Decisiones que deben surgir para corregir el rumbo y ganar una correlación de la clase trabajadora, enrumbada al bienestar económico y justicia social

Los diferentes grupos sindicales liderados de acuerdo a propios intereses y conveniencias se encuentran en pugnas que en mucho pueden ser eventos que nos pueden llevar a corregir el rumbo, a ganar una correlación de fuerzas para la clase trabajadora en general, con todas sus características trabajo asalariado, trabajo doméstico, trabajo a domicilio, trabajo independiente e incorporados los núcleos de grupos laborales que defienden derechos laborales muy propios como son las mujeres, jóvenes, con capacidades especiales, LGTBI, originarios y demás categorización evolutiva por un capitalismo arcaico y nada consecuente con el bienestar y la justicia social.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Es ya momento para que el rumbo se corrija, tomando decisiones que encaucen los verdaderos intereses de la clase trabajadora—encontramos en esta lite, grupos pro Ministro de Trabajo catalogado como de caballo de Troya, por aquellos grupos de élite enquistados en el gobierno de turno. Están los pro argolla que apoyan al grupo de diputados con el poder para detener y/o dar viabilidad a cosas importantes relacionadas con políticas públicas y la propia institucionalidad del país.

Todos debemos reconocer que la clase trabajadora, sigue subsistiendo y cargando con todos los desatinos históricos de los grupos oligárquicos, de los grupos neoliberales ortodoxos del modelo y, de aquellos grupos que apoyan un capitalismo emergente. Los grupos sindicales mantienen las relaciones políticas con los que detentan el poder, y siguen empecinados en adherirse a estos grupos dominantes para ver si subsisten en el ámbito de conflictividad que se vive como clase trabajadora.

Es difícil sostener la verdad y más luchar por esta verdad, los diferentes estamentos en la sociedad se encuentran tratando de imponerla a su conveniencia y caprichos políticos, el proceso electoral que se avecina está sacando todas las vísceras que ostentan estos grupos y de manera descarnada se van moviendo en acusaciones y acciones de desestabilización del grupo dominante. Como mucho se dice la cuña para que duela debe ser del mismo palo, los grupos encarrilados en el proyecto Bukele, van señalando aspectos a partir de detonantes importantes en la vida socio política del país.

Para el caso del eje de la corrupción, que es un fenómeno afincado en mucho de la historia salvadoreña y no es particular de determinado grupo dominante de la época, la corrupción en toda su gama no sólo se enmarca en los aspectos de dinero, sino de intereses vinculados con éste, y de movimientos de dominación de unos sobre otros, recordemos la corrupción electoral dentro del período del pcn (1962-1979); la oligarquía cafetalera para imponer su dominio (1870-1989); la corrupción surgida durante el conflicto bélico (1980-1992); la impuesta por la oligarquía financiera sostenida a partir de los acuerdos de paz (1989-a la fecha) y finalmente la de los grupos capitalistas emergentes en la conquista de una hegemonía del poder (2019 a la fecha).

Los grupos sindicales adheridos a esos eventos históricos como AGEPYM en los tiempos del PCN, los grupos sociales pro FMLN antes y durante la guerra, los grupos vinculados con la ANEP y grupos empresariales, después de los acuerdos de paz, con el modelo no sindicato, con los partidos políticos a partir de la reforma constitucional de 1983 (PCN, PDC, ARENA, FMLN, GANA, Nuevas Ideas, etc); los vinculados con el Ministro de Trabajo en la actualidad, que controla el tripartismo corrupto en el ISSS, INSAFORP; ISP, FSV entre otras instituciones; hasta llegar a grupos sindicales más independientes y autónomos de las garras del poder dominante.

Decisiones importantes deben surgir para corregir el rumbo y ganar una correlación de la clase trabajadora, enrumbada al bienestar económico y justicia social, pero para ello el conflicto suscitado por las declaraciones baladíes de médicos, por los acontecimientos en el estadio Cuscatlán, en un desacreditado partido de futbol, que llevó a despertar a médicos en servicio social, que fueron destituidos sin razones valederas, ni en un debido proceso, sumadas las reacciones de apoyo solidario de los sectores élites organizados en SIMETRISSS y Colegio Médico, que anexó luego al STISSS, en una cuestión que es eminentemente política, pero que cruza por las malas condiciones de salud que vive la clase trabajadora y que poco o nada se defiende, ha quedado a una luz, que de ser la correcta puede anticipar eventos que apoyen consecuentemente procesos en pro de intereses de las personas trabajadoras.

*Sindicalista salvadoreño

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