Entrevista: Salud Mental y su aplicación en la realidad salvadoreña

(Por: Comité Nacional de Salud Mental)

Para ilustrarnos sobre el tema, entrevistamos a la licenciada Leticia Calderón de Orellana, a quien, en el año 2019, celebrando el día del psicólogo, el Comité Nacional de Salud Mental, realizó un acto de reconocimiento a toda su trayectoria como pionera de la psicología en El Salvador. Antes, una breve referencia de su acervo profesional. Ella tiene el honor de ser la primera mujer graduada como psicóloga en el país, ha escrito el libro sobre la historia de la psicología en El salvador, que lleva a la fecha su quinta edición. Además, fue catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de El Salvador.

1- ¿Cómo ve el estado de salud mental en El Salvador?

Lo veo débilmente atendido. No obstante que hay programas escolares, juveniles y para la tercera edad, que contribuyen a la culturización, recreación, socialización y convivencia comunitaria, y ayudan a pasar el momento, pero no profundizan en problemas conductuales o conflictivos dentro de las condiciones ambientales y sociales en las que viven esos sectores de la población, ni orientan a modificar el entorno que afecta a su salud integral. Los profesionales de la salud mental desde siempre han tenido un gran reto para integrarse a programas o jornadas de atención socio recreativas y de salud con representantes de la esfera oficial para contribuir en el área del comportamiento y de las emociones de la población. La atención psicosocial no tiene gran presencia, por lo que se necesita un fuerte rol de los profesionales de la salud mental dentro de políticas públicas que velan por el bienestar del ciudadano.

2- ¿Es posible rescatar la salud mental?

Soy poco optimista. Se han presentado propuestas y hasta leyes y políticas para que la salud mental tenga un respaldo oficial y pueda cumplir los compromisos para atender los malestares psicosociales. Las ONG han contribuido desarrollando programas de salud mental y de intervención en crisis en eventos sociopolíticos y en desastres naturales. Se ha incorporado psicólogos y psiquiatras en hospitales, unidades de salud, centros escolares, las instituciones de servicio a la población, esto es un avance, sin embargo, si los factores ambientales y sociales negativos como la violencia, la migración, el desplazamiento forzado, la desintegración familiar, las adicciones, las carencias económicas y laborales no satisfacen las necesidades básicas emocionales y materiales, el rescate de la salud mental no es fácil.

3 ¿Que se puede hacer como psicólogo para promover la salud mental?

Hay un buen número de profesionales de la psicología en instituciones públicas y privadas con mucha demanda de atención a los problemas específicos que se atiende en cada lugar. Sin dejar de atender los casos de privacidad, con el equipo multidisciplinario pueden tener iniciativas para crear programas que favorezcan a colectivos o a grupos, y hasta trascender a la comunidad, llegar donde está el núcleo del problema. Es urgente proyectarse hacia afuera a la comunidad, organizar jornadas de salud mental para niños, jóvenes y adultos sobre identidad, autoestima, control emocional, depresión, relación interpersonal, conflictos familiares y otros tantos problemas conductuales que nuestra gente necesita modificar aun en ambientes precarios. Divulgar a través de los medios de comunicación, crear en espacios de cortesía o patrocinados, programas de extensión sobre temáticas conductuales y mentales.

4- ¿Cuál es el recuerdo más positivo en toda su experiencia profesional y el negativo?

Entre los tantos recuerdos positivos en mi record profesional menciono los siguientes:
Salí del modelo clínico, sin dejar de atender los privados. Abrí mis puertas para ir a la cancha, a los auditorios, a salas de otros tratamientos, a las aulas, y me integré al equipo multidisciplinario para estimular áreas de desarrollo personal social. Entre ellos, se logró una exposición de pintura con niños y jóvenes sordos, y como coordinadora de esta actividad, aquí en El Salvador, se realizó un festival de arte muy especial con presentaciones de danza, ballet, poesía, música, con discapacitados de los centros de rehabilitación del ISRI. Lo que me permitió asistir al Primer Festival Internacional de Arte muy Especial realizado en Washington.
a) Ser co-fundadora de la Sociedad Salvadoreña de Psicología-SSP hoy ASALPSI.

b) Por nuestra participación gremial, como socia y Presidenta de la S.S.P. se logra comunicación y relación profesional con la Sociedad Interamericana de Psicología, la que me designó en diversos cargos, entre ellos, el de Representante Nacional y me facilitó la asistencia al XI Congreso Interamericano de Psicología realizado en México en 1967.

c) Mi designación como Coordinadora de los servicios de Psicología de los centros de rehabilitación del I.S.R.I. en la Dirección Médica. Experiencia de compartir con el grupo de colegas jornadas de autoformación en el área y de unidad y solidaridad gremial, ya que salimos del aislamiento de trabajo de cada profesional en su centro respectivo.

d) Como psicóloga en la Unidad de Asistencia Psicológica de la ANSP, fui designada asistente adhonoren de la jefatura, y posteriormente encargada de la Unidad en ausencia del jefe. Por estar inmediata mi jubilación, al renunciar a mi cargo recibí un Memorándum de la Jefe de la División de estudios en el que expresa agradecimiento y felicitación por “la excelente coordinación que llevó en la Unidad de Asistencia Psicológica en el período en el que se desempeñó como tal”. El memorándum fue extendido a las autoridades correspondientes. Con modestia aparte, con el orgullo de haber cumplido con el ser y quehacer de la Profesión en las diversas instituciones y organismos en los que laboré recibí reconocimientos.
El recuerdo negativo que actualmente lo estoy procesando, se refiere a partir de la segunda década del siglo XXI, al conocer que la organización profesional S.S.P, hoy ASALPSI, en la que tantos colegas participamos realizando muchas actividades profesionales para beneficio del gremio y de la sociedad, no tiene en la actualidad, ninguna presencia donde le corresponde estar. Si nadie responde hay riesgo de perder su personería jurídica, su trayectoria profesional de casi 50 años y también su patrimonio material: local, archivo, implementos de reuniones. ¿Acaso no fuimos capaces de motivar a las nuevas generaciones para continuar con el relevo en la organización gremial nacional, como funciona en otros países?

5- ¿Psicólogos que han dado su aporte a la psicología y no se les ha reconocido?

Son muchos colegas los que han ejercido su profesión en beneficio del gremio, de la ciencia, la docencia y de la comunidad, y algunos que conozco, ya han recibido reconocimientos. Anoto algunos que recuerdo y que ignoro si han recibido reconocimientos. Habrá otros que por omisión involuntaria no los menciono.

Alberto Walter Stahel, psicólogo suizo promotor de la creación de los estudios académicos en la UES, e impulsor, con otros profesionales, de elaborar y reformar el primero, segundo y tercer Plan de Estudios, en la búsqueda de calidad en la formación académica.
Ofelia Rivera de Bernal (fallecida), Psicóloga graduada en Ginebra, discípula de Piaget. Una de las primeras docentes de Psicología en la UES, y cátedras en sus lugares de trabajo. Única que obtuvo su doctorado en la UES. Dio inicio a la apertura de puestos de trabajo para los psicólogos egresados. Sus exalumnos califican su ejercicio profesional como humanista, ético y con capacidad de trabajar en equipo multidisciplinario. Además, se agregan los siguientes: Virginia Arriaza de Menéndez, Coralia Román de Rivas (fallecida), Alicia Monterrosa de Ramos, Ruth Elizabeth Luna, Rafael Santos Arias, Raquel Torres de Arias, José Luis Henríquez, José Ricardo Gutiérrez, Itala Crisonino, Gilma Henríquez, Nuria Elizabeth Salinas Mira, Jesús Alberto Villacorta, Consuelo Zamora, Raúl Durán.

6-¿Sugerencias para promover la salud mental en la actualidad?

a) Hacer un censo de instituciones sin fines de lucro que dan atención a distintos problemas sociales y de salud, y que cuentan con los servicios de Psicología. Promover estos servicios si los tiene y si no, proponerle la atención a la salud mental.

b) Promocionar la membresía del Comité Nacional de Salud Mental: socios activos que atienden a la población, y socios activos que colaboren con sus aportaciones para apoyar la adquisición de materiales y equipo, y servicios administrativos. Con recursos necesarios y una buena promoción se ofrece mayor cobertura de atención al público.

c) Solicitar a las universidades que egresados de Psicología realicen su servicio social en el Comité Nacional de Salud Mental.

d) En su página el CNSM tiene buenos mensajes y consejos breves referidos a la salud mental; ahí, y en diferentes medios de comunicación el Comité podría solicitar pequeños espacios para divulgarlos a la población.

e) En colaboración con alguna universidad se podría organizar jornadas de salud mental en diferentes ciudades del país, con actividades en lugares abiertos como parques, canchas, e invitar a la comunidad para desarrollar temáticas sobre salud mental.

f) Organizar congresos de salud mental, con la participación de universidades y profesionales que laboran en diversas instituciones, con el fin de recoger insumos o recomendaciones para divulgación al público y a organismos estatales relacionados con la salud integral.

g) Gestionar la venida de expertos en salud mental, para desarrollar temáticas sobre el tratamiento o manejo conductual en determinados problemas psicosociales y mentales, conferencias que serían para algunos sectores de la población por ejemplo para la familia, base de la sociedad, y para los profesionales de psicología.

En conclusión, luego de relacionar la historia con la entrevista a la licenciada Calderón, se coincide que, de aquí en adelante, las dos prioridades en el área de salud mental El Salvador deberían orientarse a: elaborar un diagnóstico nacional de cómo realmente se encuentra la salud mental de los salvadoreños y, tener una visión clara del rumbo que llevamos y al mismo tiempo, apostarles a nuevas políticas de salud mental, con énfasis en la prevención y no en el tratamiento.

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