La corrupción se combate con procesos judiciales libres de amaños

Por: Miguel A. Saavedra.

Recientemente el Fiscal Raúl Melara, sostuvo reuniones con funcionarios del Departamento de Justicia de Los Estados Unidos y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en las que se supone, discutieron formas de coordinación para dar solución a problemas que interesan a los estadounidenses, entre ellos la migración, el narcotráfico y delitos afines al crimen organizado.

Desconocemos que tipo de respaldos solicitó y recibió el señor Fiscal, pero a su regreso de Los Estados Unidos, apareció con un discurso renovado asegurando que estaba en la línea de combatir la corrupción, sin importar la ideología o los intereses políticos.

Bueno, después de dejar hacer/dejar pasar todos los indicios de corrupción denunciados públicamente contra funcionarios de la actual administración, ahora realiza la operación Monarca, con órdenes de detención contra dos alcaldes, uno del FMLN y otro de GANA, capturados en horas nocturnas, así mismo para otras personas entre concejales, ex diputados también del FMLN y empresarios de la construcción, operativo que se presenta con toda la espectacularidad mediática posible a complacencia del ministro de Seguridad.

El operativo coincide con la publicación de sanciones de parte del Reino Unido, avaladas por Estados Unidos para tres políticos del Triángulo Norte, dos guatemaltecos y un hondureño, que están en las famosas listas de funcionarios corruptos que pronto se harán públicas, por lo que la sorpresiva operación a pocos días de terminar el periodo municipal, podría interpretarse como una carta de presentación no sólo del Fiscal sino del nuevo Ministro de Seguridad, para asegurarle a los Estados Unidos, que El Salvador combate a los corruptos, sin sesgos ideológicos como dice el Fiscal, pues se tiene a un alcalde de izquierda y a otro de derecha, que incluso pertenece al partido de gobierno GANA.

Es curioso que el Fiscal realice el operativo, días después que su anterior compañero de militancia Walter Araujo, haya dicho a través de sus redes sociales que por los vínculos con la corrupción “hay procesar, juzgar y separar de su cargo a Raúl Melara” por lo que la operación Monarca también podría interpretarse como un blindaje, al menos para que el Fiscal, termine su período, pues es un hecho que, con la nueva legislatura, la cacería de brujas o la persecución de opositores se pondrá a la orden del día.

En nuestro horizonte visualizamos que será en los tribunales en los que se verá si la investigación de siete meses realizada por el Fiscal es ajustada a la verdad y que la acusación será fundamentada con pruebas verificables que muestren la veracidad de los hechos, sí fuese así, pues que se castigue a los culpables; pero si se trata de manipulaciones para aparentar el combate de la corrupción y utilizarla como caballo de troya para poner en marcha la persecución política de opositores o de chivos expiatorios, con procesos arreglados, diremos que jamás se podrá erradicar la corrupción con requerimientos fiscales AMAÑADOS.

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