El Comité de Madres y Parientes de Prisioneros, Desaparecidos y Mártires Políticos de El Salvador, COMADRES, surgió en 1975 y desde entonces se dedicó a almacenar archivos de los casos a los que daba acompañamiento.
Esta semana COMADRES denunció que la Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños, FENASTRAS, la está desalojando de la casa que ha sido su oficina desde 1988. También señala la destrucción de archivos resguardados desde la guerra. La vivienda fue donada por la Confederación de Sindicatos de Noruega, LO-NORUEGA, pero como COMADRES no contaba con una personería Jurídica en aquel entonces, el inmueble fue adquirido a nombre de FENASTRAS, con el compromiso que se haría el traspaso del inmueble cuando la organización fuera legalmente reconocida, así lo indicó Blanca Panameño, integrante de la junta directiva de COMADRES.
En 2013 COMADRES obtuvo su personería jurídica y solicitó formalmente a FENASTRAS el traslado de la propiedad, sin embargo, hasta la fecha no ha sido cedida.
El 24 de mayo de 2021 falleció la madre Sofía Escamilla, una de las fundadoras de COMADRES, dejando como legado la casa donada.
El 31 de mayo, COMADRES intentó ingresar a la casa para verificar el estado de los archivos y documentos almacenados, pero integrantes de FENASTRAS negaron la entrada. Jayme Magaña, representante legal de COMADRES, expone que los documentos resguardados en dicha vivienda se encuentran dañados y afectarán los procesos legales que aún están pendientes.
Este jueves 3 de junio, se vivieron momentos tensos y discusiones acaloradas en la casa ubicada en la colonia Santa Eugenia de San Salvador, entre las integrantes de COMADRES y miembros de FENASTRAS. Tras 15 minutos bajo la mediación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, COMADRES logró ingresar a las oficinas, pero FENASTRAS negó el acceso a la prensa. Posterior a 10 minutos de intervención de la PDDH, se facilitó la incorporación de los medios. En la escena, se constató el estado de los documentos: en el suelo, nacidos y húmedos.
Milagro Peña forma parte de COMADRES desde los 7 años, cuando inició la búsqueda de su familia desaparecida. La casa de la cual las están desalojando es significativa para ella, ya que es el lugar que la resguardaba de las persecuciones que realizaban los cuerpos de seguridad durante la guerra.
A la fecha, COMADRES continúa acompañando a los familiares de los desaparecidos durante la guerra, destinando ayuda médica y psicológica, además trabaja de forma coordinada con otras instituciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, la PDDH e instituciones académicas, dando seguimiento y reconstruyendo la memoria histórica del conflicto armado.
