Gobierno impulsa otra reforma de pensiones sin completar la de 2017, aseguran analistas

El Gobierno anunció que en los próximos días enviará un proyecto a la Asamblea. La reforma de 2017 todavía no fue ejecutada a cabalidad. Una buena reforma requiere análisis técnico, señalan economistas.

El Gobierno de El Salvador impulsará una nueva reforma de pensiones, cuyos aspectos son aún desconocidos, en un tema que requiere de un profundo estudio y, sobre todo, consenso, según analistas.

«Una medida de este tipo no se puede hacer corriendo, porque hablas no solo de las jubilaciones actuales sino futuras. En El Salvador siempre se ha hecho mal, tarde o temprano la población lo termina pagando, sino veamos esa bola de nieve que ha sido la deuda de pensiones en el presupuesto público», dijo Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).

En cadena nacional el 15 de septiembre pasado, el presidente Nayib Bukele lanzó la noticia: «en 30 días presentaré a la Asamblea Legislativa una reforma de pensiones integral», ante el escepticismo de muchos y la esperanza de otros.

“Para las arcas del Estado este tema sigue representando una deuda muy importante, más de 20 puntos del PIB solo de deuda de pensiones”, Ricardo Castaneda, economista icefi.

Por su parte el economista Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva, es uno de los escépticos dada las actuaciones previas del actual gobierno. «No se caracteriza, precisamente, por los análisis técnicos en las cosas que hace. Ya lo hemos visto con el bitcóin y cantidad de propuestas que son más bien ocurrencias del Ejecutivo que dice ‘hágase’ y los técnicos tienen que ver cómo lo montan».

Con la reforma de 2017, en la que se estableció la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS), quedaron pendientes de ejecutar acciones como la homologación de la data entre el Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP) y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), así como la formación de un comité actuarial, que por ley sería el ente encargado de dirigir esta nueva reforma.

Merlin Barrera, exviceministra de economía, explicó que lo primero que se requiere para hacer una nueva reforma es un «nuevo» cálculo actuarial, actualizado después de la pandemia pues hay que ver el efecto en los niveles de empleo.

El cálculo actuarial es una rama especializada de las ciencias económicas que hace cálculos matemáticos de diferentes variables y estima, en el caso de los sistemas de pensiones, cuánto podría ser en 50 años la deuda estimada, revisando la PEA (población económicamente activa), índices de empleo, cotizaciones, edades y una serie de variables.

«Esto es vital porque una reforma debe proyectarse no para el quinquenio sino a 50 años, hablamos de que las generaciones jóvenes son las que pagan las pensiones de los que van saliendo. Tiene que saber cuántas se están jubilando en los próximos 30 años, y cuánta sería la gente que estará cotizando», dijo Barrera.

Fuente: El Economista.

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