La Pequeña Roma, Romita

Parece un sueño, quizá no sea un sueño sino la peor de las pesadillas.

Por: Francisco Parada Walsh*

Un país lloroso y triste vuelve a ser embestido por el desprecio a la vida, pudiera escribir en vez de vida tantos sinónimos, pueda ser que suene mejor el desprecio al estado de derecho, a la jurisprudencia, al aficionado, al sentido común sin embargo debo señalar que es el gremio de abogados que, conocedores de la Constitución fueron los primeros en salir en bajeras marchas apoyando al ejecutivo ¡Vergonzoso es poco! Otros abogados, identificados con la derecha, ahora callan y avalan que “si el pueblo quiere, entonces la reelección es válida”, otros, no chochan, apenas chochan y cómplices por omisión, que tengan larga vida, que sufran quebrantos de salud, de fe, de hombría es difícil, que se les alargue la vida y se les acorte la mente.

Somos una pequeña Roma, Romita; ya el pan se regaló disfrazado de “El pan de la vergüenza”, que hizo creer al incauto que no habría un costo a pagar ¡Cómo somos de sencillos! nos regodeábamos de que a la casa nos llegaban a dejar víveres, qué decir de los tres cientos dólares que recibió tanta gente; ahora quizá lloren al ver a sus hijos detenidos, desaparecidos pero aún falta; falta más dolor, no me gusta escribir algo que es una puya en la giba del prójimo sin embargo, merecido lo tenemos por sencillos, por pendejos, por vivianes.

La Pequeña Roma, Romita ¿Por qué sufres tanto mi niña linda? ¡Por genética! El pan de la vergüenza es historia, ahora el presente y futuro de la Romita es el CIRCO ¡izimos iztoria! El dúo perfecto ¡Pan y Circo! Que los payasos serán los jugadores de futbol, sometidos por el hambre, solo es cuestión de tiempo para que se rindan y será ese aficionado que por el momento se siente decepcionado o indignado, palabra escasa en nuestro léxico y en horas será nuevamente el fanático que canta a todo pulmón el himno nacional: “Pájaro Picón”, circo en su esplendor, me pregunto ¿Cómo pudimos llegar a esto? ¡Por vividores, por pendejos! El caos ya existe, pero falta, falta que arda el país, pocos conocen esa genética tan trastocada del salvadoreño que en, segundos se convierte en un sicópata, ejemplos sobran pero vale la pena comprar la mejor entrada, esas sillas del palco y disfrutar de ese pan y circo y ver cómo nos despedazamos, nos eliminamos, nos odiamos.

Será El Salvador el lobo feroz que devoró a la abuelita de la dulce y pícara caperucita, quien ingenuamente le pregunta a su abuelita lobita ¿Por qué tienes esos ojos tan  peladotes abuelita lobita? ¡Para ver todo lo que pueda robar! ¿Por qué tienes esas orejotas tan grandototas abuelita lobita? ¡Para escuchar a todos los que hablen o escriban contra mí y para oír el llanto del torturado! Pero abuelita Lobita, eso no es bueno, debes ser una viejecita dulce y no ser tan perversa y malandra.

Parece que la observación de Caperucita le tiene sin cuidado ¿Por qué tienes esos dientes tan grandes abuelita lobita? Para morder el pie del descalzo, debes saber que el que tiene zapatos es rico, el pobre, a ese que siempre se lo lleva putas, siempre será el descalzo, el torturado, el migrante, el desaparecido ¿Por qué tienes tus fosas nasales tan grandes abuelita lobita? Para olfatear la magia, la dislocación de mi mente, la euforia del momento.

Caperucita se ve triste, parece que no está feliz, quizá esté confundida ¿Por qué tienes esos dedotes tan grandotes? Para metérselos en el culo a tanto  pendejo que creyó en mí. Caperucita se desmaya, el motivo se desconoce, solo que, cuando despierta está en un estadio de futbol, por los parlantes escucha la alineación del bien: En la portería Honradez, defensas centrales Morales e Intachables, lateral izquierdo Valores, lateral derecho Respeto, en el medio campo Ejemplo, Solvencia y Solidaridad, en el ataque tenemos Dignidad, Amor al prójimo y Verdad.

Por el equipo del mal tenemos en la portería a Mentira, defensas centrales Ignorancia y prepotencia, de lateral izquierdo Corrupción, lateral derecho Brutalidad, en el medio campo Lambiscón, Ego e Idolatría; en la delantera Perversión, Indolencia y Dolor de Patria; apenas se incorpora  escucha ¡Gol del mal! Y en esa confusión se pregunta ¿Cómo puede el mal ganar al bien? Parece que Caperucita no sabe en qué país vive. Triunfo del Mal. Lo normal.

*Médico salvadoreño

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