Enfermedad común

La neumonía puede resultar una dolencia peligrosa para niños, ancianos y personas sin tratamiento, a solicitud de Deicy Santana, de Matanzas

Por: Yamila Berdaye

También es conocida de manera popular como pulmonía, cursa con inflamación del pulmón o de parte de él y es producida generalmente por la bacteria neumococo, igualmente puede ocasionarse por el virus sincitial respiratorio o por hongos.

Como dato adjunto –al padecimiento– es necesario saber que el 12 de noviembre de cada año se celebra el Día Mundial contra la Neumonía, iniciativa que promueve la Coalición Mundial contra la Neumonía Infantil para intentar concienciar a las poblaciones del peligro que puede llegar a suponer la enfermedad.

Ella es la principal causa de muerte infantil en todo el planeta. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, supone alrededor del 15 por ciento de todas las muertes de niños menores de cinco años. Por ejemplo, en el año 2016, los datos investigativos arrojaron alrededor de un millón de niños fallecidos por neumonía.

Es una infección respiratoria que tiene como síntomas: inflamación y enrojecimiento del tejido pulmonar, que dificulta y puede hacer dolorosa la respiración. Asimismo suele acarrear tos con moco, dolor torácico, sudores, fiebre, escalofríos, pérdida de peso. Su rápido diagnóstico es vital para que no se convierta en enfermedad grave o mortal.

Los médicos distinguen dos tipos de neumonía, las producidas por el neumococo o Streptococos pneumoniae y la bacteriémica –la diferencia reside en si la bacteria llega al torrente sanguíneo– que infecta la sangre y constituye aproximadamente entre 25 por ciento y el 45 del total de casos, con una mortalidad tres veces mayor que la primera.

De conjunto con los infantes, la otra población que corre el riesgo de que la enfermedad se convierta en una patología grave e incluso mortal es la de personas mayores de 50 años, por ser su sistema inmunológico algo más débil y la mayor vulnerabilidad de los pulmones a posibles ataques de bacterias y virus.

Se apunta que personas con enfermedad crónica como EPOC, diabetes o VIH, son sensibles ante la neumonía. Se cree se puede prevenir, según criterio médico. La OMS recomienda medidas de protección en el caso de los niños como promover la lactancia materna, lavarse las manos, reducir la contaminación del aire en interiores y acciones complementarias de prevención y tratamiento.

La portavoz de la Organización Mundial de la Salud en el año 2015, Tarik Jašareviæ, afirmó que “la neumonía puede tener un origen viral o bacteriológico, o ser una combinación de ambos factores, y solo la causada por bacterias puede ser prevenida con vacunas y tratada con antibióticos”. Aunque en realidad, según los propios datos de la OMS, en muchos casos esta enfermedad es consecuencia de mal tratamiento de otras enfermedades.

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