Complicación nocturna

Si roncas o te sientes cansando después de una noche de sueño corrido es probable que se deba a la apnea del sueño, padecimiento que se produce mientras dormimos. Es condición respiratoria anormal, trastorno relativamente grave, en el que la respiración se detiene y reinicia repetidas veces.

Hay tres tipos de apnea del sueño: obstructiva, central y el síndrome complejo. Se debe atender porque puede ocasionar problemas cardíacos o paros respiratorios. Existen tratamientos para controlarla y en cualquier caso es obligatorio consultar a un especialista para abordar esta contrariedad de la mejor manera.

Ocurre cuando los músculos de la parte posterior de la garganta se relajan, por esta razón, las vías aéreas se estrechan o se cierran, lo que obstruye el paso suficiente de aire para que se respire con normalidad.

Cuando el cerebro detecta que no está recibiendo el oxígeno que necesita, manda señales para que la persona se despierte brevemente, de esta manera, los músculos adoptan su funcionamiento normal y las vías aéreas se abren nuevamente. El despertar es tan rápido que la mayoría de las veces no se recuerda al amanecer.

Es un patrón que puede llegar a repetirse de cinco a 30 veces durante la noche, por lo que dificulta que las personas alcancen etapas profundas de sueño y no descansen debidamente.

No obstante, quienes padecen apnea del sueño se identifican porque roncan fuerte y en algunos casos, dejan de respirar durante algún período de sueño, luego, al despertar, tienen la boca seca más un cansancio prolongado a lo largo del día, que llega a inhibir su funcionamiento habitual.

Según criterio médico, las personas con apnea tienden a ser irritables, porque no recibieron la pausa reparadora y necesaria para después realizar sus actividades diarias. Es común que no concentren atención mientras están despiertos y que durante la noche tengan dificultades para dormirse.

Señalan los expertos que este padecer puede ser una dificultad latente en individuos con sobrepeso o con presión arterial alta. Se ha observado que los hombres son más propensos a padecerlo, particularmente si son mayores de edad. Igualmente se señala al factor genético como signo a tener en cuenta, por lo que si se tienen antecedentes familiares con este padecimiento resulta más probable que aumente el riesgo.

Si se consume alcohol o se fuma, la enfermedad puede tener complicaciones serias y además de la fatiga crónica durante el día, puede generar problemas cardíacos por falta de oxigenación en sangre. Si se detectan síntomas de apnea del sueño, valdría la pena consultar a un especialista para tratamiento necesario.

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