A pesar de su elevada incidencia y de su fuerte impacto en la calidad de vida, es una patología infradiagnosticada y poco reconocida.
La migraña es la tercera enfermedad más frecuente en todo el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud, una de las más incapacitantes.
El organismo reconoce también que un ataque de esta dolencia es tan invalidante como la ceguera o la tetraplejía.
Sin embargo, a pesar de su elevada incidencia y de su fuerte impacto en la calidad de vida, es una patología infradiagnosticada y poco reconocida.
Tiene su base en un trastorno del cerebro, quizás con una base genética, aunque nadie conoce con exactitud las causas de esa liberación de sustancias químicas sobre los nervios.
Una de sus formas aparece con intensidad de moderada a severa de cuatro a 72 horas y en ocasiones acompañada por náuseas y vómitos.
Durante otras ocasiones, aparecen episodios recurrentes que duran varios minutos con síntomas visuales, sensoriales o del sistema nervioso central.
La variante más crónica aparece al menos 15 días al mes y suele durar más de tres meses, y con el tiempo resulta cada vez más gradual.
Un ataque de este trastorno, incluso, tiene efectos en la memoria o el lenguaje y la conducta, aunque limitados en el tiempo.
