MÁS Y MÁS DESAGRADO A LA VISTA, PARECIERA SER YA UNA COSTUMBRE SOPORTAR UN SHOW MÁS EN LO DEL SALARIO MÍNIMO.
Por: Róger Hernán Gutiérrez. *
Después de una importante movilización de la clase trabajadora diversa, comenzaron a salir estupideces, que hay que tomarlas de dónde vienen, una cloaca, que su base es decir cosas desagradables, por más serios esfuerzos que se pretendan realizar en el tema de que se trate, “todo está caro”, rezaba un rótulo bastante ilustrativo en la marcha, el mensaje claro para la oligarquía empresarial y para Bukele, para que entiendan que su estar bien con su economía ad hoc, tiene mucho que ver con el sufrimiento diario de los sectores populares y de los grupos empobrecidos que para poder subsistir enfrenta más del 70 % de grupos laborales, que viven porque Dios es grande por debajo de los 500 usd mensuales. Hablamos de la fuerza laboral formal, no de la informal que hace mayores esfuerzos en tiempo y en vida para obtener ingresos.
Por más sanos esfuerzos que se hagan, siempre hay un “domingo siete”, y se dijo en un titular del gobierno «trabajadores se oponen al aumento del salario mínimo», quien en su sano juicio puede tener una actitud negativa y pensar así, nadie. Sin embargo, se trataba de un enunciado del periódico gubernamental, para desprestigiar la movilización masiva y pretender ganar adeptos con base en la mentira y la confusión que pretenden realizar con dicho enunciado, en tanto que somos los que marchamos, los que día a día denunciamos la injusticia, quienes demandamos y luchamos por un aumento al salario mínimo y hemos roto con la postura de Bukele y sus secuaces de ir dilatando el tiempo, oponerse y no darlo hasta el 2028, como se venía anunciando.
Mucho de lo bueno que pueda estarse construyendo, el pelo en la sopa no falta, y la lucha por el aumento al salario mínimo se va manifestando, será en un 12% (43.80usd), a partir de junio2025, que está claro que es insuficiente; todos sabemos que la situación alimentaria está con precios elevados en los productos básicos—que los mismos agromercados instalados para beneficiar la gestión Bukele lo detallan. Esto es la confirmación de que el costo de lo alimentario es alto. No estar de acuerdo como se aduce, es una total broma de mal gusto; y una chabacanada de los youtubers que quieren montarse en una coyuntura que no les pertenece; y querer hacerle el mingo-mingo a Bukele, sacando raja con el anuncio.
Este tipo de anuncio encierra: 1) acallar las voces críticas, la situación de incrementar el salario mínimo, aun cuando sea insuficiente, las personas trabajadoras ven un aliciente para sus gastos, sin profundizar en el debate. Es un paliativo que no llena las expectativas y la crisis de una existencia indigna y de nulo bienestar continuará y no se superará; 2) Este mínimo aumento, presenta un desfase de un año, debió ser revisado tal como lo indica la ley hace un año. No obstante, el infuncional Consejo Nacional del Salario Mínimo, no dijo nada al respecto; lo que denotaba una total falta de interés, que hoy sin embargo con el mandato de Bukele se da en el seno un movimiento que demuestra la total postura genuflexa de sus representativos laborales, empresariales y delegados gubernamentales.
No obstante, la decisión no habla de un incremento que compense la mora de su revisión. Cuestión que igual se dio cuando tocaba hacerlo en el 2020, no se otorgó hasta ago/2021. Acumulando dos años, que se ahorró el sector público y privado que pagan salario mínimo.
Siendo las personas trabajadoras las afectadas en su poder adquisitivo y mejoría de subsistencia. Es curioso cómo hasta “las cebollas” sufren cambios en los precios hacia el alza, pero los salarios y sus diferentes niveles no son revisados y compensados, por quienes toman decisiones y acumulan la ganancia para su propio beneficio.
3) Lo rural versus lo urbano, también es un motivo de poco análisis gubernamental, y seguimos sosteniendo que en la realidad las personas son de diferente categoría según se tiene, y no según se es. Son menos productos lo que conforman la canasta básica, y el salario en el campo es menor al de la ciudad, también hay diferencias según la actividad económica de comercio y servicios—que tiene menos valor agregado— en relación con la industria de maquila y lo agropecuario.
4) Dicho mandato es claro que se auto evade por parte del actual ministro de Trabajo, con total falta de moral y ética, y espera de manera sumisa que el presidente se lo ordene; y siendo así el show comienza, la derecha sindical se pliega y se arrastra a la parte empresarial que no tiene en la actualidad mayor cosa que decir, y las carteras de agricultura, de economía y de trabajo, no tienen más destino que hacerlo y acatarlo. Se promueve que es un hito en la gestión Bukele, cuando al verlo claramente, es una obligación que la legislación laboral determina, y como todo ha caído en manos de la autocracia y el autoritarismo de Bukele.
Finalmente, todos quieren salir en la foto, como si hubiesen hecho un esfuerzo grande, el aumento al salario mínimo es sin análisis, es una decisión presidencial, sin tomar en cuenta las propuestas presentadas y, claramente está muy por debajo del costo de vida.
*Sindicalista salvadoreño.
