Cuidado con los huesos

Todos sabemos que el ejercicio es bueno en muchos niveles y a gran escala, es uno de los elementos de promoción de salud y longevidad.

Trae beneficios como el aumento de las cuotas de felicidad, reduce en elevado por ciento el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trae calidad del sueño, acentúa las energías, da fuerza, flexibilidad, mejoras de memoria, crecimiento de la confianza en sí mismo, incluso superior desempeño laboral. ¡La verdad: no se puede pedir más!

Pero cuidado, cuando se hace una rutina se necesita tomar respiraciones o paros cortos recomendados para que el cuerpo se recupere. Se sabe que el ejercicio ayuda a mantener la densidad ósea, hace los huesos más fuertes, pero un estudio del Consejo de Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá, asegura que las sesiones de entrenamiento de alta intensidad de los atletas de élite podrían revertir los beneficios.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Brock, Canadá, monitoreó los cambios en la osteoprotegerina –OPG, proteína que obstaculiza la pérdida mineral ósea y esclerostina, SOST, proteína que obstruye la formación de hueso nuevo– en el entrenamiento de remadores femeninos en los Juegos Olímpicos del año 2016. Al medir las muestras de sangre los niveles de SOST fluctuaron, más altos durante entrenamientos intensos y se hicieron bajos en los menos fuertes.

“En este estudio, no se midió la respuesta durante o inmediatamente después del ejercicio, sin embargo, a partir de nuestros resultados, la hipótesis de que múltiples ejercicios intensos durante un largo período sin períodos de recuperación adecuados puede conducir a un aumento continuo de la inflamación, e interferir con la reconstrucción ósea”, explicó Nigel Kurgan, de la Facultad de Ciencias de la Salud Aplicada en la Universidad de Brock.

Sin recuperación, ambas proteínas permanecen elevadas de manera crónica durante largas etapas de tiempo, ocasionando disminución de densidad y resistencia ósea, con la posibilidad de un aumento de fracturas por estrés.

Los investigadores señalan que estas circunstancias podrían empeorar en los atletas que también están comiendo menos para tratar de controlar su peso, ya que priva a sus cuerpos de nutrientes esenciales, que se necesitan para reconstruir después de un riguroso entrenamiento.

En cuanto al tiempo que se debe tomar para recuperarse después de ejercicios intensos, los científicos indican que es diferente para cada cual, pero el mejor consejo es el de escuchar siempre al cuerpo.

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