El Papa: ¿la oración? Se necesitan valentía y paciencia, no “sobornos”

Francisco en Santa Marta: «Si yo quiero que el Señor escuche algo, debo ir, e ir, tocar a la puerta, y le toco a Dios, y toco acá… ¡porque mi corazón está involucrado!»

DOMENICO AGASSO JR.
CIUDAD DEL VATICANO

¿Cómo hay que dirigirse a Dios? “Con libertad, como hijos”. Es así que hay que rezar. Con “valentía y paciencia”, con el “corazón involucrado”, no con la lógica del “soborno”. Palabra del Papa Francisco, quien lo afirmó durante la homilía de la misa matutina de hoy, 15 de marzo de 2018, en la capilla de la Casa Santa Marta.

“Ningún soborno. Yo estoy con el pueblo. Y estoy contigo. Ésta es la oración de intercesión: una oración que argumenta, que tiene el valor de decirle en la cara al Señor que es paciente. Se necesita paciencia en la oración de intercesión: nosotros –afirmó Francisco– no podemos prometer a alguien que rezaremos por él y después terminar la cosa con un Padrenuestro y un Avemaría e irnos. No. Si tú dices que rezas por otro, debes ir por este camino. Y se necesita paciencia”.

Lamentablemente, en la vida cotidiana no son raros los casos de dirigentes dispuestos a sacrificar la empresa con tal de ver a salvo sus propios intereses, con tal de obtener un propio provecho. Pero Moisés no entra en la “lógica del soborno”, él está con el pueblo y lucha por el pueblo. Las Sagradas Escrituras están llenas de ejemplos de “constancia”, de la capacidad de “ir adelante con paciencia”: la cananea, el “ciego en la salida de Jericó”.

“Para la oración de intercesión se necesitan dos cosas: valor, es decir, parresía, valentía, y paciencia. Si yo quiero que el Señor escuche algo que le pido, debo ir, e ir, e ir, llamar a la puerta, y llamo al corazón de Dios, y llamo desde acá… ¡Porque mi corazón está implicado con esto! Pero si mi corazón no se implica con esa necesidad, con esa persona por la que debo rezar, ni siquiera será capaz de tener valor y paciencia”.

Por último, el Papa Francisco indicó que el “camino de la oración de intercesión” es estar involucrados, luchar e ir adelante y ayunar.

“Que el Señor nos dé esta gracia –concluyó. La gracia de rezar ante Dios con libertad, como hijos; de rezar con insistencia, de rezar con paciencia. Pero, sobre todo, rezar sabiendo que yo hablo con mi Padre, y mi Padre me escuchará. Que el Señor nos ayude a progresar en esta oración de intercesión”.

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