¡El Divino Personal de Salud!

Por: Francisco Parada Walsh*

El término a usar debe ser “Línea de batalla”;  acá no pasamos de llamar “primera línea” al personal de salud que expone su vida, se contagia, muere y en el mejor de los casos sale bien librado; nunca hubo ¡segunda línea, ni tercera ni nada! no estamos en guerra contra una partícula microscópica, estamos en guerra contra nosotros mismos, “El bueno que al momento que escribo ya no sé quién es contra el malo que tampoco logro identificarlo”; el virus vino a quedarse y deben las autoridades de salud definir qué es “primera línea” porque ¿Qué es ese grupo de médicos, enfermeras, motoristas y tanto personal de salud que fue sometido a cambios de horarios, tratar pacientes Covid-19, referirlos a determinados centros de atención o solo se considera “primera línea” a determinado sector?

¿Por qué El Salvador ha sufrido la pérdida  de tanto personal de salud?: Hablar o escribir sin argumentos se traduce en denigrar u ofender sin tener un sustento técnico, sin embargo basta leer tanto el punto de vista del ministro de salud sobre lo que él considera primera línea y leer un memorándum que creo sigue vigente al día de hoy donde se dice claramente que todo personal de salud Covid (+) asintomático no serán sujetos de incapacidad, este documento es tan debelador, espeluznante y macabro para entender por qué murió tanto personal de salud y aun, considero una prueba técnica para que sea sujeto de una minuciosa investigación pues los crímenes de lesa humanidad no prescriben y este genocidio (Asilo Sara Zaldívar y otros)  entra en esa categoría; a continuación debe el lector escudriñar la maldad que lleva implícito esta orden, esta condena a muerte para el personal de salud; memorándum que envía la sub directora de salud Dra. Celina Vásquez de Cáceres a las jefaturas de servicios clínicos y dependencias administrativas que dice: “Las personas catalogadas como contactos de pacientes COVID (+) que se encuentren asintomáticos no serán sujetos de incapacidad por su condición de nexo debiendo presentarse a ejercer sus labores con las medidas de bioseguridad  establecidas, en caso de iniciar síntomas deberá consultar  por cualquiera de las modalidades establecidas”, donde queda plasmado, queda escrito  que la vida del personal de salud ¡no vale nada! Otra frase del ministro de salud: “Dentro de los criterios en los que se desarrolló cuál es el personal de primera línea, son las áreas de atención hospitalaria, o de cualquier índole, directa en el contexto de la pandemia o de las enfermedades respiratorias agudas”, describió Alabí.

En primer lugar todos los hospitales de país fueron destinados para atender pacientes Covid-19 y nunca se clasificaron tales centros de atención específicamente para atender ésta u otra patología, sucedió lo mismo con todo el personal de salud donde no hubo uno que no fuera expuesto al contagio, en ocasiones de la forma más fría, dolosa y cruel.  Para un motorista no es su trabajo atender pacientes y por ende se puede considerar personal no de primera línea sin embargo es el responsable de trasladar al paciente Covid (+).

Entonces ¿En qué categoría entra el motorista? : ¡Por supuesto que es primera línea! Cualquier persona entiende que si hay primera línea deberían  haber un sin número de líneas que permiten el descanso de ese médico, de esa enfermera que lleva seis meses en el mismo lugar, pero nunca hubo reemplazos, jamás hubo otro frente; nunca se le ha dado reposo al personal de salud, nunca. Realmente es una vergüenza mundial y una tragedia  lo que ha sufrido el personal de salud pues jamás hubo intenciones de protegerlo sino de aprovechar ese tiempo para realizar negocios turbios; aquí  hay una doble moral que asusta, mientras se realizaban transacciones que rayan el delito, el personal de salud caía fulminado más por el desprecio que por el virus; el personal de salud ha sido sometido a labores extenuantes, horarios rotativos sin ningún fundamento técnico, personal médico especializado atendiendo pacientes Covid (+) sin importar que de a poco el país se está quedando sin médicos;  al final a nadie parece importar ¡A nadie! Personal de salud trabajando seis meses ininterrumpidos expuestos al virus y con el agravante de descontar los días de incapacidad que este personal de salud se vio expuesto, sino fuera por el valor de un joven médico que decidió denunciar tales vergonzosos descuentos nadie supiera de eso, nadie.

Decir que en el Hospital “Elefante Blanco” nadie gana menos de $304  es una ofensa sin embargo me remito a esta publicación con fecha 10 de septiembre que dice. “Según una documentación que el ministro de hacienda entregó a la asamblea legislativa, en el nuevo hospital El Salvador de que habría muchos puestos de trabajo disponibles, pero lamentablemente no será nada atractiva. Entre 256.58 y 298.29 sería el salario mínimo establecido actualmente en el país para el rubro de comercios y servicios. De estas plazas  disponibles, se enlistan cargos como auxiliares de terapia respiratoria, auxiliares de anestesia, ayudantes de enfermería, auxiliares de alimentación y dietas, preparadores de fórmulas nutricionales, auxiliares administrativos, auxiliares de bodegas, auxiliares de farmacias, auxiliares de almacén y telefonistas”.

De una forma u otra, la muerte está asegurada sea ésta por el contagio del virus o ¡morir de hambre! salarios vergonzosos donde se juega con el hambre de un pueblo hambriento, poco importa el bienestar del personal de salud sin embargo el camino hacia el patíbulo por parte del personal de salud más parece un suicidio colectivo donde nadie exige sus derechos, todos callan, todos aceptan. A pesar de estar expuestos a esa vergonzosa “primera línea” a nadie parece preocupar aunque esto no es así, es el mismo factor hambre que desnuda a un personal de salud sin opciones de renunciar, de exigir sus derechos y prueba de ello que la primera línea es también la última, no hay nadie atrás, nadie que vaya a reemplazar al personal de salud cansado, colapsado, frustrado ¡no hay nadie! la suerte está echada, más de doscientas personas del personal de salud masacradas y aun, todavía se argumenta que la mayoría de ellos no son de primera línea; ¡Qué vergüenza! Sin embargo volveré a insistir en respuestas obtenidas de partes de colegas que me dicen que no ven opciones en los futuros candidatos a diputados por la oposición, ese argumento “Una golondrina no hace verano” y “Sino trabajo no como” no tienen sentido ni rumbo, la luz de una cerilla en la oscuridad más espantosa ilumina, ilumina y si queda un ápice de dignidad al personal de salud debe castigar a los asesinos de sus compañeros en las próximas elecciones, decisiones que no tienen nada de político sino de respeto, de  amor por los que se nos marcharon, sabedores todos que no debieron morir víctimas más del desprecio a la vida que del virus.

Recientemente escuchaba una denuncia de un grupo de médicos que fueron contratados por la emergencia Covid-19 a quienes no se les ha cancelado honorarios ya devengados, así es la realidad que vive el personal de salud que ofrece su vida a cambio de nada.

*Médico salvadoreño

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