Psicología de la publicidad y la propaganda

Vance Packard, sociólogo norteamericano, fue pionero en la denuncia de la manipulación mental y psicológica de los expertos en comunicaciónes. Consideraba que el trabajo de estos se centra en la fabricación de espiritus, a través de la persuasión.

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*

Roger Mucchielli, psicosociologo y psicopedagogo francés, en su libro “Psicología de la Publicidad y la propaganda”, define persuasión a la habilidad de transformar opiniones y actitudes, de personas o grupos, utilizando la comunicación y la información. Mucchielli reconoce cuatro campos en los que se usa la persuasión: el campo comercial, con el arte de vender; el campo jurídico-político, con el arte de discursos persuasivos; el campo filosófico-cultural, con el arte de defender ideas y el campo político-militar, con el arte de movilizar ánimos y corazones.

Pero son en las relaciones públicas, en la publicidad y en la propaganda, los verdaderos cauces de la persuasión. Las relaciones públicas se centran en el manejo de las relaciones interhumanas. La publicidad busca atraer clientes hacía el vendedor, con la promesa de satisfacción. Y la propaganda, difusión o divulgación de información, ideas u opiniones de carácter político, con la intención de que alguien actúe de determinada manera y piense según esas ideas.

Para lograr los objetivos de la publicidad y la propaganda, se utilizan los medios de comunicación social. Estos permiten llegar a millones y a largas distancias. Son los canales ideales para fabricar opiniones, así como modelar comportamientos y nuevas conductas.

La publicidad y la propaganda, buscan orientar a individuos y a grupos, a que realicen acciones en el sentido esperado. La publicidad manipula necesidades, en cambio la propaganda, impone una notificación ideológica. La publicidad engendra un estado de ánimo, alabando el producto, sin hablar de la competencia. La propaganda intenta influir en las actitudes de las personas, acusando al adversario. El nivel motivacional del agente publicitario son las necesidades, los deseos, las emociones y los sentimientos. El vademécum del propagandista, son las reivindicaciones de la humanidad. El propagandista busca que el público se convierta en militante.

La publicidad comercial fomenta la promoción de ventas, la red de distribución, el aprovisionamiento, la formación de vendedores, etc. El lenguaje publicitario debe ser breve, conciso y fácil de memorizar. Las fases de una campaña de publicidad son: determinación del objetivo comercial, conocimiento del blanco y el plan a utilizar. Otro elemento de la campaña de publicidad es la elección del “elemento motor”, seguidamente, la construcción del anuncio, el control de la acción publicitaria y el lanzamiento de la campaña.

En cambio, el objeto de las relaciones públicas es, establecer un clima psicológico de comprensión y confianza, entre el organismo social y el público. Las relaciones públicas estudian las relaciones humanas a nivel interno en las empresas y las relaciones públicas con el gran público y la clientela. Las relaciones públicas se centran en un público focalizado, en la comunicación personal, en las relaciones humanas e interhumanas y en el clima de relaciones personalizadas.

La finalidad del propagandista es obtener la conversión completa y la transformación de las opiniones. Los tipos de propaganda son: la propaganda de indoctrinación, la propaganda de agitación, la propaganda de integración y la propaganda de subversión. La propaganda de indoctrinación busca dar a conocer las ideas del partido o grupo ideológico. El líder es determinante en la propaganda, ya que encarna la doctrina política y hace que la utopía cambie a posible. La propaganda busca ganar masas no informadas y no participantes. Los propagandistas clasifican a la población en adversarios políticos, no comprometidos, independientes, simpatizantes del partido, militantes y convencidos. La finalidad de la propaganda es convertir a los simpatizantes en militantes, pasar a los indiferentes en simpatizantes, pasar a los no comprometidos en indiferentes y aislar al adversario político. Una campaña de propaganda comprende la pre-propaganda, la categorización de la población a influir, el tema único a martillar al público, la planeación geográfica y cronológica y el lanzamiento de la campaña con denuncias y revelaciones políticas, eslóganes, símbolos, mítines y desfiles. La contra propaganda pretende, neutralizar la campaña de propaganda enemiga, influyendo en las opiniones y actitudes ciudadanas.

La propaganda de agitación pretende, inculcar ideas a las masas, para suscitar descontento y agitación. La propaganda de agitación es una mezcla de expansión y subversión.

La propaganda de integración busca, crear unanimidad al interior de un grupo ideológico, en un territorio militarmente ocupado y en el territorio nacional. La finalidad de la propaganda de integración es, lograr un punto de vista unidimensional como imperativo absoluto. Se pretende crear este ambiente, controlando la información y los medios de difusión de la información, modelando el medio ambiente, ofreciendo estímulos inductores y buscando un chivo emisario, una asociación arbitraria entre los sujetos escogidos y un crimen. El chivo emisario es objeto de venganza, resentimiento, agresividad colectiva, descarga de cólera y miedo colectivo. Toda propaganda de integración presenta cierto maniqueísmo, solo existen ellos y nosotros. Y la repetición de eslóganes e información unidimensional provocan una psicosis colectiva. La lucha contra la propaganda de integración es difícil por la represión y la no permeabilidad de la contra propaganda. La radio negra es efectiva contra la propaganda de integración.

La propaganda de subversión actúa en las opiniones para abatir el poder por descredito, utilizando los medios de comunicación y pequeños grupos. El programa de acción es contra grupos sociales o grupos claves. El agente subversivo expone el programa y los objetivos a un pequeño grupo y propone una acción reivindicadora. Los medios de comunicación crean un clima psicológico y un estado de ánimo. La guerrilla de subversión combate al enemigo en pequeños grupos, a quienes acosan, pero, no dan una batalla de frente. Su acción es más psicológica, presentando rasgos de guerrilla autentica, practicando el terror en el territorio liberado y provocando y utilizando la represión, para mostrar el “verdadero rostro” del poder. La lucha contra la subversión es mediante el contra terrorismo y la contra propaganda. Se utilizan las mismas técnicas y procedimientos que la subversión ha difundido en los medios de comunicación.

*Psicólogo salvadoreño

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