1994, se constituyó por sugerencias y asesoramiento de la OIT en el Foro de Concertación Económico Social, el Consejo Superior del Trabajo-CST, una instancia tripartita que se estructuró en otra lógica de avance socio-laboral, de diálogo y bajo otras reglas de entendimiento. Sin embargo, su nacimiento en el contexto en que se desarrolló implicó demasiados problemas de convergencias, estábamos rescatando el proceso económico-social y no se permitió por el gobierno de turno y el sector empresarial que buscaba insertarse en la globalización económica.

    Hasta ahora su vigencia ha sido sin mayores impactos hacia la población laboral, no se pudo cambiar el modelo económico y se impuso la continuidad de lo que veníamos arrastrando y se interrumpió resultado del conflicto de más de 12 años. No hubo un claro proceso de post-guerra que pudiera sanar las heridas y reiniciar el proceso con las diferentes lecciones aprendidas. Sin embargo, se desplomó en sus primeros años, su regulación se estructuró, y pretendió retomar en un proceso de diálogo, la concertación y negociación que muy poco fue productiva. La lógica con la cual OIT había asesorado fue dejada de lado y volvieron a surgir los enfrentamientos entre las partes que agotaron su ejercicio en el 2013. A partir de allí se ha tenido una aparente reactivación del CST.

    Esta situación ha dejado de muy poco valor su rescate, a pesar que el contexto daba paso a una agenda de nación, que no fue aprovechada, recordamos el Manifiesto Empresarial, como un aporte a la situación de rescate, se continuó la asesoría de la OIT, se pretendió un cumplimiento fuerte de la Constitución, que jamás se logró, las reglas del juego fueron las mismas y el juego terminó siendo lo que había sido siempre, inclinado hacia el poder empresarial aliado con gobiernos genuflexos y el uso patrimonial del Estado.

    La economía como bienestar común para las personas trabajadoras nunca estuvo en la acción tripartita, y es por ello que carecemos de avances, han existido muchos retrocesos, y parecieran hoy ser una piedra de tropiezo.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Un proceso organizativo siempre lleva cosas importantes a veces difíciles de identificar

    Un proceso organizativo siempre lleva cosas importantes a veces difíciles de identificar

    Los asuntos laborales son difíciles en estos tiempos, las variables más sensibles para las personas trabajadoras el empleo, su continuidad, evolución progresiva y permanencia; además de los ingresos para vivir individualmente y colectivamente en familia, poder organizar la vida y programar el futuro inmediato o más lejano, son siempre las más difíciles de convertirlas en una realidad para todos y todas.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Nos propusimos en FEASIES, entender el asunto de la organización sindical en una coyuntura que cada vez es más compleja de descifrarla—estamos ante un marco jurídico laboral muy endeble, resultado del poco compromiso de los gobernantes de ayer y de hoy que siempre aplicaron el asunto laboral inclinándolo hacia grupos dominantes que poseen los medios de producción.

    En aquellos inicios del proceso capitalista en el país con la introducción del café (1864), las personas trabajadoras agrarias que laboraban para los grupos oligárquicos terratenientes, se vieron muy limitados en su existencia y vida laboral, grupos poblacionales fueron despojados de sus tierras y obligados a depender del nuevo patrono, nunca se permitió la organización sindical, era una cuestión demasiado subversiva para darle cabida en el pensamiento conservador y atrasado de la oligarquía cafetalera.

    En la ciudad los grupos artesanales se regocijaban de su situación—disponían de los medios de producción para realizar su trabajo y, poco o nada les importó la situación laboral en el campo, no hubo un proceso organizativo que condujera a la unión de los intereses de uno u otro grupo laboral, se escuchaban y llegaban noticias del mundo sobre movimientos revolucionaron que buscaban la liberación definitiva de los regímenes opresores y explotadores de la época. Finalmente fueron despojados de sus medios y convertidos en asalariados.

    Hubo algunos intentos de organización sindical que evidenciaron la oposición a la situación de opresión que se manifestaba—la revoluciones en el mundo se comenzaban a vislumbrar y empezaban a generar manifestaciones al inicio del siglo XX, los intentos de revolución socialista (1905), revolución social en México (1910), generaron otras dinámicas de poder que derivaron en luchas sociales, se impuso por los poderosos y clases pudientes la 1ª guerra mundial(1914-1918) y la revolución bolchevique gana el poder en 1917 y forma la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ese oleaje fue llegando a nuestros destinos.

    Se formaron la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños—FRTS- y la Confederación de Organizaciones de Centro América-COCA en 1924. La dinastía Meléndez Quiñonez iba llegando a su fin como gobernante llega Pío Romero Bosque y aparentemente se va avanzando en organización social y laboral. La depresión económica en 1929, impacta fuertemente, los precios del café, la situación de país se complica y la elección y mandato del Ing. Arturo Araujo (1931) termina con el golpe de estado martinista.

    La revolución campesina fue masacrada por fuerzas retrógradas del militarismo que iba imponiéndose en la sociedad salvadoreña, hay fusilamiento de patriotas como Farabundo Martí, Luna y Zapata, Miguel Mármol escapa de milagro, se había fundado el partido comunista salvadoreño (1930), pero los cambios en la revolución socialista determinaron en lógicas que desarrollaron el culto a la personalidad Stalin, la expulsión de Trotsky y su muerte en 1938. Martínez proscribe la organización en sindicato, y pasa a ser clandestina, su avance retrocede significativamente.

    No hay organización campesina, la oligarquía cafetalera se ha encargado de ello, los sindicatos de gremio originan los procesos de regulaciones laborales que van dando pauta a procesos que condujeron a la fundación del Ministerio de Trabajo en 1946.
    Se desarrolló el mercado común centroamericano y se iniciaron disputas de las oligarquías centroamericanas que produjo la guerra de las 100 horas con Honduras y, el desarrollismo industrial desde el período de Oscar Osorio, la creación de partidos políticos con tendencias internacionales como el social cristianismo PDC, la social democracia MNR, y el partido de los militares (PCN) fueron configurando el escenario para la organización de sindicalismo industrial—las tres clases de sindicatos daban fe de sus luchas históricas.

    Se viene la guerra civil, y los cierres de las empresas, la economía da paso a un nuevo modelo económico basado en el libre mercado (1989), la teoría del rebase, la privatización de los activos del estado, se desregula la legislación laboral, los puestos de trabajo se flexibilizan, van dándose cambios drásticos en el derecho al trabajo, a un salario digno, la precarización se impone; la globalización económica proyecta que lo sindical obstruye el desarrollo de las empresas, se va formando la oligarquía financiera (bancaria e industrial), las exportaciones de capital, los monopolios y oligopolios y el reparto del mundo de los países industrializados y las corporaciones transnacional da paso a un nuevo sujeto laboral, que hoy toca organizarlo en sindicato. En eso estamos trabajando.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Tenemos una administración del trabajo que no tiene credibilidad y va sin rumbo definido

    Tenemos una administración del trabajo que no tiene credibilidad y va sin rumbo definido

    Si tomamos literalmente lo que deben ser las administraciones del trabajo, parecería que va sin rumbo, en la cartera de trabajo han pasado personas de diversos estratos, en principio del estado salvadoreño no tenía existencia, se fueron anexando funciones en el marco de lo laboral en la cartera del interior, lo que hoy es gobernación, así también en la cartera de agricultura, y va definiendo su asentamiento propio después de la Huelga de Brazos caídos en abril de 1944. En ese contexto terminaba la dictadura de Martínez, que había reprimido y proscrito la organización sindical. Se continuaron dando golpes de Estado que pretendían estabilizar el estado de derecho a favor de la oligarquía terrateniente.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Siendo así surgió la necesidad de inaugurar una cartera de trabajo, para recoger las regulaciones dispersas que anticiparon sus funciones, fue en 1946. El golpe de los mayores que derrocó al general Salvador Castaneda Castro, y dando paso a la persona del mayor Oscar Osorio en dic de 1948, introduce bases mínimas para un proceso de reformismo económico-social, y ya en el ejercicio presidencial de Oscar Osorio (1950-1956), se van perfilando aspectos de naturaleza social y se expresaron en la reforma constitucional de 1950.

    Se creó el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (1954), y se fue caminando hacia un desarrollismo económico que dio paso a lógicas economicistas que dieron pauta a crear el mercado común centroamericano, que tuvo su ruptura en 1969 con la guerra de las 100 horas. Ministros civiles y militares ocuparon el puesto sin realmente establecer acciones, leyes y medidas que condujeran al desarrollo de mejoramientos sustanciales en las relaciones sociales de producción, que continuaron siendo de explotación, siendo claro que continuaría la forma de cómo se organizan y mujeres para producir y distribuirse la riqueza producida. Se continuaría conservando la propiedad privada sobre los medios de producción.

    Se organizaron confederaciones de sindicatos de trabajadores, donde se hicieron importantes acciones vinculantes para la unidad, sin embargo, movimientos sindicales fueron penetrados por el militarismo y por el partido gobernante, el PRUD y luego el PCN. La lógica productiva siguió siendo en detrimento de las personas trabajadoras, lo que dio lugar a un proceso importante de huelgas del magisterio y de obreros metalúrgicos de la fábrica del acero. A todo esto, el Ministerio de Trabajo, sin experiencia laboral y conducido sin intenciones de jugar un papel preponderante entre el capital y el trabajo, siguió su curso sin obtener un posicionamiento político imparcial, sino cada vez más se inclinaba al favorecimiento de los dueños de los medios de producción, y la ley laboral surgida en 1963, no fue capaz de mediar, conciliar y establecer la legalidad, lo que dio paso a la reforma laboral de 1972, texto de legislación laboral que fue teniendo reformas puntuales mínimas a lo largo de la historia.

    Se tuvo una oportunidad trascendental de cambios importantes en el ejercicio de la cartera de trabajo, que continuó llenándose de crítica y de un funcionamiento sesgado a interés empresarial, fue un período importante de reformismo, que no pudo contener la lógica económica que continuaba con un desarrollismo industrial mínimo, determinado para continuar con un capitalismo poco desarrollado, que no logra trascender el dominio de la oligarquía terrateniente. El mercado común, no logra trascender y la economía va agudizando y deteriorando las condiciones materiales de existencia de la gente trabajadora.

    Con el poco desarrollo de las fuerzas productivas—propiedad privada de los medios y de la fuerza de trabajo, que fue claramente delineando situaciones claramente discriminatorias como la división social y sexual del trabajo. Un estado salvadoreño que agota su débil estado de derecho, asfixiando las reformas y democracia en los procesos electorales de 1972 y 1977, además la instalación de maquila electrónica y la creación de zonas francas como en San Bartolo, Ilopango; fue todo suficiente para fundamentar las condiciones de rebelión y sedición de la población y de grupos dominantes dentro de la economía y el militarismo prevalecientes.

    La administración del trabajo actual va con rumbo incierto, con todo ese lastre histórico acumulado, y la falta de un liderazgo sano, y un manejo del poder en la jurisdicción administrativa con altos niveles de desconfianza, así como claros rasgos y sesgos de imposición y dominación de los intereses y valores fundamentales para un desarrollo pleno e independiente de las libertades sindicales, continúa en una percepción por la población laboral de una clara inclinación a no ser transparente en sus facultades legales, el trabajo y funciones están marcadas por la falta de diligencia, de recursos, de mínimos entendimientos con el poder empresarial en el cumplimiento de la ley, de poco diálogo con todas las fuerzas laborales de distinta y diferentes corrientes de pensamiento.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Si yo estoy bien, tú estás bien

    Si yo estoy bien, tú estás bien

    Esta frase nos está implicando lo que ahora somos—una población anti solidaria, tremendamente egoísta, bastante individualista y que quiere salir adelante pero en solitario, a partir de ideas nuevas que puedan abordar creativamente una sociedad utópica, que es una persona en sociedad con poca o nula profesionalización y con mano de obra bastante descalificada; con un régimen y sistema educativo que no avanza, está estancado y por coyunturas específicas hasta se retrasa.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    La visión de ser alguien de valía como sociedad está presa en la frase si yo estoy bien, tú estás bien, los gobernantes de hoy sienten, piensan y actúan de manera individual, egoísta, piensan que, porque ellos están bien disponiendo de recursos de toda persona existente que sigue esperando su oportunidad, y lo usan a su favor, porque hoy están en un cargo público con buenos salarios y prestaciones de ley, porque hoy toman decisiones que antes sin el poder jamás tomaron, todos los demás también lo estamos. Es una visión que no muestra apoyo, ni solidaridad por los demás que lo necesitan, es otra deshumanización más que avanza con el precio de que es una medicina amarga que debemos tragar, digerir y aceptar como la panacea que va llevarnos al futuro.

    Por hoy es una transición que va definiendo en cada decisión individual que se toma, lo prescindibles que somos, por más que se publicite en redes sociales que la vía, que la ruta es la correcta, muchos sectores poblaciones van quedando atrás sin oportunidad a pasar a un supuesto constitucional, incumplido históricamente de bienestar común.

    Nuestra sociedad ha sido basada en el derecho individual, fijado en la frase de más vale tener que ser, y en la dominación de pequeños grupos oligárquicos que hoy disputan la hegemonía económica en el juego.

    Si yo estoy bien, no es cierto que los demás lo estemos o podamos estarlo, puesto que somos dominados por las ideas nuevas de alguien que lo tiene todo y que con el poder acumulado va siendo muy autocrático para definir la vida de los sectores populares mayoritarios. Por hoy estos sectores que con la pandemia y el claustro obligatorio de marzo 2020 y las consecuencias sociales, económicas y políticas que se derivaron de la medida tomada, dejaron honda huella en las vidas de mucha gente, marcas inolvidables, por la afectación en su microeconomía, en su salud, en su vida laboral y social, en sus relaciones comunitarias, en sus relaciones familiares, en toda su vida de relación como sociedad.

    Si yo sigo estando bien, como está entonces la economía, podemos decir porque alguien que domina lo dice, que está bien, y los regímenes de salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana ¿están bien? Porque alguien que maneja bajo su poder casi todo, entonces ¿se colige que todo está bien?

    No, la vida cotidiana está mal, que todo mal debe terminar para dar paso a algo bueno, mejor, estamos claros que es así el proceso, pero vamos o está delineado ese camino de tal manera que vamos seguros a un buen puerto, no lo sabemos, o al menos así como se enmarca no vemos que pueda ser mejor, que debemos arriesgarnos y estar dispuestos a cambiar el orden establecido, estamos de acuerdo, que fuerzas pro sistema siguen luchando por defender su estatus quo también lo vemos, que puede estar pasando una oportunidad para no seguir siendo lo que hemos sido puede ser cierto, que todos sabemos nunca ha sido para potenciar un modelo de desarrollo humano, capaz de potenciar satisfactores sinérgicos e individuales que nos lleven a una conquista segura de las necesidades identificadas de todo ser humano, olvidando la idea de tener bienes y servicios o para cubrir necesidades que caen en deseo, por su carácter consumista.

    Queremos entender como necesidad humana, qué es lo que se quiere, a dónde se pretende llevarnos, eso es válido, lo que no es aceptable, que lo haga rodeado de las mismas pirañas que lo hicieron socavar en el pasado, que nunca se avaló participativamente por el pueblo, que ese director, que ese ministro, que ese magistrado, que ese diputado, que ese concejal, son personas intachables, éticas, progresistas, que responden a los demás antes que a sí mismos.

    Insistimos que la creatividad es una necesidad humana que hay que potenciar para que el talento humano se desarrolle, pero le estamos dando autonomía e independencia a la creatividad para que sea desplegada a sus anchas en todas las actividades económicas que nos propongamos realizar: agro, industria, comercio, servicios; o hemos caído en la demagogia de un hombre que necesita abrirse, dialogar y poner a disposición de la gente la información y el poder para llegar a la meta que todos queremos.

    *Sindicalista salvadoreño

  • La labor de una administración del trabajo ética, que queremos rescatar en el país

    La labor de una administración del trabajo ética, que queremos rescatar en el país

    Después de la coyuntura que dispuso la instalación del foro de concertación económico social, como uno de los acuerdos de paz, que pusieron fin al conflicto de intereses entre la oligarquía y el militarismo protector y la lucha de los sectores populares campesinos, obreros, mujeres, jóvenes, adultos mayores, religiosos, docentes, empleados públicos, niños y niñas, adolescentes hijos e hijas de esos padres y madres que se incorporaron al proceso revolucionario por mejores condiciones de vida y de trabajo.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Este acuerdo duró muy poco y abordó aspectos muy mínimos relacionados con el mundo del trabajo, se reformó el derecho colectivo fijando en 35 personas trabajadoras el mínimo para hacer un sindicato, 5 sindicatos para hacer una federación; 3 federaciones para hacer una confederación, arts. 211 y 257 del Código de Trabajo.

    Se suprimieron las seccionales por departamento y las sub seccionales por empresa se convirtieron en las nuevas seccionales. Además, después de disponer por largos años de sólo 6 convenios, la suma se elevó a 20 convenios, hoy el país tiene más de 30 convenios ratificados.

    Fue por presiones en el ámbito de la globalización económica, que se aprobaron los convenios sobre libertad sindical 87, 98, 135 y 151 en el año 2006. La Unión Europea, la atunera Calvo presionaron para que fueran ratificados por el país, dado que exportar sin aranceles en una lógica de libre mercado es la forma de acumulación, se modificó la Constitución, en tanto que los intereses de la oligarquía argumentaron alguna que otra inconstitucionalidad del art. 47, 48.

    En ese tiempo, existían presiones para que el estado de derecho volviera a imperar, ese mismo en pro de los intereses oligárquicos y de la empresa privada, y que aún en nuestros días sigue siendo dominante a los intereses de la gente común y corriente. Las reformas laborales fueron mínimas y la oportunidad de disponer de una ley laboral de avanzada y en pro de la verdad, la justicia y la razón no fueron posible.

    Modificar estructuralmente la administración del trabajo, fue infructuoso y no se pudo disponer de condiciones objetivas y subjetivas en pro de una reforma integral para el ejercicio y práctica efectiva e impulsar su funcionamiento a un derrotero de desarrollo y mejoría sustanciales para comprender la nueva fase que seguía. No obstante, el hecho de haber dejado del lado el objetivo del foro la concertación económico social, y no haber conseguido emparejar el partido en ese tema, se continuó imponiendo un modelo económico basado en el que tiene y en la ganancia en detrimento de la persona trabajadora y del que no tiene.

    Para la administración del trabajo, era vital formular y dirigir la política socio laboral en función del plan nacional de desarrollo económico y social—lástima que ARENA y su gobierno neoliberal decidieron apropiarse del Estado y sus recursos, anulando la mínima institucionalidad pública que aún existía después de 12 años de guerra. Se tomó la decisión de anular la planificación centralizada en el Ministerio de Planificación y Desarrollo Económico Social, lo que implicó anular y minimizar todas las áreas de planificación y organización de las entidades públicas.

    Se impulsó la lógica de libre mercado, lo que implicó la anulación y merma de los derechos laborales, se fue introduciendo el modelo no sindicato, por lo tanto, la administración del trabajo fue debilitando su base legal para la facilitación y promoción de organización sindical, ese fue el comienzo del debilitamiento estructural en el que nos encontramos en la actualidad en lo relativo al movimiento sindical.

    Surgió el asunto de la precarización de los puestos de trabajo, el debilitamiento de la organización sindical en cuanto al sindicato de gremio, empresa y de industria, se iniciaba el desplazamiento del trabajo formal hacia el informal, el sub empleo, se pretendía potenciar el comercio y los servicios, dejando de lado el trabajo en el agro, y la mínima industria fue desapareciendo—se fue introduciendo lógicas como la estrategia empresarial de la flexibilidad y desregulación laboral. La administración del trabajo para la defensa, protección y cumplimiento de la ley fue desarticulándose hasta hacerla llegar a un mínimo de existencia.

    El modelo no – sindicato, estaba implementado, la conciliación laboral con los patronos se fue acabando hasta llegar al mínimo, igual la inspección laboral, fueron desapareciendo la organización sindical constituida con relación laboral dando paso a la organización de personas trabajadoras independientes. La informalidad y el sub empleo se fueron incrementando y dando paso a un ejercicio sindical débil, corrupto, falto de ética, ligado al poder, desprovisto de reivindicación y con una merma sustancial en la negociación colectiva y los derechos.

    *Sindicalista salvadoreño

  • El sindicalismo y su proceso histórico en el país

    El sindicalismo y su proceso histórico en el país

    Hablamos del grupo de artesanos que se situaron en los primeros veinte años del siglo XX, a veces se analiza que el origen del sindicato estuvo en los gremios de artesanos—alfareros, sastres, zapateros, panaderos, etc,–que en esos tiempos poseían sus propios medios de producción, y que dio paso al mutualismo.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Ya el capitalismo agrario se había introducido en el país y estaba formada una oligarquía terrateniente que ha ido languideciendo hasta nuestros días, después del despojo de las tierras, de los abusos y arbitrariedades en el uso del Estado para apropiarse de lo que no es suyo, los ejidos, de las tierras de la iglesia, los pueblos originarios. Las leyes ad hoc, hechas por el gobierno de los Meléndez Quiñonez de aquel entonces, pareciera que siempre una clase se ha creído dueña del país y ha abusado sistemáticamente de los intereses del pueblo.

    La muerte del Presidente Manuel Enrique Araujo (1913), sólo detallaba lo recalcitrante de la clase oligárquica cafetalera, se fueron despojando a los artesanos de sus medios y volviéndolos asalariados del abusivo comerciante, eran quizás oportunidades para un giro en la economía totalmente agraria que duró hasta 1979 en su mejor desarrollo, alzas y bajas en los precios del café determinaron a lo largo de los años enormes crisis de empleo, de salarios bajos, desempleo que provocaban afectaciones de hambre y miseria para el pueblo.

    A todo esto, la sindicación campesina por el lado de quienes sembraban y cosechaban el café, era difícil y se impedía a sangre y fuego por las familias de cafetaleros; luego los beneficios donde se procesaba el café, trabajadores agro industriales que fueron dando sentido al sindicato de industria, recordamos el SICAFÉ durante la guerra civil. Hubo momento luego del golpe de Martínez (1932) que claramente se proscribió hacer sindicatos—dictaduras represivas, crueles y genocidas—que nos caracterizan por una cultura dominante, del poderoso hacia el débil, de poco diálogo, de una lógica mediática que se encarga de alienar, de mediatizar las luchas sociales, donde ha sido destacada la actuación del Diario de Hoy, y de gobernantes serviles al capital.

    Qué podemos mencionar en el actual régimen político, no sólo se trata de la continuidad de un gobernante más allá del período que la misma oligarquía ha definido—el pueblo como tal, los sindicatos nunca hemos participado del proceso jurídico de un país y siempre hemos sido la clase perdidosa, atrasada, llena de conflictos de unidad y progreso laboral, socio-económico.

    El desarrollismo económico han sido fases que aparentaron progreso para la gente, pero eran nada más acciones que acallaran el grito de sublevación del orden establecido. La época de Osorio, con la creación del seguro social, la constitución de 1950, de nuevo leyes mínimas a favor de la organización de los trabajadores (as), pequeños retoques insuficientes para un desarrollo pleno del sindicalismo en el país—se generaron los sindicatos de industria y de empresa, se potencia el comercio, la exportación, se instala el mercado común centroamericano.

    Pero el capitalismo no concilia, el dominante quiere más, es el pecado original y empiezan a generarse conflictos, se da la guerra de las 100 horas con Honduras, el mercado capitalista creado se descontrola, sólo unos acumulan en detrimento de las otras clases poderosas—eso se traduce en problemas en las relaciones exteriores de los países de la región, intervenciones de los organismos de naciones unidas para resolver los litigios, insumos para montar los conflictos sociales vividos. Los cuales mediatizan la lucha de los pueblos por su liberación, se exacerban las pasiones, surge el liderazgo social que retoma la lucha víctima de la represión, persecución y muerte del régimen de turno. Acabamos de conmemorar la masacre de FENASTRAS, y sólo se recuerda con una actividad de calle, sin poner las razones frías y objetivas que son sucesos históricos que jamás deben volver a repetirse, de lo que se trata es de avanzar civilizadamente a una nueva fase. No obstante, eso jamás llega, es siempre el cierre de algo para darle apertura a lo mismo, la misma mona con distinta cola.

    El sindicalismo se pierde en todos esos vaivenes de la traición, deslealtad y la lucha objetiva por la liberación definitiva, hoy tenemos el sindicalismo de personas trabajadoras independientes, pero no son los gremios de artesanos, no, son el resultado del despojo del trabajo, del empleo, de los derechos laborales y sociales, del deterioro en la economía familiar, de la desregulación y flexibilidad laboral, de la falta de la participación política y, entonces ¿cuál es la tarea estimados y estimadas sindicalistas?

    *Sindicalista salvadoreño

  • Tendencias a una acción sindical en FEASIES hacia un nuevo y mejor horizonte sindical

    Tendencias a una acción sindical en FEASIES hacia un nuevo y mejor horizonte sindical

    Vamos entrando a nuevos procesos de organización sindical en un marco de desarrollo político-social del país—junio2019 a la fecha, el factor ideológico va cediendo a otras formas de entendimientos, de interlocución con los tomadores de decisión y con los dueños de los medios de producción—los procesos de relaciones laborales exitosas, equitativas y justas, no están siendo construidas y hay ámbitos de mucha desventaja y des favorecimiento para la clase trabajadora.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    El sindicalismo en general sigue sin construir un proyecto político sindical propio, autónomo, independiente a los poderes de gobiernos, partidos políticos, empresarios y sectores de poder en una sociedad machista, violenta, homofóbica, subdesarrollada y dependiente económicamente; por momentos hasta apolítica y sin memoria histórica.

    Como FEASIES vivimos momentos críticos dentro del fenómeno de la guerra civil (1987-1992), supimos sortear la coyuntura de los acuerdos de paz (1992), adoptando formas organizativas e introdujimos el sistema de educación sindical (1993); ingresábamos en un contexto de derecho, obtuvimos nuestra personería jurídica (1994) y fuimos construyendo un sindicalismo de izquierdas, pero frustrados y desesperanzados que el modelo económico que se introducía por ARENA, era contrario a un desarrollo sindical, impulsándose el modelo no-sindicato, no obstante se ratificaron convenios y se dieron mínimas reformas laborales.

    Fortalecimos alianzas con organismos de mujeres que nos cualificaron nuestros valores, conceptos, definiciones y desarrollos con respecto a la construcción de una perspectiva y enfoque de género en el quehacer sindical—2003—y elaboramos una política de organización y de género que fueron integradas al pensamiento, conciencia y acción federal.

    Estamos concluyendo un ejercicio atípico, por el estancamiento económico y aperturas de la economía nacional sin entender a cabalidad el rescate del proceso económico con la Presidencia Bukele, debido a la pandemia Covid 19. Enfrentamos políticas laborales con retrasos en la documentación para el ejercicio sindical, que ha implicado considerables dificultades en la extensión de credenciales, cuestión que atenta contra la libertad sindical. Existe un alto endeudamiento público, implicando altos niveles de sub desarrollo social, laboral, económico y político.

    La coyuntura del último trimestre arrojó sacar del estancamiento a las juntas directivas sindicales, así como completar acciones sindicales que llevaran a la recuperación económica de lo no pagado en conceptos salariales y prestaciones sociales; la recuperación del empleo en suspensión de contrato y/o por despido.

    Hemos continuado desarrollando proyectos de cooperación que refuerzan acciones hacia juventud y población lgtbi en el campo laboral, con procesos continuos nacionales y sub regionales.

    Los problemas en las diferentes asociaciones sindicales siguieron su desarrollo histórico, para el caso la lucha por convenios internacionales a saber: 177 que recoge el trabajo en domicilio; 189, en el trabajo del hogar; 190, vinculado con la protección contra la violencia en el trabajo. Y la lucha que significó la demanda por crédito, fianza para no perder la indemnización y la recuperación debido al deterioro económico y sus efectos en la economía por el Covid 19. Cuestiones que siguen pendientes de ratificación y cumplimiento por el actual gobierno.

    Igualmente desarrollamos el programa educativo con aspectos y temas que llenaran las expectativas de las personas trabajadoras sindicalizadas y sindicalizadas con poca experiencia sindical. La movilización es clave para reivindicar derechos y luchar por demandas reivindicativas ante los poderes del Estado, por la reforma previsional, el salario mínimo, el diálogo social, por el empleo y trabajo decente, Se continúan cerrando empresas y el desencadenamiento de conflictos laborales están presentes por las debilidades institucionales que sigue presentando la jurisdicción administrativa, la inspección y conciliación laboral, mesas de diálogo con las empresas que no proyectan un trabajo de respeto y cumplimiento a las libertades sindicales.

    Queremos trabajar en pro de un desarrollo más cualitativo de construcción de organización sindical en FEASIES—y mejorar sustancialmente el pensamiento, la conciencia y la acción (práctica sindical) para una mejor organización sindical, más empoderada, mejor estructurada y con experiencia sindical para resolver y prevenir conflictos, por un ejercicio de defensa de los derechos laborales, además de una acción sindical de protección, asesoría y atención ante incumplimientos y violaciones de derechos a través de peticiones, denuncias y demandas de las personas trabajadoras.

    El sindicalismo que FEASIES pretende es ir superando el estancamiento del valor organizativo, agregando condiciones de desarrollo y evolución, mejoramientos en la unidad sindical, alianzas estratégicas y tácticas con liderazgos unitarios, creíbles y representativos. Trabajar la unidad programática y orgánica; y, el proyecto político-sindical, y empujar a la existencia de un sindicalismo ideológico, politizado y de masas.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Coyuntura laboral y la movilización sindical por intereses legítimos

    Coyuntura laboral y la movilización sindical por intereses legítimos

    El año va cerrando y después del marco del bicentenario, hay un punto de inflexión que va abriendo brecha hacia otros posibles derroteros—en contraposición la contradicción del uso de decretos legislativos para el supuesto control de la pandemia, sin impedir eventos internacionales y nacionales de futbol, y la alta movilización social en lugares tradicionales que siempre concentran un mar de gente yendo y viniendo.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    En ese marco, anuncio del salario mínimo en un 20% a partir de agosto y un paliativo a empresas con menos de 100 personas, para apoyar con el complemento en la planilla al menos durante un año. Luego, introducción del bitcoin como moneda de curso legal, y el anuncio de una reforma previsional o una nueva ley del sistema de pensiones.

    Hay contradicciones en el grupo sindical que apoya la gestión ministerial de Rolando Castro, quien sigue insistiendo que es una mansa paloma y no hay razones para incorporarlo a la lista Engel, que le tiene vetado su acción de lobby en la USA, para publicitar los empleos, muy pocos por cierto, hacia el mercado estadounidense Y es en tanto personeros sindicales que dicen tener vía directa con el Presidente, quienes reclaman los retrasos en la extensión de credenciales, que desde la gestión de Castro en junio2019, está provocando una violentación del ejercicio pleno de libertad sindical.

    Y personeros de la derecha sindical confirmaron esta denuncia—las credenciales son una manera de chantajear la voluntad de los grupos sindicales que ven en la gestión bukele una nueva performance de acción sindical. La que siempre antes y ahora ha estado vetada por la derecha y la izquierda partidaria. Y se ve como una acción claramente anti sindical, que debe corregirse si se quieren acumular réditos para una nueva gestión en el ejecutivo.

    En cuanto a un mejoramiento o estabilidad dentro de las relaciones laborales en las empresas, el aumento del salario mínimo ha provocado elementos confrontativos con los sectores laborales, en tanto algunos sindicatos se oponen a formas laborales que generan una mayor explotación laboral—como en caso de la maquila de confección textil el aumento de metas de producción para absorber el costo de mano de obra. Y así en empresas de otras industrias, comerciales y de servicios. El agro como ha sido costumbre siempre ha estado en condiciones de mayores deterioros económicos y, la política agraria del actual gobierno no define mayores avances para mejoramiento de la actividad económica en dichos sectores agrarios. Y el incremento del salario mínimo es de mayores impactos para los empresarios agrícolas.

    No hay hasta ahora en el ejercicio bukelista, una mejora sustancial a las condiciones de vida y de trabajo para los sectores que históricamente le han apostado por cambios y transformaciones estructurales a la lógica productiva y económica del país; deponiendo en muchas etapas sus vidas, que los que quedan continúan a pesar de la lógica gubernamental imperante, en una vorágine de empobrecimientos acelerados, sin delinear un futuro más halagüeño.

    La clase trabajadora está en la premisa básica “si no trabajo, no como”, lo cual resalta la competencia miserable en la que vivimos, creer que siendo así nuestras vidas laborales, familiares y personales van a cambiar, perdiendo de vista el bosque, y mediatizando sus vidas para evitar la movilización por una causa sindical importante y de mayor cobertura político-sindical. El salario, sigue siendo un derecho humano fundamental, pero hace bastante tiempo que este no mejora y llena las necesidades básicas y vitales de la gente; el Estado poco subsidia además de lo ya cubierto con ARENA y el FMLN: transportes; gas propano, energía eléctrica, agua potable, que varían de acuerdo a los precios en un mercado capitalista siempre incesante hacia la ganancia.

    Y el fenómeno de exigencias mayores de productividad en todas las actividades económicas, arrastran que los salarios nunca lleguen a equiparse al costo de vida—desde la dolarización en el 2001—tuvo un incremento bárbaro– nos dan dólares, pero siguen pagándonos en colones. Todo aumenta, el salario mínimo incrementa a precios de mercado, hay proveedores que no logran producir y movilizar su mercadería—siempre se necesita mayor producción que en algunos sectores se impone y obliga, pero sin pagarla, siempre se trata de mayor plusvalía en detrimento y empobrecimiento de las vidas de las personas trabajadoras.

    No hay empleo remunerado y decente, que nuevo, siempre ha sido así, trabajo sigue habiendo peyorativamente denominado ocupación, hoy se tiene mañana no, a quién le importa una cuestión así, quizás ni al propio afectado que sigue esperanzado en que un Presidente con su personalidad, es capaz de ser alguien que mejore los destinos hoy infelices, de la mayoría de salvadoreños.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Avances, retrocesos y demás populismos con la re-reforma de pensiones

    Avances, retrocesos y demás populismos con la re-reforma de pensiones

    Seguimos en estiras y encoges por una enorme posibilidad de re –reformas al actual sistema de pensiones en el país, que pueda disponer de una conclusión acordada por la mayoría de manera satisfactoria.

    Por: Roger Hernán Gutiérrez*

    Pero, lo común a todas las re-reformas anteriores y esta que se viene encima presenta la misma característica, una falta de debate nacional, sectorial, pueblo organizado y gobierno de manera horizontal y con todas las cartas sobre la mesa—es decir con toda la información para un debate integral, no necesariamente técnico eso viene después—el tema de pensiones es eminentemente un debate político, en tanto los intereses que se conjugan son de por si polarizados, ambiguos, poco transparentes, mezquinos, des humanizados, mercantiles en sumo grado, donde el asunto no es reivindicar el derecho humano fundamental de la protección social en eventos relacionados con la vejez, la invalidez y la muerte, sino ver como hago negocio de la necesidad de personas en condiciones de adultez mayor con altos grados de deterioro social y económico.

    El anuncio trajo aparejada una dosis de imposición, diluida en la demagogia que la gobernanza está supeditada al mandato del pueblo a un gobernante que no consulta nada o lo hace muy poco en elites cerradas y muy compartimentadas. Eso puede no importar si luego del anuncio se manifestara apertura a lo que implica este tema, tanto periodística para trasladar al común del pueblo información de los distintos estamentos que se pronuncian por la re- reforma previsional. Todos o casi todos están de acuerdo en que hay que forzosamente reformar el actual sistema de pensiones—el punto acá es cómo debería ir la reforma, y es allí donde se vuelve el conflicto exponencialmente.

    La reforma es clara en tanto a la base lo que se requiere es mejoramiento sustancial del beneficio primario el monto de pensión, pero eso significa que los fondos deben disponer de alta rentabilidad para poder redistribuirse de conformidad a requisitos y condiciones de los sectores cubiertos y no cubiertos por el sistema. Es por tanto que lo transitorio y lo gradual parecen ser las herramientas básicas para que la discusión que se tiene no vaya a desbordarse o irse fuera de control.

    Hay diferencias en cuanto a los sectores cotizantes, para el caso salarios bien diferenciados, que cotizan una mayor cantidad y se sienten y demandan un mayor beneficio—el sistema de pensiones público, reconocía la solidaridad salarial, los que tiene más salario apoyen a los que tienen bajos salarios. El sistema privado de pensiones es egoísta e individualista (tanto tienes tanto vales).

    Y los no cotizantes hablamos de 7 de cada 10 personas trabajadoras, al no cotizar está fuera y excluido de los beneficios—aunque sean mínimos, eso se palió con los 50 usd para los mayores de 70 años de determinados municipios pobres, lo cual es discriminativo para el resto de población en igualdad de condiciones etarias y económicas, pero viviendo en otro municipio calificado con otras condiciones, y lo más duro de este asunto es cómo se financia—por ello es importante la gradualidad, para ir mejorando la cobertura y el monto.

    Avances se observan muy pocos, el debate es muy pobre por diferentes razones, la mayor de ellas es ganar protagonismo y salir con una propuesta que me traiga réditos políticos, otros buscan montarse en la re- reforma y alcanzar un perdón por lo que acordaron en reformas anteriores; aquéllas que llevaron al favorecimiento de los intereses del Estado en detrimento de cotizantes tal es el caso del endeudamiento previsional, así como el pago de la deuda a tasas de interés sumamente bajos. Y sobre todo por la incertidumbre que a futuro va implicar el sostenimiento del sistema que no tiene viabilidad al estar diseñado de esa manera.

    Retrocesos es claro que esa es la táctica, mientras por el otro lado se miden indicadores de popularidad, de aceptación de la re- reforma por la mayoría de población afectada, a fin de que la oposición que pueda existir no sea un factor de peso para distorsionar ese camino y meta populista.

    Los intereses corporativos de los actuales administradores del sistema que ven las intenciones de la propuesta y que tanto implicará quitarles 100% el negocio, o dejarles con una cuota de administración bastante reducida, luego de años de venir con altas cuotas (3.7%) que generaron una buena ganancia y que hoy se encuentra aún alta en 1.9%. Si es pública la institución administradora del sistema, sea nueva a partir de fusiones o directrices de rescatar una lógica basada en el principio de la negación de la negación. Finalmente veremos, pero el horizonte no está claro y las pugnas afloran para avances mínimos y altos niveles de estancamiento, populismos y retrasos.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Y el ante proyecto de pensión, avanza, se estanca o simplemente se espera caiga de arriba

    Y el ante proyecto de pensión, avanza, se estanca o simplemente se espera caiga de arriba

    El anuncio del pasado 15 de sept/2021, tendrá como efecto que el Ministro de Trabajo y su grupo sindical haga una presentación que será entregada al gobierno. Será la próxima semana—el mismo se centra en que debemos sacar una mejora sustancial de los montos de pensión—por ahora el grueso de pensiones está bajo el 45%, mínimo que establece la OIT—no obstante, la lucha apela por elevarlo al menos en un 60%, pero el pelo en la sopa es que no se tienen los fondos suficientes para un cálculo mejor de la tasa de reemplazo, sobre todo que se conoce que durante el ejercicio del sistema público (INPEP) con 40 años de servicio o los docentes con 35 años se alcanzaba el 100 del salario básico regulador.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    El asunto acá es que una nueva forma de calcular el monto de pensión, significaría disponer del comportamiento de las variables paramétricas que sostienen el sistema: edad, cotización, tiempo de servicio. La reforma previsional del 96, modificó el tiempo de servicio elevándolo de 15 a 25 años como mínimo para tener derecho, también modificó la cotización elevándola sustancialmente y se volvió a modificar con la reforma del 2017, quedando en 15%, uno de los más altos de la región. Las personas trabajadoras no soportan el peso que esto significa en sus salarios, muy bajos—lo bueno es que la pensión mínima ha llegado en 2021 a 304 usd muy cerca del salario mínimo actualizado (365 usd), ello implicaría una tasa de reemplazo significativamente considerable.

    En aquel entonces la edad no se modificó y continuó estando a la fecha en 55 para mujeres y 60 para hombres, la situación acá es que la pista de acumulación para las mujeres trabajadoras es menor, aunado a períodos de maternidad que no son cotizables, así como una construcción social que no reconoce el trabajo del hogar remunerado, obligando esta situación y la crianza de los hijos/as a disponer de un período cotizable menor, lo que en la manera cómo actualmente está calculado significa pensiones menores hasta de un 30%.

    Esto debe obligar a incorporar en la reforma previsional que se prepara, una compensación en tiempo de servicio y/o cotización (monto de subsidio) para recuperar el tiempo y el nivel de cotización perdido.

    La expresión mayoritaria es a impedir el aumento de la edad, y la cotización incrementarla, solo hacerlo en la parte de la cuota patronal. No hay estudio actuarial que analice en el mediano y largo plazo el mejoramiento sustancial de los beneficios, que sean sostenibles y con suficiencia, sin discriminar ni lesionar a las personas que ganan menos y que presentan una carrera laboral muy discontinua. Mucho de la duda que se percibe es quién administra el sistema, al parecer ha penetrado la parte que el Estado es por naturaleza corrupto y la empresa privada no, ese pensamiento nos lleva a creer que la administración de las AFP está bien, y pasarle los cotizantes y montos de pensión valorados en más de 600 millones de dólares mensuales, parecería un exceso, y debe haber cautela, mucho de los fondos de pensión están en papeles dado el alto endeudamiento que lleva desde el 2000 con bonos y luego con el fondo de obligaciones previsionales.

    Este es un tema de difícil comprensión popular, la protección social es algo que ha venido desvalorándose hasta caer en un vacío muy profundo, la ley de desarrollo y protección social (D.L. 647) que fue creada en el período del FMLN es hoy totalmente estéril; la pandemia es responsable de que este derecho vaya agotándose hasta representar muy poco en la vida de los salvadoreños, en tanto que está destinando mucho de los pocos recursos con que se cuenta para su contención. La previsión social es un tema trascendental y de mucha polémica, la presentación próxima debe reunir lo mejor de la histórica discusión desde que se privatizó el sistema de pensiones público, un sistema de coexistencia del privado y una nueva valoración para renovar el sistema público, parecería ser la mejor decisión, pero y aquellos que con sus impuestos contribuyen a pagar el monto de pensiones que va aumentando año con año. Hacienda incorpora al presupuesto grandes sumas de dinero para este rubro. El punto es que el sistema los margina y excluye—y los que cotizan muchos no alcanzarán una pensión ni tan siquiera ese porcentaje de miseria—se les devolverá su poco ahorro sin más—y muchos no alcanzan aún a comprender la existencia en condiciones inhumanas en la adultez mayor.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Relaciones laborales en un ámbito político autocrático

    Relaciones laborales en un ámbito político autocrático

    Tratemos de construir una definición de relaciones laborales, en principio se piensa que es algo entre más de una parte—es entre los empleadores (el término más reciente acuñado dentro de la jerga neoliberal) y las personas trabajadoras—es algo más específico que los términos del código del trabajo (1972) que describe las relaciones entre el capital y el trabajo, recordando claramente que son dos partes la que sostienen la relación laboral, y que la legislación nacional e internacional es el marco regulatorio para que esa relación sea de lo más equilibrada y satisfactoria para ambas partes. Y sobre de acatamiento y cumplimiento forzoso (obligatorio).

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    En términos de un régimen político con una democracia formal burguesa u oligárquica, a favor del más fuerte de la relación laboral, los que tienen los medios de producción es decir los empresarios, la terminología jurídica para dejar claramente definidos e interpretados los derechos laborales, es todo un montaje de una supuesta legislación equilibrada, pero lo que realmente existe es la anulación, la prescripción, la oscuridad interpretativa en la práctica y un texto claramente a favor de quienes dominan la relación laboral.

    Ese régimen democrático oligárquico, que ha prevalecido en su beneficio y garantía de su poder de acumulación capitalista—es decir explotador—ha venido desde la constitución de 1950, caracterizada por incorporar cierto régimen social, en un contexto desarrollista en el país, ha prevalecido dentro de la reforma del 62 y del 83, es decir el capítulo relacionado con el trabajo y la seguridad social, se ha venido encapsulando en algo casi inmutable, en tanto que las relaciones sociales de producción no han evolucionado en lo más mínimo y lo que se impone es la subordinación y control laboral, que en términos sencillos es la anulación y coacción de la relación laboral.

    Con la globalización económica (Reagan – Tahtcher) en el mundo, se impuso por la oligarquía y el partido ARENA el uso patrimonialista del Estado (1989), y un favorecimiento del supuesto libre mercado (a la importación, comercio exterior, régimen financiero-bancario-este último una caracterización de la etapa imperialista; que puso en una clara etapa anacrónica a la legislación laboral (1963-1972), que ni el Foro de Concertación Económica (1993) fue capaz de incorporar para una real transformación productiva. Para el caso la introducción de zonas francas para la confección de prendas de vestir e indumentarias (1990), donde el código no incorporó nada, haciendo un régimen laboral paralelo y subordinado a la hacienda pública (aduanas) y economía.

    Esa diferente lógica económica, afianzó la relación laboral trastocándola con el impulso de tratados de libre comercio y la estrategia empresarial de la flexibilización y desregulación laboral. El Código del Trabajo, es una herramienta obsoleta y anacrónica, incapaz de desarrollar una efectiva tutela laboral, para colmo en el ejercicio de ARENA, se pretendió imponer el modelo NO SINDICATO, en la base de que ya no era necesario el conflicto de clase y volvíamos a un estado de derecho oligárquico. Y se introdujo terminología como el plan estratégico de país o pactos de nación económico-social, que no fructificaron, la empresa privada introdujo su manifiesto empresarial, que tampoco se retomó en lo más mínimo, siguieron supuestos cambios en el régimen político, se afianzó la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia, se rompió con supuestas ventajas en el diálogo social.

    Todo eso fue como un sueño que adormiló a toda la población (1989-2019), el FMLN se prestó al continuismo al ocupar sillas edilicias y diputaciones, y dejar desarrollar el neoliberalismo en toda su expresión—el país se ha vendido en su totalidad, y el efecto de todo esto en las relaciones laborales es de una total esterilidad de bienestar económico, un deterioro constante de derechos laborales y ciudadanos conquistados a base de lucha social, definidos legalmente y legitimados por años de historia hacia la liberación definitiva; la institucionalidad pública decayó en altos grados de incompetencia, infuncionalidad, arbitrariedad, manejos administrativos turbios y alta corrupción del funcionariado, asesorías.

    En régimen autocrático las relaciones laborales, se deterioran más, se menoscaba la legalidad, el compromiso mútuo, la reciprocidad; presentan una alta verticalidad, son bastante jerarquizadas e impuestas, con escaso diálogo democrático, sin principios de apertura, transparencia, y sobre todo dejando de lado en total marginalidad y exclusión social, la procuración del bienestar colectivo y la puesta en común de la información vital, estratégica para una toma de decisiones efectiva, solidaria y de provecho para los diferentes sectores laborales.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Anuncio presidencial de un anteproyecto de Ley de Pensiones

    Anuncio presidencial de un anteproyecto de Ley de Pensiones

    La demanda político-reivindicativa de larga data, que se presentó ante el gobierno el pasado Día Internacional de la Clase Trabajadora, fue retomada por la Presidencia de la República, esta vez no como una respuesta efectiva al planteamiento sindical, sino más bien como otra cortina de humo que vaya diluyendo las posibilidades de agrupamientos bastante heterogéneos y las potencialidades que se demandaron en las movilizaciones pasadas con motivo de la conmemoración del bicentenario de la independencia.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    En mucho el tema de las pensiones ha sido un libro abierto donde se conjugan intereses sectarios que no permiten establecer una reforma previsional con toda integralidad—eso significa que la misma de hacerse y aprobarse, debe tomar en cuenta todos los elementos que una reforma de este tipo conjuga, luego del favorecimiento de la deuda estatal en la pasada reforma del 28 sept/2017. Donde se presentó una reforma integral por la clase trabajadora, que recogía elementos importantes para los intereses de la clase trabajadora formal (20-25%) e informal (75-80%) y siendo esta población la más afectada, por estar fuera del actual sistema previsional, en tanto es una población sin derechos, por no cotizar al sistema, y de la que poco o nada se ha hecho para rescatar una pensión solidaria, no contributiva.

    También la propuesta que se trabajó en 2017, retomaba rescatar el sistema de reparto con la creación de un nuevo instituto público previsional, dejando sin solución lo que implicaría el desaparecimiento de las actuales instituciones públicas previsionales del INPEP y el ISSS; en tanto que el sistema de cuenta individual administrado por las AFP, rompe con principios como la solidaridad, la universalidad, y no se rige bajo un sistema de cuotas escalonadas, para conservar la rentabilidad y sostenibilidad del sistema de pensiones. La rentabilidad implicaba un aumento de la cotización para los empleadores de un punto y manteniendo el porcentaje para las personas trabajadoras.

    En cuanto a los beneficios—es una de las partes más difíciles de conciliar—en tanto el anterior sistema público, sustituido por el sistema de las AFP, daba pensiones con un cálculo de tasa de reemplazo hasta del 100% con una cantidad de 35 – 40 años de servicio. Después de la reforma (1996) el cálculo se modificó y se elevó a 52 años lograr el 100%, se incorporó el índice de precios al consumidor; y en el sistema privado previsional de cuentas individuales, el cálculo dependía del devengue de altos salarios, de una fuerte estabilidad en el empleo y de una administradora con inversiones de los fondos de pensión rentables, sostenibles y sustentables. Estas variables como todos sabemos no se disponen y sobre todo la deuda previsional acumulada del Estado ha llevado al deterioro de la rentabilidad de los fondos.

    Ese alto endeudamiento público que hoy sobrepasa con creces las posibilidades de una reducción sustancial y, que sumado a la manera como el actual gobierno gasta los recursos disponibles, determina un panorama de ahogo en la rentabilidad de los fondos y sostenibilidad financiera del sistema previsional. Lo que es uno de los factores más difíciles de resolver, por cuanto el beneficio para la clase trabajadora no es sólo garantizar una pensión, sino disponer de una suficiencia del beneficio, lo cual es una de las mayores críticas que enfrenta el actual sistema de pensiones.

    La manera como se va administrar el sistema previsional, también manifiesta una enorme debilidad, ARENA se encargó de desacreditar el sistema del INPEP y del ISSS, sobre malos manejos y corrupción, en la base de que lo público no funciona y lo privado per se es siempre mejor y exitoso, el sistema privado colapsó cuando el cambio de un sistema a otro comenzó a tener problemas de financiamiento—en tanto el sistema mantiene una irreversibilidad, capturándose a los menores de 35 años, lo cual ha implicado una período largo de acumulación de las cotizaciones, antes de dar pensión, se incrementó de 15 años a 25 años el tiempo mínimo de servicio; y sólo va quedando la edad como un requisito que la tendencia va llevando a que se aumenten a mayor de 60 años.

    La manera de anunciar el ante proyecto, y lo complicado políticamente del tema, hace que sea una cortina de humo en momentos donde las condiciones de país van agotando la viabilidad que se requiere. El tema del presupuesto en este mes está a la espera de que haya condiciones en la economía que garantice mayores ingresos al Estado, sin embargo, no se ve claro, la propuesta según lo que se oye es: a) prioridad las personas trabajadoras que cotizan y las que no lo hacen; b) el Estado y c) las AFP. El negocio es rentable para éstas últimas, y si no se toca al capital, la situación puede verse muy perjudicial a los intereses de la gente.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Y el proyecto sindical propio, autónomo e independiente a las fuerzas del poder hegemónico

    Y el proyecto sindical propio, autónomo e independiente a las fuerzas del poder hegemónico

    Al parecer seguimos esperando que los líderes sindicales de distintas corrientes de pensamiento filosóficas históricas: socialistas, social-demócratas, social cristianas y mezclas oportunistas vinculadas con empresarios y gobierno, aún estén pensando si hay necesidad de unificarse con la bandera de amplia cobertura; un proyecto político propio de la clase trabajadora.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    En el país ha sido de poca influencia la corriente socialista, y ni siquiera los que se asociaron con las ideas del conflicto armado y participaron de la acción del FMLN guerrillero, pensaban en ganar el poder de las masas para la instauración de un régimen socialista. Y las organizaciones que se han afiliado y están vinculadas con la Federación Sindical Mundial, no han tenido una actividad que condujera el desarrollo de las ideas socialistas, y con pocas excepciones trabajaron poco la lucha de clases—es decir luchar contra la explotación del trabajo por quienes ostentan los medios de producción, acumulan, obtienen plusvalía de la fuerza laboral—y generan un alto empobrecimiento de la población laboral.

    Los grupos sindicales vinculados con la socialdemocracia—han tenido el valladar de hacer que el capitalismo se humanice y pueda ser de beneficio para las masas—una contradicción es que no están de acuerdo en el socialismo y adoptan la filosofía que puedan a través de procesos electorales, convertir al capitalismo en un modelo económico que trabaja por el bienestar socio económico, al estilo de los países nórdicos. Pero nunca se han conquistado reformas sociales para la clase trabajadora que lograsen opacar la voracidad del capital.

    Con la introducción en 1950 la constitución recogió aspectos sociales importantes que crearon un desarrollismo social, tampoco fue de mejor época para el mundo sindical, se creó el seguro social, se formó la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños (1957) y un año después se constituyó la CGS, gobiernista, para opacar un repunte en las masas trabajadoras. Esa época fue vital para un proceso de mayor acumulación capitalista al integrarse el mercado común centroamericano, abortado por la supuesta guerra del futbol (1967). Esta corriente ha estado representada por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres-CIOSL.

    La apreciación es que a muchos de los grupos sindicales, les parece bien navegar en las aguas del capitalismo sub desarrollado, atrasado y violento, y la necesidad de trabajar, convertido en fácil presa de ideas ajenas y alejadas de los intereses de la clase trabajadora, históricamente ha sido cooptada por los partidos políticos tradicionales—PDC (1960-1989), por el PCN (1960-1979), por ARENA (1989-2009) y por el FMLN (2009-2019). Partidos electoreros que impulsaron programas económicos lesivos a los intereses socio-laborales. Y finalmente es muy poco el trabajo desarrollado por esta corriente de pensamiento.

    Luego con el trabajo de la democracia cristiana internacional en el país, y el exilio de su máximo líder Napoleón Duarte (1972); su regreso para ser el primer presidente civil constitucionalmente electo (1984-1989). También determinó grupos sindicales en conflicto con los grupos sindicales clasistas, y luego de fundarse la Unidad Nacional de los Trabajadores Salvadores UNTS (1984); se funda el paralelo denominado Unión Nacional Obrero Campesina-UNOC, bajo esta corriente social cristiana.

    Finalmente, en el proceso histórico ya con la doctrina neoliberal imperando (1989-2009) y la imposición de un modelo de libre mercado, apertura abrupta y amplia del país a los intereses internacionales y en detrimento del pueblo, en busca de inversión extranjera, se producen consecuencias nefastas para un sistemático debilitamiento del papel constitucional del Estado salvadoreño. Se renacionalizan la banca, el comercio exterior y se va perdiendo la política monetaria—se introduce la dolarización—encareciendo el costo de vida y creando un masivo desempleo que lleva a una alta estructura de informalidad laboral.

    Se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas, logrando que el grupo hegemónico oligárquico se favorezca de políticas públicas ad hoc, la venta del país, la desinstitucionalización, la corrupción de los sectores de administración de justicia—señalado históricamente por el Departamento de Estado de los USA. Y que la reforma constitucional de 1994, únicamente refuerza el nuevo orden establecido y la corrupción se institucionaliza con la complicidad del FMLN.

    Un proyecto propio sindical, requiere identificar ideas fuerza asociadas con un nuevo proyecto político de sociedad, con autonomía de las fuerzas del poder hegemónico y oligarca, con independencia de quienes pretenden someter a los trabajadores (as) a la explotación laboral, perpetuando condiciones de vida y de trabajo de miseria y en detrimento de salarios, empleo, derechos humanos vitales para un presente y futuro de bienestar colectivo, familiar y comunal.

    *Sindicalista salvadoreño

  • Libertad, igualdad, desarrollo y justicia social,  considerando en la reforma constitucional

    Libertad, igualdad, desarrollo y justicia social, considerando en la reforma constitucional

    La revolución francesa 1789 acuñaba LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD para dar paso a la nueva sociedad y la nueva república—en ese asunto estaba claro que una época monárquica acababa, y daba paso a una época capitalista—en nuestro caso estaríamos dejando atrás una república con un régimen político predominante de una oligarquía muy fuerte que se favoreció de un modelo económico basado en un supuesto libre mercado, pero que en realidad se trataba de una nueva fase de acumulación capitalista, que impuso una lógica económica a través de un régimen político gobernado por ARENA y sus 20 años de vender a todo el país.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Esa supuesta “nueva” República, es un paso a ir desarrollando al nuevo grupo hegemónico, vinculado a parte del capital corporativo y del grupo económico emergente—de la libertad que hablamos entonces es aquella que habrá de construirse para estos combinados económicos que disponen del control del gobierno para satisfacer su ruta hacia esa nueva República, con sus cambios en el control poblacional e institucional, a través de las comunicaciones y la informatización plena; una moneda virtual que de pauta a una propia moneda, la anulación de medios, la imposición de un discurso ideológico que favorezca las acciones que se requieren para ganar esa hegemonía.

    Una reforma constitucional que no da paso a la IGUALDAD, sino a la dominación de otro grupo económico que vaya abriendo brecha a su continuidad y autocratismo, una forma de ejercer el poder sobre las masas, simuladas con un texto para una dizque mayor participación ciudadana, como es el caso del plebiscito, el referendo, la iniciativa ciudadana, que botan el esquema de la iniciativa de ley, sólo por determinados funcionarios (diputados, alcaldes), sabemos que esos mecanismos que ahora no existen, pueden caer en un uso demagógico de los intereses hegemónicos prevalecientes en el nuevo régimen político.

    En la palabra desarrollo, está igualmente una palabra que no logra reivindicar mayor cosa, pues para los grupos económicos el desarrollo económico ha estado favoreciéndoles en su eje de acumulación. Y el desarrollo visto desde su sostenibilidad y sustentabilidad, no hay nada. Los crecimientos en el producto interno bruto han estado en un estatus quo para la gente, en base a un empobrecimiento constante y permanente, pero para este grupo económico dominante hay enormes ganancias, tan es así que 160 personas son involucradas en la apropiación de más del 80% del producto interno bruto. Situación que con base a reformas fiscales regresivas, comerciales, de servicios y políticas públicas, han ido acumulando mayores ganancias en detrimento de la mayoría de los sectores poblacionales y populares.

    JUSTCIA SOCIAL, los cambios en cuanto a las destituciones de magistrados, fiscal y recientemente lo de los jueces, son acciones que llevan a disponer de un control más efectivo en la Corte Suprema de Justicia; ¿para qué? Queremos enderezar la justicia, que históricamente ha sido endémicamente corrupta, sin principios, valores, ética, y sólo ha estado para proteger los intereses del que tiene, y anulado la esencia del desarrollo humano, su ser, como dicen la cultura prevalente es que es más importante el tener que el ser. Y los cambios en el establishment judicial, que ha jugado un papel de mediocridad por la justicia, como tampoco cumplido el principio de pronta y cumplida justicia—es decir una justicia por el imperio de la verdad, no ha sido posible y han sostenido un control del orden establecido en pro de los grupos oligárquicos.

    Se trata de un anhelo, que cada vez que se ha perfilado como una fuerza para hacerlo realidad, y ha bastado que personas y/o grupos poblacionales dominantes lo echen al traste, y no puedan volverse una realidad para la gente que tanto lo necesita.

    Uno de los considerandos es el que domina que lo que se trata es de ganar en una cultura de los derechos humanos, pero en una transición que hasta ahora ha implicado la violentación en ciertos estamentos de la sociedad de sus derechos humanos, para imponer una lógica de defensa y protección de los mismos.

    La cuestión es sembrar los fundamentos para una desarrollo sostenible y sustentable, de respeto y convivencia democrática, en la forma de que las minorías no sean las que desarrollen esa convivencia, sino sean las mayorías, hoy oprimidas, marginadas y excluidas por el poder de dominio, sino cambiarlo por un poder democrático de mayorías, que necesitan hacer avanzar en el conocimiento y el bienestar social; y para ello una fuerte reforma educacional, de salud, fiscal progresista, con políticas públicas que lleven a condiciones de bienestar socio-económico, laboral y político.

    *Sindicalista salvadoreño

  • El trabajo, los sindicatos, un gobierno autocrático y mercados laborales que cambian en el presente y en el futuro

    El trabajo, los sindicatos, un gobierno autocrático y mercados laborales que cambian en el presente y en el futuro

    El panorama laboral que enfrentamos, como resultado de la globalización, y del gobierno autocrático imperante, así como los cambios demográficos que aceleran la migración interna y externa, cambios medioambientales, la tecnología que por momentos en el país no aparece y no se observa que vayamos avanzando hacia la digitalización—la mano de obra es no calificada en su mayoría y está inserta en el mercado de la informalidad—y las universidades poco o nada están contribuyendo a que la transición, nos lleve a una cualificación laboral que impulse el país hacia nuevos derroteros en el futuro laboral.

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Los sindicatos, están en un reto existencial, a partir de esta realidad, y necesitan establecer más certeza ante ese futuro del trabajo. Hay claras diferencias de personas trabajadoras obreras y nuevos profesionales de muchas categorías que no estarían interesados en incorporarse a un sindicato, pero sin embargo son explotados de formas diversas—se trata de nuevas generaciones que avanzan con otra lógica de subsistencia, de valoraciones sobre el trabajo y su futuro.

    Los sindicatos, han mermado en representación de los intereses laborales, lo que ha llevado a un debilitamiento de la capacidad de organización y de prestación de servicios a las personas trabajadoras. El país aún mantiene población laboral en las actividades industriales, agrarias, de comercio y servicios, que son actividades económicas con una constante de condiciones de violentación directa e indirecta de derechos, y no se manifiestan procesos orgánicos dentro de la institucionalidad del Estado que tengan la voluntad y el compromiso de hacer una diferencia sustancial de justicia social y cumplimiento de la ley.

    El salario mínimo incrementado a partir de agosto/2021, no ha sido del todo cumplido por una buena cantidad de empresarios, a pesar de las inspecciones laborales y de los anuncios publicitarios ministeriales que pretenderían hacer que la ley se cumpla a cabalidad. En esto juega el contexto de la pandemia covid 19, que sigue manifestándose y agravado mucha de las condiciones productivas.

    La reacción empresarial es totalmente de oposición al incremento salarial y justifica que tales acciones del gobierno atentan contra la existencia de las empresas, lo cierto es que es una reacción que no es válida, en tanto los salarios son siempre el último eslabón de la cadena productiva, y hay claros posicionamientos históricos de que hay una acción empresarial de contracción permanente de los niveles salariales—la explotación ha llevado años de acumulación de ganancia para una sectores empresariales más que otros, pero todos han llegado a niveles importantes de solvencia en los negocios corporativos.

    El elemento vital en los sindicatos para ganar la representación de las personas trabajadoras, es ganar en acciones innovadoras, la formación de alianzas y coaliciones amplias y diversas. Mejoramiento de las habilidades técnicas, que Involucran el conocimiento y la experticia en determinados procesos, técnicas o herramientas propias del cargo o área específica que ocupa, luego están las habilidades humanas, que se refieren a la habilidad de interactuar efectivamente con las personas; una persona dirigente sindical interactúa y coopera principalmente con las personas trabajadoras sindicadas y con la estructura sindical bajo su responsabilidad o bajo su cargo o con la clase trabajadora en general. Muchos también tienen que tratar con funcionarios. proveedores, aliados, empresas, instituciones, ong´s, cooperantes, partidos políticos, etc.

    Esto de la revitalización sindical implica también habilidades estratégicas o conceptuales, que involucra la formulación de cambios novedosos e ideas, conceptos o relaciones abstractas y en la resolución creativa de problemas, construcción de nuevo conocimiento, etc . Tienen que ver con la capacidad de la persona dirigente sindical para tomar decisiones integrando distintos puntos de vista y poder anticiparse a eventos futuros –una clara capacidad para prever y resolver- lo que llamamos asertividad.

    El liderazgo que desarrolle cada sindicalista determinará su nivel en la organización y la capacidad de adaptarse a los cambios en la organización. La aplicación de estas habilidades van desde la dirección de planes, proyectos, programas y acciones específicas, participar en comisiones ad-hoc, hasta poder llegar a la dirección total de sindicatos, federaciones, confederaciones, centrales, coordinaciones, grupos, equipos y demás.

    Mucho de las restricciones debido a la pandemia, los sindicatos apoyamos a muchos trabajadores(as) y a veces integrando a la familia, en la prestación de asesoramientos jurídicos, campañas de sensibilización, adaptación de programas de formación, la promoción de reconocer que la covid 19 es una enfermedad profesional, así como el uso de los medios sociales. Y la demanda por la existencia de fondos de emergencia, los que las empresas mantienen en una férrea oposición.

    *Sindicalista salvadoreño

  • A un paso de la reforma previsional

    A un paso de la reforma previsional

    El plan Cuscatlán refería en el tema en particular cierta jerarquización, y por decirlo de alguna manera bien arriba los trabajadores(as), bastante abajo el Estado, y muy pero muy por debajo las AFP, cuál es el significado de esta promesa de campaña de Nayib Bukele, que claramente ponía en relieve a la clase trabajadora “dueña de los fondos de pensión” en primer lugar—en consecuencia estaríamos hablando dentro de un análisis técnico de la variable beneficios, es claro que si el sistema previsional es insostenible y no presenta una rentabilidad suficiente en su administración financiera de los fondos, no es posible una suficiencia de beneficios—

    Por: Róger Hernán Gutiérrez*

    Es el caso que mucha de la lucha laboral se centra en que los montos de pensión son risibles, lo que ocasiona que nadie quiera pasar a ser clase pasiva, pues no se vive con el monto actual, sobre todo cuando la variabilidad salarial es muy baja y es un promedio salarial arriba de los 400 usd, lo que no ocasiona la suficiente rentabilidad y por consecuencia no provoca una acumulación que lograría una tasa de reemplazo mayor al 60 % e inclusive ni del 45% como lo establece la OIT. Y el punto es que muchos que se pensionaron con el anterior sistema de reparto del INPEP alcanzaban con 40 años de servicio el 100% de tasa de reemplazo—prácticamente se jubilaban con el salario—

    En 2° lugar el Estado, la deuda previsional es colosal, y esto tiene a la base los altos costos de la transición, los cuales no fueron absorbidos por el nuevo sistema de capitalización individual, sino quedaron a cargo del Estado, es decir de la población en general que paga renta e IVA en su desarrollo existencial en sociedad. Luego que los fondos del sistema anterior se agotaron se recurrió a deuda previsional bajo lo que se denominó bonos y luego el fideicomiso de obligaciones previsionales, lo cual fue “el robo del siglo”, en tanto el sistema de cuentas individuales necesitaba iniciar y por esa razón absorbió a toda la población cotizante menor de 35 años—lo que implicaba un buen período de cotización acumulada, antes de proceder al otorgamiento de pensiones.

    Y luego las AFP, que se quedaron con la administración del sistema, sin preocuparse si el sistema funcionaba, o si era necesario una mayor rentabilidad para mejorar los beneficios. Es claro que la AFP, solo integra el porcentaje de la cuota previsional, la que en sus inicios era considerablemente alta, y a base de lucha social y presión se fue bajando hasta hoy estar en 1.9% del total de cuota previsional (15%) que ha ido aumentando, siendo una de las más altas entre quienes reformaron los sistemas de reparto a cuentas individuales.

    La propuesta de reforma previsional, aun no tenemos claro a donde está apuntando, lo que hemos oído es que la Presidencia con la propuesta está estableciendo una prioridad, dejar el negocio a las AFP, pero reducido en su ganancia, creándose una competencia bajo el sistema de reparto, lo que conlleva la eliminación de la irreversibilidad, es decir que la movilidad de cotizantes ya no sólo sea entre AFP (CRECER-CONFIA), sino pueda trasladarse a una institución pública renovada, en quizás una fusión INPEP-ISSS en la parte previsional. En esto hasta la actualidad no hay competencia y el duopolio es predominante para que no la haya.

    Bukele, en sus lineamientos no tocará directamente el duopolio, pero propondrá ser parte del negocio, y las opciones pudieran ser o retirase plenamente, lo que deja al Estado la plena administración del negocio, o se quedan con parte del sistema y coexisten pacíficamente. Esto para entender un poco lo de la categorización en el referido plan Cuscatlán.

    La reforma previsional avanza y entre bitcoin, ley del agua, se acerca lo del presupuesto de la nación, lo que carga el mes de septiembre—la mesa está servida con varias cuestiones difícil de masticar, tragar y hacer una buena digestión, métanle lo de la reforma constitucional para acabar de ser un ahogo cuasi perfecto. Y claro otras tantas vainas que siguen presionando, y en esto la pandemia que está campante y sonante en todo el ámbito nacional.

    No obstante, el sistema de educación, de vivienda, el sistema económico de salud, van por inercia acompañando a ver en qué momento se retoman con claridad, tal parece que luego del reparto de las computadoras, las nuevas generaciones se continúan preparando “conscientemente” hasta alcanzar la ofensiva final. ¿Será tanto así?

    *Sindicalista salvadoreño