Revolucionario método permitirá cultivar plantas en completa oscuridad

No es un secreto que la mayoría de las plantas necesitan de luz solar para crecer. Un equipo de científicos decidió desafiar esta regla natural e inventó una fotosíntesis artificial que permitirá cultivar plantas en la oscuridad y tal vez más allá de la Tierra.

Los autores del estudio utilizaron un proceso electrocatalítico de dos pasos para convertir dióxido de carbono, electricidad y agua en acetato, uno de los componentes clave del vinagre. Al consumir dicho acetato, los organismos productores de alimentos —como plantas, setas, levadura y algas— continuaron creciendo incluso en completa oscuridad.

Durante el experimento, los investigadores utilizaron paneles solares para generar la electricidad necesaria que desencadena la catálisis. Este método ecológico permitió aumentar hasta 18 veces la eficiencia de la luz solar para algunos alimentos.
Los científicos explican que la fotosíntesis artificial ayuda a aumentar la cantidad de acetato y al mismo tiempo ayuda a disminuir la cantidad de sal, lo que mejora significativamente la eficacia de la catálisis.
«Con este enfoque, tratamos de identificar una nueva manera de producir comida que podría romper los límites normalmente impuestos por la fotosíntesis biológica», afirma el coautor del estudio Robert Jinkerson, de la Universidad de California en Riverside.
Por su parte, Feng Jiao, de la Universidad de Delaware, señala que el revolucionario método de dos pasos permitió a su equipo «lograr una alta selectividad hacia el acetato a la que no se puede acceder a través de las rutas convencionales de la electrólisis de CO2».
Los investigadores coinciden en que el nuevo método permitirá cultivar vegetales, cereales y frutas en las zonas que tienen condiciones climáticas que no son aptas para la agricultura e incluso podría ser utilizado por las futuras colonias humanas, más allá de nuestro planeta.
«Imagínense cómo algún día enormes naves van a cultivar tomates en la oscuridad y en Marte, ¿qué tan bueno sería esto para los futuros marcianos?», señaló la bióloga Martha Orozco-Cardenas, de la Universidad de California en Riverside.
El estudio ha sido publicado en la revista científica Nature.
Fuente: Sputnik

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