El impacto ambiental de los correos electrónicos

Según un estudio, dejar de enviar mensajes innecesarios como “gracias” o “recibido” podría reducir en 16.000 toneladas anuales la huella de carbono de un país como el Reino Unido. Una curiosa investigación revelada esta semana en el Reino Unido ha causado furor entre los británicos, pues sugiere que los correos electrónicos vacíos (o inútiles) tienen una enorme huella ambiental de la que pocos usuarios son conscientes.

Según el estudio, que fue llevado a cabo por la empresa de energía OVO, la isla podría reducir su huella de carbono en 16.433 toneladas anuales si cada adulto dejara de enviar un e-mail diciendo “gracias” al día. Esa fue la conclusión a la que llegó la compañía luego de que una serie de encuestas realizadas a 3.000 británicos arrojara que se envían más de 64 millones de correos electrónicos innecesarios todos los días.

El gasto energético que hay desde el momento en que se redactan estos mensajes hasta que se archivan en los data centers (las famosas nubes) de las compañías de mensajería, hace que un e-mail pueda equivaler a 0,3 gramos de emisiones de CO2, aproximadamente, según el experto Mike Berners-Lee, quien se ha dedicado a calcular la huella de carbono de elementos cotidianos y asesoró el estudio de OVO.

Los 64 millones de correos y spams enviados serían equivalentes a cerca de 23.475 toneladas de carbono anuales emitidas por el Reino Unido. Según los encuestados, los e-mails “innecesarios” más compartidos en la isla suelen tener los mensajes “gracias”, “recibido”, “tú también”, “feliz fin de semana” y “¿recibiste esto?”, entre otros.

La firma decidió lanzar la campaña “Think Before You Thank” (“Piensa antes de agradecer”) para crear conciencia sobre el impacto que tienen las pequeñas acciones mediadas por la tecnología y motivar a la gente a enviar menos correos electrónicos a diario.

“Creemos que podemos luchar juntos contra la crisis climática, haciendo cambios cotidianos que reduzcan el carbono. Queremos mostrarle a las personas cómo cada acción tiene un impacto de carbono, incluso un simple correo electrónico”, aseguró mediante un comunicado Katie Russell, directora de datos y análisis de OVO.

La compañía también lanzó una extensión de Chrome llamada Carbon Capper que al ser descargada puede identificar cuándo el usuario envió un correo electrónico potencialmente innecesario. La herramienta le mandará una alerta para fomentar el tráfico de correo electrónico consciente, actividad que no solo ayudará al medio ambiente sino también a miles de usuarios que agradecen tener sus bandejas de entrada libres de spam.

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