¿Cuáles son los problemas para viabilizar un nuevo sistema de pensiones?

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

En mucho de lo que está pasando en el tema de pensiones, sigue estando muy asociado con intereses mezquinos de parte de las administradoras de pensiones y sus intelectuales, que disfrazan el fracaso del sistema de cuentas individuales, con las mismas acusaciones de cuando iniciaron la imposición del nuevo modelo de pensiones—para justificarlo—empecemos por definirlo se trata de un modelo de sustitución—en consecuencia, el nuevo modelo irá supliendo al antiguo sistema hasta su desaparecimiento. Esa decisión fue claramente responsabilidad de arena, su gobierno, fusades, anep y medios de comunicaciones, entre otras ong vinculadas con el modelo de acumulación capitalista de libre mercado, y bajo la doctrina neoliberal basada en que es mejor lo privado que lo público, y que todo se rige por el libre mercado, y el negocio de los fondos de pensión.

Ese modelo de sustitución fue impuesto, sin mayores debates de quienes son los dueños de los fondos de pensión, y otros pensamientos científicos. En consecuencia, no fue en ningún momento una propuesta técnica (no se escuchó a especialistas, no se hizo un estudio actuarial y fue claramente una imitación burda del modelo chileno, entre otros aspectos de análisis que no se tomaron en cuenta); cómo se quiere aun hoy hacer ver por quienes están detrás de la filosofía neoliberal (la prevalencia del negocio por sobre los derechos humanos); es decir la desnaturalización constitucional de que el Estado tiene como finalidad al “hombre como el principio y fin del proceso productivo; y no ver al trabajo como una mercancía”.

Esa lógica productiva, impuesta por arena, tuvo a su favor un órgano judicial que se hizo el de los panes, para no escuchar y proceder a corregir la inconstitucional y anti ética visión de la constitución. No funcionaron los amparos presentados y fueron las resoluciones declaradas sin lugar y favoreciendo al capital antes que a las personas trabajadoras, al declarar la libre empresa y contratación como el motor de la sociedad, antes que los derechos humanos. Es importante señalar esto por cuanto arena en esos primeros años (1989-2004), de manera mayoritaria (ejecutivo, legislativo y judicial), decidieron el destino político, social-económico, medio ambiental, militar y cultural del país.

¿Por qué ahora hay escozor por ese grupo fáctico, de un nuevo y hoy si absolutismo y supuesta pérdida de su democracia? Aparentemente lo nuevo es que en la época de arena, el voto de la gente era presionado e intimidado por la amenaza comunista, la vivencia socialista y las transformaciones estructurales de un pueblo; ahora el voto es de mayor apropiación popular y la gente lo ha tomado libremente como un valor y con la capacidad de alcanzar cuota de poder, que pueda llevarnos a una época diferente; y no en la continuidad de cambios cosméticos en la época.

Todo ese arraigo ancestral para imponer el nuevo sistema de pensión de cuentas individuales, manipuló los intereses de la gente trabajadora y trabajó con propaganda el imaginario colectivo exacerbando la cultura individualista, al expresar el fenómeno de la corrupción en el INPEP e ISSS, además de ser un sistema de reparto que refuerza la solidaridad generacional y salarial, a cambio del individualismo conservador, lo que llevó a que de aquél grupo poblacional que tuvo opción de quedarse en el anterior sistema o de registrarse al nuevo sistema. Cerca del 80% se fueron, creyendo el discurso del gobierno de arena, que iban a estar mejor con un “mayor monto pensión y sus ahorros no iban a ser usados para otros fines”—pérdida completa de la solidaridad en general—.

Eso fue posible, por cuanto mucho de los abusos y arbitrariedades acerca de la imposición del nuevo sistema privado de pensiones y la desaparición del anterior sistema público de pensiones, tuvo a su base la desacreditación, la mentira, el fraude, pero sobre todo el régimen político (aparato del Estado) que favoreció ese cambio en detrimento de los intereses genuinos y propios de la clase trabajadora.

La falta de conocimiento de la mayoría de personas que cotizan y en mayor grado las que no cotizan, que no es exclusivo de salvadoreños(as), pues también el pueblo chileno (más educado) igualmente permitió el nuevo sistema de cuentas individuales, la falta de debate (época con cambios, pero con los resabios pinochetistas), hicieron que hasta el 2008 se hicieran reformas, que en el país no han podido hacerse hasta la fecha. La ausencia y manipulación que se hace de la información, hace que los intereses mezquinos prevalezcan sobre los intereses de justicia, solidaridad, universalidad y derechos humanos.

Volvernos a un sistema de pensiones tiene a la base: 1) Una base actuarial; 2) un debate abierto, transparente, informado y con todos los involucrados; 3) la suficiencia de beneficios vitalicios; 4) una administración pública independiente, autónoma y transparente en lo financiero y uso de los fondos; y 5) la recuperación de la deuda previsional fiscal en un proceso programado de amortización del capital e intereses; y claro con un enfoque de género.

*Sindicalista salvadoreño

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