Fundación Clinton Calleja vs El agricultor

En el cantón Los Planes, del municipio de La Palma, Chalatenango hay un asocio llamado Fundación Clinton Calleja, se puede ver en una foto tanto a Clinton, Calleja como a Carlos Slim conociendo las instalaciones; en la otra esquina del ring tenemos a agricultores que luchan cuesta arriba contra todas las adversidades que conlleva el alto costo de los insumos agrícolas.

Por: Francisco Parada Walsh*

Conozco la realidad de la zona alta y no es nada nuevo que el agricultor grande se coma al pequeño, que los agricultores que se levantan en la madrugada a abonar sus cultivos, al final de la espera de la cosecha apenas obtengan míseras ganancias o que lo poco ganado quede tirado en invitar a los amigos a disfrutar de tantas cervezas puedan tomarse y nuevamente empieza a girar el ciclo de la pobreza.

¿Por qué no enseñar cooperativismo? No tengo la menor idea, entiendo que si todos los agricultores de la zona alta tuvieran un fin en común definitivamente manejarían a su antojo los precios de sus productos y no serían esquilmados por el mediero o por el súper Selectos.

¿Quién no sabe que después de tres meses de esperar que un vegetal llegue a su punto se cancela tal producto en quedan? Y debe ese agricultor esperar uno o dos meses mientras Calleja se enriquece a costa del sudor del agricultor; se entiende que entre más desunida sea una comunidad o una sociedad, cada quien verá por su bienestar y es lo que vivimos tanto en la zona alta como en el país donde “Divide y Vencerás” parece el pan nuestro de cada día.

Conozco personas que laboran en tal Fundación y reciben todas las prestaciones de ley y en el trabajo diario superan con creces tanto al jornalero como al agricultor, poco a poco el ahorro aumenta y al cabo de un año, esta pareja tiene algún dinero para comprarse un vehículo usado y empiezan a vender los mismos productos que lavaban y almacenaban a la comunidad, nuevamente me pregunto ¿Por qué no enseñar cooperativismo a todos los agricultores de la zona alta? Al contrario, mejor se prefiere que entren productos de Honduras y Guatemala cuando este granero puede proveer vegetales y frutas frescas para alimentar a gran parte de la población pero no hay interés de nadie; no sé por qué esta zona es tan codiciada, personalmente tengo las respuestas pues el presidente de la República ha asistido a un evento y sus ministros de Agricultura y de Salud se han dejado ver por estas zonas, no pueden asumir que no conocen las dificultades geográficas ni que el agricultor solitario saca la peor parte, todo esto es resultado de la educación engañosa donde mantener en la ignorancia a tantísimas personas rinde frutos, se trabaja para enriquecer a los mismos de siempre y si la familia Calleja antes del 2001 su apellido no aparece en la revista Bloque Hegemónico empresarial de El Salvador, hoy sin duda ya pertenecen al círculo de los grandes tiburones, bastó con la pandemia para volverse infinitamente ricos, mientras pequeños negocios quebraban, la población salía en desbandada a comprar lo que fuese, tal como que el fin del mundo se acercara. Paradojas.

Debe el lector saber que la evasión se realiza desde la compra de una camionada de aguacates hasta delitos más sofisticados, todo esto me lo explicó el padre del ex presidente Flores y viene a mi mente un recuerdo de las únicas dos personas que tenían acceso exclusivo al parqueo presidencial cuando Tony Saca fue presidente, uno era su compadre René Figueroa y el otro, el padre de Carlos Calleja.

Cada quien saque sus conclusiones. Acá, la pobreza cada día es más grande, no se logra avanzar, los precios de todo lo que viene a la montaña son descomunales, el bajo precio de los productos agrícolas apenas dejan alguna ganancia, y en el peor de los casos es el agricultor quien decide no vender su producto pues entre flete, mozos y otros, debe él terminar pagando y decide picar el repollo y que sirva de alimento o de forraje para el ganado y es el cantón Las Pilas la nada afortunada tierra que tiene el índice más altos de suicidios debajo de Cuba, Uruguay; en el 2011 fallecieron más de 25 personas, cuando usted ve que en vez de ganancias solo logró pérdidas y no es capaz de pagar los préstamos que adquirió, lamentablemente el suicidio fue la elección.

Ojalá sea el cooperativismo, algo serio y no vender ilusiones ni mentiras sino que sean personas preparadas y no charlatanas quienes abran los ojos de tanto agricultor que apenas vive, que solo la va pasando, como yo.

*Médico salvadoreño

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