Por: Francisco Parada Walsh*
El dramatismo en las noticias sobre las diversas acciones tomadas por el Gobierno, ya en contra de los corruptos de los “de antes” “, los ataques en contra de los “de la esquina”, el asunto de las camas hospitalarias, las buenas nuevas que el presidente anuncia en su tweet que terminan siempre con el esquema de vacunación; resultan un notorio acto de prestidigitación.
La gente ve el árbol y no el bosque como dije antes. No dudo que cada persona, al leer los tweets aludidos “en una hora, una buena noticia” esperan con ansiedad e impaciencia, la reforma al sistema de pensiones, también por qué no, una reforma fiscal que ataque a los oligarcas que tanto critica, mismos que manejan las AFP y que no pagan los impuestos correspondientes. Y es que claramente estamos de acuerdo en que se persiga, encierre a los corruptos, pelagatos que son o fueron sirvientes bobos del poder fáctico.
Pero vemos que la oligarquía está tranquila, quizá más tranquila que nunca, lo cual nos y me provoca sospechas, muchísimas sospechas. Viajo al pasado, a esa maravillosa revista ECA donde se publica “El Bloque Empresarial Hegemónico Salvadoreño” esto no es secreto ni soy un inventor de datos, vaya y compre esa valiosa revista y se dará cuenta el lector cómo se maneja La Finca El Salvador con relación a las pensiones; se lee en la página 639 de dicha revista: “AFP Confía S.A. Al igual que todos los núcleos analizados en este apartado correspondiente al Banco Agrícola, la red Meza también tiene participación en la compañía Bienes y Servicios. En la junta directiva de 1995, Roberto Murray Meza posee el cargo de presidente”.
El voto del macarroni and cheese dice que este gobierno ha hecho tanto por el país como nunca antes, los de la llanura como quien escribe dice todo lo contrario, al fin de eso se trata la democracia que nos hacen creer que vivimos en todas las forma de gobierno…Pero, si bien el manejo de la pandemia y la vacunación resultó como anillo al dedo o como dicen en mi pueblo: “Anillo en trompa de cuche” para lucirse para lo bueno y para lo malo, así como para no ser transparentes en la rendición de cuentas del manejo de los fondos, darles un tiro de gracia al personal de salud que fue el que sacó la peor parte de esa pandemia y que ni siquiera es recordado por su propia gente; le pregunto al lector ¿Qué se ha hecho concretamente por la gente de los barrios, por el pueblo? si existe o no oposición en este país es algo que también nos despierta sospechas ¿Por qué incluso ellos no hablan de las reformas de pensiones? ¿Acaso todos sirven al mismo patrón o patrones? El asunto es que el circo cansa y termina sin lograr su objetivo.
Incluso, de entre los seguidores del presidente, surgen voces, muchísimas, que exigen ver cambios directos que los beneficien… ¡Pero no se ve nada! Todo es un blof, una pantomima, una venta de sueños que en semanas serán pesadillas. Este silencio de todos, sobre el asunto de las AFP evoca dudas, sobre las relaciones que el mismo poder económico tiene con el gobierno y con la oposición. De todas maneras podríamos estar viviendo un momento histórico en el país, como para que en el futuro, se hable de nuevos próceres, algo difícil de hacerse realidad pues con el servilismo y la falta de carácter pareciera que serán los mismos villanos de siempre, villanos y silvestres pelagatos.
De antigua oligarquía o de otra nueva. Tarde o temprano, a corto plazo, si la gente no ve resueltos o paliados sus problemas despertará. Señor presidente, resuelva el asunto de las pensiones.
Pero la realidad que se respira en las calles es desalentadora, veamos los dos panoramas, si el dólar mantiene su curso legal será un país el que se salvará de la autodestrucción, pero si el común ciudadano que recibe unos setecientos dólares de pensión y debo aclarar, si bien le ha ido en la fiesta y se implementa el fraude más grande en la historia de un país donde apenas un grupúsculo se volverán archimillonarios y serán más de siete millones de hermanos que sufrirán una pobreza inimaginable y si revisamos no la época electoral donde se dijo que las pensiones sería un tema de agenda nacional y vemos la triste realidad donde ¡Ni se habla de las pensiones! Entonces esto es ya un cuento de terror donde el hambre, los desahucios, el desempleo, la migración y tantas plagas más terminarán de hundir a este pobre país.
No merecemos esto, no, somos malos pero no merecemos esto, me da profunda tristeza que una nación desaparece, ya no somos El Salvador ni de la nada, todo al resumidero; pero si hacemos una sincera auto reflexión, somos cómplices por omisión pues callamos, permitimos, somos tumbas vivientes y como tal, merecido tenemos cualquier desgracia por cobardes.
*Médico salvadoreño
