Un Laboratorio llamado El Salvador

Lo que a continuación leerá es una entrevista a la doctora  Mariana Gutiérrez sobre “Todo lo que siempre quisiste saber sobre las criptomonedas”: “Pero nadie que quiera preservar sus ahorros se volcaría al Bitcoin, por la forma en que cambia su cotización día a día con fluctuaciones ligadas a fenómenos de apariencia desopilante.

Por: Francisco Parada Walsh*

 Mucho menos personas que necesitan todos sus ingresos para alimentarse y pagar servicios. Por otro lado, no puede servir de “unidad de cuenta global” es decir para establecerse como una forma de medir la intercambiabilidad  de esa moneda por otras y por mercancías.

A pesar de que El Salvador  está siendo utilizado desafortunadamente  como laboratorio para ello. Por esas razones es que el Bitcoin no puede ser considerado dinero en tanto y en cuanto no sea  una forma de abstracción de la riqueza y equivalente general  para realizar el intercambio de cosas, bienes, servicios, mercancías”.

Todo lo que este gobierno ha hecho desde el 1 de junio de 2019 han sido sendos fracasos, mentiras y un rompimiento del tejido social, si, esa sencilla amistad entre uno y otro, algún respeto, algunas discrepancias sin llegar al insulto pero se ha sembrado terror, miedo, mentira, odio y por ende, la cosecha será una locura.

No se necesita ser un especialista en salud mental para conocer la conducta del salvadoreño, somos indolentes como pocas sociedades en el mundo y violentos como nadie; pareciera que el bisoño presidente desconoce esa parte de la historia donde esa violencia que él ha ejecutado, verbal, moral, y cuanta forma de violencia exista, será su ruina.

En mi vida, un sencillo hombre marcó la conducta típica del salvadoreño, su nombre fue, es y será “Abelino El Salvadoreño”, era un empleado de mis ex suegros, hombre pequeño, delgado, siempre con su sombrero; educado, personalmente me molesta que me digan “patroncito” sin embargo cuando Abelino llegaba a almorzar, siempre saludaba, con la mirada gacha, tímido  “Buenos días patroncito”; una vez que era día de pago y se zampaba su pacha de guaro, el “patroncito” se transformaba en “Doctor patas secas, viejo jueputa, jueputa”; eso es lo que se viene, el presidente trató y durmió a “Abelino el bueno”; lamentablemente no entendió que quien despertará  será “Abelino el violento”; solo es cuestión de tiempo, de días, de horas para que el clan Bukele y el séquito de vividores conozcan al salvadoreño hambriento, desaparecido, migrado, marginado, desesperado que saldrá a las calles a mostrar los cachos y la cola, no, esa genética violenta tiene su historia, tenemos un karma horrible lleno de dolor, sangre, miseria que basta un chasquido de dedos para volvernos “transformer” y debe conocer el presidente que así como llegó al poder puyando la barriga del pobre con los tres cientos pesos y con cajas del “Pan de la Vergüenza” será ese instinto primitivo que lo llevó a tener mayoría el que lo arrinconará, lo obligará a ceder o a matar, algo que quizá, nunca ha contemplado, pero el juego apenas empieza.

Por eso es bueno revisar, leer nuestra historia y conocer porqué un país tan insignificante, ha tenido tantas guerras, tantas confrontaciones, tantas muertes y vale la pena remontarnos a 1932 donde los campesinos dignos de los Izalcos se levantaron contra la dictadura  que apoyando a una voraz oligarquía, cuando ésta, de un plumazo les robó sus tierras y que aún hoy en día, gozan de esos privilegios; pero eso costó más de veinte mil muertos; fue en esa tierra fecunda y digna donde recientemente destruyeron una caseta del bitcoin, parece insignificante pero ya hay organización y nuevamente viene ese baile entre la muerte donde el pobre mata al pobre; no me alegra lo que viene pero solo son las cosechas de lo sembrado y tristemente los “millenian” no saben de eso, a ese grupo pertenece el presidente que amparado en su popularidad le puso la pistola en la sien a un pueblo siempre pobre, roto, desnutrido, patojo, choco, jodido pero con unos huevos de dinosaurio, que poco le importa la vida cuando se trata de que le toquen el estómago; usted puede tocarle las nalgas y quizá hasta le gusta pero que le quiten la comida, es otra historia y será ese hombre pobre el que será el “nuevo guerrillero” que empezará  a gritar por comida y quizá, el presidente desconoce esa pobreza que afecta a gran parte de la población, no, conocer la realidad del salvadoreño pobre es un privilegio para así entender la vida difícil que debe transitar.

Cantos de sirena, un pueblo que poco a poco despierta, la goma ha sido larga pero empieza a darse cuenta de lo que se viene, será el juez tiempo que develará el futuro que nos espera, entender quién será el sujeto de estudio, si el pueblo salvadoreño o el joven presidente de una de las naciones más pobres, indolentes y violentas del mundo. El tiempo lo dirá.

*Médico salvadoreño

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