El Salvador: gobierno promueve el odio, descalificación e intolerancia,

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

En nuestro país algunas universidades han desempeñado un rol importante en la lectura de los hechos coyunturales y la orientación de la población ante estos acontecimientos, explicando las razones y los orígenes de los acontecimientos de acuerdo con una lectura crítica de la realidad nacional.

Esto ha molestado a los sucesivos regímenes que han conducido o ejercen el poder en nuestro país, en muchos de los casos se ha desatado una feroz represión en contra de estas instituciones, y han debido pagar por la osadía de llamar al pan, pan y al vino, vino, con una alta cuota de sangre y sacrificio de docentes, estudiantes y administrativos, sino basta con recordar los acontecimientos de las masacres más emblemáticas, la del 30 de julio en 1975 contra una marcha pacífica de estudiantes, y la de los sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras en el marco de la ofensiva final hasta el tope el 16 de noviembre 1989.

Y es que las universidades no pueden mantenerse al margen de la sociedad salvadoreña debido a su compromiso y labor, que uno de ellos consiste en iluminar con su análisis científico-académicos los hechos y acontecimientos que impactan al ciudadano, esto se concibe como hacer ciudadanía, en esta labor muchos de los miembros de la comunidad universitaria se han visto afectados por los poderes formales y facticos de nuestro país.

Otra de las labores es estimular la creación y recreación del conocimiento científico, y esto nos ha llevado a muchos a ser objeto de discriminación y sanción, pareciera increíble que te sancionen por desarrollar tu labor académica, en mi caso particular trabajé para una Universidad privada durante 22 años y medio, y fui el primer docente que construyó una investigación en esa Universidad a nivel nacional, los estímulos por haber conseguido fondos del Ministerio de Educación para realizar la investigación no se hicieron esperar, en un determinado momento se les ocurrió no cancelar el salario de los investigadores por tres meses, no otorgarnos aguinaldo, ni  viáticos, ya contemplados en el presupuesto.

Pero esos “estímulos” no me detuvieron, continué haciendo investigación, publicando artículos científicos en revistas nacionales como internacionales, ya sea con los equipos que formábamos para esos fines, o con los estudiantes, pensaba, que fabuloso hubiese sido que esta oportunidad de publicar me la hubieran dado a mí los profesores cuando era estudiante.

Para terminar mi periplo por esa Universidad me terminaron echando, por no encajar con las políticas de sumisión que exigían las autoridades universitarias, por llevar una voz crítica ante las arbitrariedades que se cometían, por ser consecuente con mi labor académica.

Pero volvamos al caso que nos ocupa, nos sorprendió la noticia que la comisión que investiga a las oenegés fachada había citado al rector de UCA Adreu Oliva, y los argumentos que expuso la Comisión fueron más que absurdos, debido a que deliberadamente quisieron confundir a la población con los términos donación y contratación, en una oportunidad la mencionada Universidad me llamó para que les colaborara en la elaboración de textos de ciencias para los estudiantes desde séptimo grado hasta bachillerato, se estaba contratando los servicios de la institución para un fin determinado y puntual.

El presidente de la Comisión Caleb Navarro cuestionó al rector que porqué el gobierno había “donado” a la UCA dinero, mientras que las escuelas no tenían techo, que los niños se mojaban, no podemos menos que cuestionarnos ¿y esa es responsabilidad de la UCA? Esto es tan ilógico como que me llamaran a la Comisión para preguntarme ¿porque razón cobre honorarios por hacer investigación, o por trabajar elaborando textos escolares? Mientras los niños no tienen pupitres para sentarse en sus salones de clase, que acaso recolecto impuestos de los ciudadanos para que me hagan esa acusación.

Sí tomamos en cuenta que en esta Comisión se encuentra lo más granado, los académicos más brillantes del partido del presidente, Nuevas Ideas, imagínense que podemos esperar como país de dirigentes políticos de esta naturaleza, bien decía Horacio Castellanos Moya en su libro El Asco: “este país está divorciado del conocimiento”.

Ahora eso no le hace ni cosquilla a la UCA, esta institución está acostumbrada a batallar con las incongruencias de los políticos de turno, salió avante de un hecho abominable como el asesinato de la plana mayor de la Universidad, ha logrado la solidaridad del mundo entero, hasta poner en serios aprietos a los poderes en nuestro país, es una Universidad reconocida por su calidad en toda la región y mucho más allá, ha podido reunir a un selecto grupo de académicos que han producido ciencia, que han medido el sentir y el pensar de la sociedad salvadoreña.

Pero todos esos aportes pareciera que fueran pecado para nuestros gobernantes, para ellos todos deberíamos sujetarnos al discurso gubernamental, el problema se da cuando existen individuos que no los puedes comprar o intimidar, en nuestra sociedad poco a poco se aprieta la tuerca de la persecución, acoso, hostigamiento, y represión, por estos hechos deberíamos cuestionarnos que si esa sociedad en donde se promueve el odio, la descalificación, la intolerancia, es lo que queremos, es lo que nos conducirá por caminos de progreso y desarrollo.

Cuestionemos, si así tratamos a nuestros académicos, que posibilidades de estímulo habrá en nuestros jóvenes para que sus sueños sean aportar para lograr un país mejor.

*Biólogo e Investigador

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