Ante la reforma constitucional: como quedan los derechos de las personas trabajadores

El marco jurídico de una reforma constitucional tiene un “peso político”, importante para los cambios en el país, algunos se oponen, otros apoyan y un buen porcentaje no tiene mayor idea de los alcances que va significar dicha reforma, probablemente por cuanto la historia salvadoreña ilustra de reformas como en 1950—período de un desarrollismo y reformismo, impulsada por el PRUD, del Coronel Oscar Osorio, quien ejerció la gestión gubernamental de 1950-1956, luego de un golpe de Estado, característico de ese período nacional.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Se intentó establecer un rumbo de país menos conflictivo con esa reforma, se creó el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (1954), el Instituto de Vivienda Urbana, ahora hay ahora anuncios de la gestión Bukele de reformar la ley del ISSS, y también se anuncia una reforma constitucional, en aquella época el continuismo luego con José María Lemus, quien fue derrocado (oct1960) y no logró darle sostenibilidad a los cambios de Osorio.

Con el coronel Rivera (1962-1967), volvió a reformarse la constitución 1962, y el partido de Conciliación Nacional (PCN), tratando de dar cierta sostenibilidad al país. De nuevo la lógica del reformismo es algo como una acción consecuente con el período que se inicia por un partido político, lo importante acá es establecer una lógica de que lo militar privara y fuera siendo la clase gobernante, su caída con el derrocamiento del General Romero en oct1979, determinó un nuevo proceso de inestabilidad en el país, que arrastró problemas para garantizar a la oligarquía cafetalera su poder, dado la convulsión en el período de Molina (1972-1977), quien pretendió una reforma agraria; y así evitar procesos subversivos que se estaban gestando en el país, sin lograrlo.

Las condiciones del país se estancaron en términos sociales, económicos, culturales y políticos, dando paso a la guerra, luego de la represión del régimen entre 1980-1983, vino de nuevo otra reforma constitucional 1983, es decir una lógica de detención con mucha demagogia para aminorar la derrota del régimen militarista que perdía fuerza. Se impuso a los partidos políticos como clase gobernante, situación que no detuvo la guerra civil, y nada más fue un repello y talvez buenos considerandos, pero en la aprobación y discusión de la constituyente, recogió la mayoría de elementos de la anterior y siguió siendo un marco jurídico con poco análisis y participación, y con claro sesgo hacia las clases pudientes.

Ahora con el ciclo terminado de ARENA y FMLN, y la incapacidad de construcción popular y otros partidos reformistas, que no crecen y no han podido ser un balance opositor trascendente en la discusión legislativa, al ser una minoría invisibilizada, las cosas de nuevo están dadas para una nueva reforma con Nuevas Ideas.

Por ahora la reforma parece debilitar la concepción humanista de asegurar la finalidad del Estado, es decir que aquel asegure condiciones económicas dignas a la clase trabajadora y su familia, y así garantizarle trabajo intelectual y/o físico. Al hacerlo ambiguo con el verbo procurar—equivalente a la posibilidad de hacer como estado intentos y no acciones concretas de aseguramiento a la población, como mandan los textos internacionales en cuanto a volver progresivos los derechos económicos, sociales y culturales –.

El art.38 Cn. actual es fundamental para garantizarle derechos fundamentales a la clase trabajadora, se debilita la protección social laboral en igualdad salarial por iguales condiciones de trabajo: lo mismo para asegurar un salario mínimo, garantizar prestaciones sociales, en un pago adecuado, dada la situación de otras monedas de curso legal (bitcoin), y que introduce el término remuneración que da pie a hacerlo en cualquiera otra forma de pago, que no sea pecuniaria (en dinero).

Importante destacar que se fija a 3 años la revisión del salario mínimo, es decir sin dar la posibilidad de su revisión de acuerdo a cambios drásticos en la realidad económica y social, principio de la realidad y, habrá que soslayar su discusión sino está concluido el período de 3 años. Mucho de esto tiene que ver con la argumentación empresarial de necesitar certeza jurídica, y no de supuestas sorpresas que afectarían sus costos de producción.

La situación que se vivencia es la de pretender con el halo de la figura de Bukele, dar el respaldo popular ciegamente, sin embargo, sabemos que el modelo económico se basa en la estrategia empresarial de la flexibilidad y desregulación laboral, por ende, la Cn. en su reforma debería apostar en darle mayor protección a la parte débil de la relación laboral, y no provocar más inestabilidad a su microeconomía ante problemas económicos reales como alza de precios, y de condiciones de pauperización de derechos conquistados y de garantías en lo administrativo y jurisdiccional para un ejercicio de defensa apropiada.

*Sindicalista salvadoreño

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