Ministro de trabajo y previsión social ¿Y el tema de los derechos laborales?

(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)


La atmósfera nacional está sesgada al tema de la seguridad ¿nacional y/o ciudadana? Es difícil saberlo, todo se arremolina—pero puede centrarse en algo simple, “el día que los funcionarios del más alto nivel, anden tranquilos por la ciudad o el campo, sin seguridad, ni con el aparato del gobierno pagado con impuestos a su servicio y protección; sabremos si el plan Control Territorial en sus diferentes fases, está funcionando.

El Ministro de Trabajo, se hunde en esa vorágine de realidad, que va marcando una trayectoria de poca fuerza hacia el mejoramiento sustancial de los derechos laborales, para el caso la lógica que va imponiéndose de 7/24 hace que los horarios y jornada de trabajo vaya trastocando derechos conquistados desde su raíz, y la consigna de los mártires de Chicago (en tiempos de la revolución industrial) va tomando actualidad “8 horas para trabajar, 8 para la recreación y 8 para descansar”, pues hoy el mercado se impone y nos regula la vida—flexibilizando las relaciones sociales de producción—legislaciones que han llevado a la protección social por años, se van atrofiando y dando paso a híbridos, definitivamente ilegales, con la pretensión que el país lo necesita; y hay que tomar la medicina amarga para salvar al niño.

Hay legislación ratificada por el país C156 (OIT), que pretende armonizar las relaciones familiares con el trabajo, no obstante al flexibilizarse los horarios y jornadas anulan o degradan estos derechos, en tanto que no hay claramente entradas y salidas del trabajo—por ejemplo se comienza temprano para tratar de compensar la posibilidad de tener que asumir un compromiso al final de la jornada, sin afectar la producción o se obliga a salir después de la hora, pues se tuvo que hacer y cubrir una necesidad antes que afectó el proceso productivo.

Hasta ahora el Ministro de Trabajo, sigue hablando del salario mínimo, del sistema de pensiones, pero aún nada en los platos, se comprometió a retirar los proyectos laborales en la asamblea legislativa, para su discusión con el sector laboral, pero se sigue esperando. Solicitudes de audiencia de diferentes grupos laborales, siguen esperando el tiempo, e incluso allá en Ginebra en la Conferencia de la OIT, se comprometió a disponer una reunión a su regreso e igual ha sido desfasada, por hoy es un Ministro esquivo, y traslada su supuesto quehacer vía la prensa, utilizando una estrategia mediática.

En ese contexto promete conseguir visas de trabajo para 1,500 a 10,000 personas—un ínfimo número que cae en la completa demagogia— y se amarra con el discurso de las actividades migratorias prometidas por la canciller, de que se van ir deteniendo esos flujos por las oportunidades, que van ir surgiendo a lo interno del país. La explotación laboral, al aplicar las medidas de flexibilidad y medicina amarga, se acrecienta y deterioran las vidas de mucha de la clase trabajadora que está en condiciones de deterioro humano constante.

De acuerdo a ciertas investigaciones se necesita una cantidad de 50,000 empleos anuales los que deberán crearse, la realidad marca que hay un déficit del último quinquenio, los números en algunas estadísticas son de un nivel de bajo empleo, de acuerdo a esta tesis en el 2001-2009, se crearon 80,419 (17.87%) y en el período de 2010-2018, 130,897 (29.1%) en el sector privado. Por tanto el déficit de empleos es sumamente alto, y si lo comparamos que existen 855,130 personas con ingresos fijos que comparado con la pea son el 28.2%. Deja en una situación de empobrecimiento a más del 70%, es así que si tuviéramos a un Ministro de Trabajo dedicado activamente a este problema, con las cifras correctas y la voluntad demostrada en la práctica, ya se hubieran manifestado decisiones al respecto.

No obstante lo que hay son despidos en el sector público (700), de los cuales se insiste en que es un proceso normal, además se van presentando en cada institución pública, condiciones que van modificando los derechos laborales hasta ahora; y hay procesos de transición que están socavando derechos laborales conquistados. El panorama que ofrece el Ministro de Trabajo, no presenta por el momento ninguna oferta de política pública laboral ni social, como de acciones de protección social y laboral que vayan reivindicando los elementos que fortalecerían al sector laboral.

Los entendimiento para visibilizar y fortalecer los derechos laborales en el sector público y privado, no se observan por ningún lado, para mejorar la economía de los hogares, lo que existe no es diálogo, ni constructivo, en tanto es el silencio o la inclinación hacia los sectores pudientes, en mucho demagógico, caracterizado más hacia lo noticioso y que hasta ahora no demuestra que haya diferencias en la manera de ejercer su cargo de administrador del trabajo y la previsión social.

*Sindicalista salvadoreño

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