La pederastia y la sacralidad de los “hombres de Dios”

El 5 de mayo de 1620 la Santa Inquisición llamaba a denunciar a los sacerdotes que hubieran incurrido en el delito de solicitación, que consiste en pedir favores sexuales en el momento de confesarse, esto en la Teología católica era considera herejía, si el pedido hubiera sido en otro lugar bajaba notablemente su gravedad. Surgieron denuncias contra distintos sacerdotes.

Por: Elio Masferrer Kan*

Una tesis de Marcos Hernández Duarte (ENAH) analizó el caso de Gaspar de Villarias SJ, el provincial de la Compañía de Jesús. El inculpado había requerido a 99 mujeres y tenido acceso a 38. El fallo de la Inquisición es paradigmático: le prohíbe confesar mujeres, lo destierra a más de 5 leguas (7.5 Km) de las ciudades de Puebla y de México, lugar de los acosos y el fallo fue leído frente a su familia religiosa: los otros jesuitas.

Recientemente el obispo de Oran, en Argentina, fue condenado por violación de dos seminaristas a 4 años y 6 meses de prisión y el tribunal decidió que dada su avanzada edad cumpliría el resto de la condena en prisión domiciliaria, y le fijaron residencia en un convento de religiosas. Las víctimas reclamaron por la benignidad del fallo y exigen cárcel como cualquier delincuente. La Constitución Argentina instituye a la Iglesia Católica como protegida por el Estado, paga sueldos de 3800 sacerdotes, los obispos cobran como un juez Federal (4000 dólares) y reciben pasaporte diplomático.

Recientemente, el papa Francisco mencionó que el combate a los pederastas llegó para quedarse en la Iglesia Católica, que es un proceso irreversible y destacó que existe resistencia en algunos episcopados nacionales. Recordemos que la Visita Apostólica que harían a México se canceló en marzo de 2020 a pedido de los obispos para que no coincidiera con el Censo de Población (donde se preguntó religión) y públicamente se argumentó el problema de la pandemia.

A nivel latinoamericano, dos clérigos de teología de la prosperidad (opción por los ricos) se instalaron como el paradigma del sacerdote violador: Marcial Maciel LC en México y Fernando Karadima en Chile. Después de múltiples denuncias contra Maciel, el papa Benedicto le pidió que viviera dedicado a la oración, nunca fue condenado ni civil, ni eclesiásticamente y la Legión de Cristo, pese a multitud de denuncias presentadas contra Maciel y varios sacerdotes salieron sin ninguna sanción de estos sucesos. En el próximo consistorio de agosto será ungido cardenal, un sacerdote Legionario. Las escuelas y universidades de la Legión siguen educando a los hijos de las elites económicas y políticas.

Simultáneamente en muchos países latinoamericanos crecen cada vez más la consolidación de legislaciones que defienden los derechos de la infancia, de las mujeres y se eleva cada vez más las sanciones contra los abusadores sexuales. Además de las presiones que recibe el sistema judicial de personajes con poder económico y político, los aparatos judiciales eluden cuidadosamente sancionar a los ministros de culto. Ello podría explicarse por las “precauciones” de los jueces frente a los poderosos.

Llama poderosamente la atención que las elites sigan enviado sus hijos a instituciones religiosas fundadas por pederastas. Es hora que nos hagamos las preguntas sobre los conceptos de sacralidad que se le asignan a los actores religiosos. Los “hombres de Dios” son vistos como más allá del bien y del mal. Muchos les permiten todo y lo más problemático es que terminan castigando a las víctimas, que podría ser una niña de 5 años abusada por legionarios, protegido por la institución y cobijados por los obispos. Dije “muchos” y no “todos” los creyentes. Las iglesias comienzan a erosionarse y a perder feligreses. La Iglesia católica en Chile bajó al 46% de creyentes y aumentó el número de no creyentes a 32%. En México el descenso de los católicos es notable, y la Luz del Mundo, cuyo líder fue condenado en Estados Unidos, se estancó en su crecimiento.

En este contexto los creyentes abandonan sus iglesias, dejan de creer o buscan otras espiritualidades; en México, los evangélicos crecieron en 50% entre 2010 y 2020. Los creyentes exigen consistencia entre lo que se dice y lo que se hace.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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