La Sociedad del Miedo

Por: Francisco Parada Walsh*

Pocas veces la humanidad ha quedado tan desfigurada y descubierta ante el miedo. Antes de la pandemia la sociedad era en apariencia feliz, valiente, pero no tan solidaria. Hoy todo cambió, la pandemia nos tapó el rostro para cubrirnos con mascarillas, quedar expuestos a lo que realmente somos, seres de cera, somos los forajidos del siglo XXI; no tenemos identidad, no sabemos quiénes somos, todos cubiertos, todos temerosos, todos con miedo al vecino, al jefe, al subalterno, al gobierno, a sí mismo.

Y este cambio no fue para bien, parecía que resurgiríamos como el ave fénix, fuertes, empáticos, triunfadores pero no; somos más ambiciosos que antes, menos solidarios de lo poco que éramos; velamos apenas por nosotros y nuestra familia, y aun, dentro de la familia existe miedo al otro, sucede que nadie quiere morir, nadie quiere el dolor cuando son dos cosas tan naturales en la vida y como tal debemos aceptarlo pero no parece que  sea así; fue tan fácil para el supra poder encerrar al planeta Tierra, así, demostramos que seguimos siendo sociedades débiles, fragmentadas, donde cada quien recurre a lo que sea por salvarse, queda expuesta la Pirámide de Maslow, donde apenas nos importan cubrir las necesidades básicas.

El experimento mundial de la mascarilla fue un éxito para ellos, luego sigue el control de cada persona a través de diferentes proyectos sociales donde se exige un documento de identidad y terminamos con el dilema si la vacuna es buena o mala, eso no importa, lo que sabemos es que debemos vacunarnos sino seremos los malos de la historia.

Nadie sabe qué pasará pues así como fue creado el virus en un laboratorio por mentes perversas, así fue creada la vacuna y nos volvimos entes reflejos que responden a determinados estímulos ante el amo, ese amo es el miedo.

Una sociedad donde se perdió el juicio crítico, caminamos cual zombis, sin rumbo, sin un presente y menos un futuro; todo queda en el olvido, pasamos la siguiente página de nuestras vidas y de la historia y pocas veces revisamos el pasado; hoy sucede que aquel hombre creyente en un  dios no es más que un politeísta sin fundamento donde el nuevo dios  al que teme y adora es al miedo, miedo a todo, miedo a la nada y en esa vorágine quien se atreva a desafiar a ese sistema del miedo lleva todas la de perder, no será el supra poder el que lo linchará sino su propia familia, su gente, su grupo.

Jamás imaginé ver esta película de terror, de un día para otro dejamos la libertad de pensamiento y nos auto sometimos al miedo y no se ve salida pues ha sido un experimento que ha dado tan buenos resultados a unos pocos que en un santiamén hincaron a un planeta y no será raro que repitan tal experimento.

Le tenemos miedo a todo y a todos pues la sociedad se ha dividido en dos bandos: Los miedosos y los menos miedosos y la guerra se libra ahí, en ese nivel. Hay un miedo indescriptible a la muerte, algo inevitable pero sobre todo a no seguir las reglas establecidas por el statu quo quienes desde un palco ven a la sociedad matarse,  sencillamente es una guerra química donde no hubo declaración de guerra de un país contra otro sino que empezamos a matarnos unos a otros; siempre en momentos oscuros surgen actos de gran valor y en esta historia los únicos que han sido héroes y mártires ha sido el personal de salud del mundo que sin un fusil tuvo que defenderse de un enemigo invisible que lo aniquiló en un momento, y en la sociedad del miedo ¿Qué importa si continua falleciendo personal de salud? ¡Nada importa! de ahí, todo es palabrería, los negocios ilícitos prosperaron como nunca, el pobre se hizo más pobre y el rico, muchísimo más rico; aquí en el país no fue la excepción; mientras pequeñas empresas fueron cerradas y miles despedidos, encerrados, vejados y en algunos casos, asesinados a sangre fría,  nuestra oligarquía se fortaleció muchísimo más de lo que era; pocos de sus negocios o empresas fueron afectadas, llama la atención que el miedo no existe para ellos pero sí para nosotros, los pobres de dinero.

Miedo a todo, niños encerrados por meses con una salud mental destrozada y a nadie parece importar ¿Cómo será la vida adulta de un niño que sufrió un encierro de locura?: El tiempo lo dirá, quedamos al descubierto, somos El Planeta Tierra Miedosa.

*Médico salvadoreño

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