Legítima preocupación

En Estados Unidos hay abundante evidencia de que asuntos graves, como el racismo, la violencia generada por la proliferación de armas de fuego entre la población y el maltrato policial contra los ciudadanos, son problemas estructurales de larga duración.

Por: Guillermo Alvarado

Así lo expresó el vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, al manifestar la preocupación del gobierno de su país por la penosa situación de los derechos humanos que existe hoy día en la primera potencia económica y militar del mundo.

La única nación desarrollada donde ocurren tiroteos masivos cada año durante las dos últimas décadas es Estados Unidos, precisó el funcionario y agregó que en lugar de señalar a otros lugares, la Casa Blanca debería ocuparse en remediar lo más pronto posible la situación interna que se vive allí.

Puso como ejemplo que el 93,7 de los musulmanes estadounidenses sufren islamofobia, que 81 de cada cien personas de origen asiático consideran que el desprecio contra ellos está aumentando, y apenas el 22 por ciento de la población cree que la policía actúa de la misma manera con todos.

Respecto a los hispanos, éstos representan el 19 por ciento del total de habitantes en Estados Unidos, pero apenas obtienen el dos por ciento de la riqueza que allí se genera, indicó Wenbin.

Razones no le faltan al vocero chino y los más recientes acontecimientos de violencia armada así lo demuestran. Con pocas horas de diferencia se registraron hace poco tres tiroteos, dos de ellos en Carolina del Sur que dejaron 23 lesionados, 18 por los disparos y cinco cuando intentaban escapar.

El otro incidente ocurrió en Pittsburgh, Pensilvania, donde dos menores murieron y 8 quedaron heridos cuando se desató una balacera en una casa donde se realizaba una fiesta.

Más ilustrativo es el ataque armado contra un vagón del metro de la ciudad de Nueva York, cuyo autor resultó ser el ciudadano negro Frank James, de 62 años, quien sufre varios problemas de salud, entre ellos depresión, ansiedad y agresividad.

De acuerdo con las investigaciones, esta persona había dado muchas muestras de su estado mental, pero nunca se le brindó la atención médica necesaria.

El mismo alcalde de Nueva York, Eric Adams, reconoció que «estamos viendo señales a nuestro alrededor de aquellos que se inclinan hacia acciones violentas, y los estamos ignorando».

En el país más rico del mundo hay una extraordinaria falta de personal e instituciones para proteger la salud mental de sus habitantes, al grado de que el 63 por ciento de afroamericanos, 65 de los hispanos y 80 de los asiáticos quedan fuera de estos servicios, una de las facetas del lado oscuro del paraíso.

Fuente: www.radiohc.cu

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