Racha populista

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández* |

Los ciclos políticos son períodos caracterizados por estilos de gobierno, no solo localmente, sino además regionalmente; para el caso en la década pasada Latinoamérica se vio impulsada por una ola de progresismo, en la que las administraciones de los diferentes países apostaron por mejorar el nivel de vida de sus respectivas ciudadanías, a través de reformas laborales, que se tradujeron en mejores salarios, o una mayor inversión en el área educativa, que mejoro el nivel de desempaño de educandos, superando regionalmente los estándares establecidos previamente; o apostando por la infraestructura, derivando por ejemplo en mayores sistemas hospitalarios, que entre otros empezaron a construir en sus salidas a la calle, el germen de un sistema de salud que se basaba en la prevención, lo que redujo sensiblemente los porcentajes de contagios de enfermedades endémicas en la región, de lo que dan cuenta los informes que por separado sobre desarrollo humano produjeron sobre estos logros, el FMI, el BM, BID y la OMS.

Sin embargo, al no ser capases de corregir los males históricos de nuestros pueblos, basados en la desigualdad y la inequidad estructurales, perdieron su impulso imponiéndose de nuevo los viejos esquemas políticos, ya sea por la vía electoral o por medio del golpe de estado promovidos desde EU – Honduras, Bolivia, Brasil, para citar unos ejemplos – caracterizados estos regímenes por el populismo político, la demagogia y el estanquismo social.

Así llegamos al presente lustro, dominado por lideres políticos caracterizados por que vuelven al populismo punitivo de los años ‘50, por su uso preferente de los medios de comunicación, entiéndase redes sociales, por intermedio de los cuales manipulan emocionalmente al electorado, del que explota sus aspiraciones insatisfechas histriónicamente, incluso siendo el generador de las problemáticas que luego utiliza para presentarse como el único que puede resolverlas, al más puro estilo Gobeliano [el 9F por ejemplo].

Así éste demagogo busca entre otros, desmontar las conquistas sociales de sus predecesores, que presenta como inútiles, así como incapacitar al estado de derecho, rodeándose para lograrlo de elementos cuya mediocridad admite que solo aquel brille, pues hasta las reuniones de gabinete son apenas monólogos pre escritos cuyo único propósito es que sea él, el protagonista (ministros y otros elementos de segundo grado, cuya presencia es apenas formal, pues existen para afirmar lo dicho por el caudillo).

Ahora, esa ola no solo llego a nuestro país, sino a toda nuestra América Latina, promovida desde el norte, y con el ánimo de apropiarse de los recursos naturales de la región, para lo que estos demagogos son útiles, entregando en bandeja de plata casi sin coste, a través de turbios arreglos ilegales, las riquezas de cada país.

Lo dicho por un tal Elon Musk sobre el litio boliviano lo revela con una crudeza sin par: “¡Daremos un golpe a quién queramos!, lidia con eso”.

Es decir, todo se reduce a que estos oclocratas, además de garantizar la perpetuación de los privilegios para las élites, sirven a los intereses de EU, en descarado desmedro de los propios.

*Educador.salvadoreño

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