La destrucción de la naturaleza, la pérdida de la biodiversidad y el cambio climático aumentan notablemente el riesgo de aparición de enfermedades infecciosas transmisibles al ser humano.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), alrededor de un 60 % de las enfermedades que afectan al hombre hoy tienen origen animal, las llamadas zoonóticas. En su gran mayoría son enfermedades emergentes como el ébola, zika, gripes aviares, los coronavirus sars e incluso el sida.
Ya en 2016 esa propia entidad planteaba que ese tipo de dolencias estaban vinculadas a cambios medioambientales, inducidos por la actividad humana asociada a la invasión de zonas naturales, el cambio climático y la transformación del uso de las tierras. La propia fuente destacó que la ciencia ha corroborado el papel protector de la biodiversidad ante diferentes virus, incluso algunos mucho más peligrosos que el actual sars-cov-2, ya sea por un efecto de dilución o de amortiguamiento.
