La detención de 100,000 salvadoreños en la frontera Sur de Estados Unidos, durante el 2022, revela una emigración mucho mayor, que se ha repetido, durante el 2020 y 2021, en plena pandemia: sugiere la insatisfacción generalizada, con las condiciones de vida nacionales, que son responsabilidad exclusiva del Gobierno: indican un potencial político, no expresado electoralmente, pero cuya manifestación, afecta al país, provocando inestabilidad, desde El Salvador hasta Estados Unidos, debido al fortalecimiento, de las rutas clandestinas del crimen organizado y de la pérdida de productividad, de El Salvador.
Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Las condiciones de vida nacionales, son determinadas por la gestión del Gobierno en función. La falta de condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida cotidiana, es indicadora de una mala gestión gubernamental, que debe revelarse en el período electoral, para que se den los cambios internos que permitan la corrección de las políticas económicas y sociales, por otras, que favorezcan la vida dentro del país: este mecanismo, está siendo obstruido por las acciones del Gobierno, provocando la alienación poblacional, mediante el dominio de la comunicación, haciendo que los problemas individuales, sean vistos como hechos particulares aislados y no, como un fenómeno impulsador de la cohesión social sobre una idea, necesidad o frente de lucha, que es lo que impulsa el cambio político.
La alienación social, hoy impulsada desde el Gobierno, inició con el desprestigio de los partidos políticos, para luego centrarse, en la destrucción de las distintas instituciones de contraloría dentro de la administración pública, por último, la supresión de todas las garantías constitucionales por tiempo indefinido. Para esto último, se acudió al argumento de combate a las pandillas: su aniquilamiento era posible, con los distintos instrumentos legales que cuenta el Estado, pero no se emplearon, por conveniencia política, comprobado esto, por el pacto entre el Gobierno y las organizaciones delictivas, hasta que éstas sirvieron de pretexto para la supresión de las garantías constitucionales.
Pero, aunque muchos de los salvadoreños, sufran la alienación gubernamental y se hayan suprimido las funciones sociales de los medios de comunicación, siempre existe un poder político potencial que puede expresarse, no necesariamente de forma electoral, pues esta forma necesita la conformidad del mismo Gobierno.
La idea de modificar las circunscripciones (municipios), para disminuir los mismos, se propone destruir el municipalismo, centralizar el poder y permitir una manipulación electoral, mediante un número menor de personas. Es de hacer notar, que la falta de actividad económica en los municipios pequeños, se debe a que sus habitantes emigran, pues el desarrollo que planea el Gobierno, va en razón de planes extranjeros, según los intereses de China y no, de las necesidades nacionales, basadas en la libre actividad económica, como ya se está denunciando en Conchagua y sus alrededores.
La pretensión de manipular las elecciones en el extranjero, mediante un voto electrónico, es para utilizar el número de migrantes, como justificación a los nacionales, de su voluntad hacia el interior, esto solo es posible mediante la manipulación electrónica de las elecciones.
La construcción de el Salvador del presente, está basada en los Acuerdos de Paz de 1992, por lo que al ejercer presión para las distintas instituciones constitucionales, no cumplan su función, se está atentando contra los Acuerdos de Paz, por lo que los juicios contra militares, las presiones sobre los veteranos, el dominio del ejecutivo sobre la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Nacional de la Judicatura y la Procuraduría de los Derechos Humanos, va contra los Acuerdos de Paz. Lo que será explicado en un espacio en TPC Radio Libertaria, el día miércoles 11de enero de 2023 y cuyo link será enviado por correo electrónico y WhatsApp.
