Unser Doktor Mengele
Se lee: Referencia: SLV-CDE-010/28/4- 0725.
Por: Francisco Parada Walsh*
Estimado Señor Ministro:
Como parte del apoyo técnico brindado por la OPS/OMS, deseamos compartir información importante sobre la vacuna contra Covid-10 producida por Pfizer y su uso en niños de 5 a 11 años:
Hasta la fecha, la OPS/OMS no recomienda ninguna vacuna contra COVID-19 para personas menores de 12 años.
La vacuna contra la COVID-19 producida por Pfizer fue aprobada por la FDA de los Estados Unidos para poblaciones pediátricas (niños de 5-11 años), el 29 de octubre 2021 y luego recomendada por el CDC.
Varios países de nuestra Región están considerando vacunar a los niños menores de 12 años con la vacuna Pfizer. La Autoridad Regulatoria de cada país tiene la potestad de brindar esas autorizaciones. Sin embargo, es importante notar que la vacuna Pfizer aprobada para poblaciones pediátricas tiene una formulación y una dosificación diferente de la vacuna Pfizer autorizada para adultos.
La vacuna autorizada para uso en niños de 5-11 años incluye el mismo ARNm y lípidos, pero diferentes ingredientes inactivos en comparación con la vacuna que se utiliza en personas de 12 años o más. L a dosis pediátrica es de 10 ug, mientras que la dosis adulta es de 30 ug. También notar que la reconstitución de la vacuna para uso en niños de 5-11 años utiliza un volumen de diluyente diferente al de la formulación para adultos. Se puede acceder a la información de CDC aquí y aquí, y a la información de la FDA aquí. Hasta la fecha, no se tienen datos de seguridad o de eficacia de la versión adulta de la vacuna en poblaciones pediátricas.
Si bien laOPS/OMS no recomienda la vacunación en niños, en aquellos países donde las Autoridades Nacionales han decidido ir adelante con la vacunación usando la vacuna Pfizer, debemos alertar a las contrapartes nacionales y al personal vacunador que los niños no pueden recibir una dosis fraccionada de vacuna Pfizer para adultos en lugar de una dosis pediátrica.
Si las Autoridades Nacionales aprueban el uso de la vacuna Pfizer en niños de 5-11 años, será necesario esperar que dispongan la vacuna pediátrica antes de lanzar las operaciones de vacunación en este grupo de edad.
Agradecemos su atención y adicionalmente, pueden coordinar intercambios con el Dr. Ángel M. Álvarez, Asesor de Enfermedades Infecciosas, quien además es el punto focal de OPS/OMS para el tema de inmunización. Hacemos propicia la ocasión para reiterarle las muestras de nuestra más alta estima y distinguida consideración. Firma. Dr. Giovanni Escalante.
Lo que dice esta carta es que sencillamente en El Salvador se ha vacunado a niños menores de doce años haciendo una mezcolanza, diluyendo las vacunas para adultos y queda a discreción de nuestras dilectas autoridades poner las dosis que ellos crean la adecuada.
Si esto no fuera verdad, quizá sería para enmarcar la ignorancia, el desprecio a la vida, el riesgo para cada niño que recibió la vacuna y cargará con tantos efectos adversos y que sea “De Ripley, Aunque Usted no lo crea” pero esto no es una broma, esto es lo más delicado que ha sucedido en el manejo de la pandemia, usar niños como cobayos es una vergüenza y es un acto que desde mi punto de vista, es un delito pues aparte de cómplice por omisión es el ministro, quien como máxima autoridad, decidió vacunar a miles de niños, que, tristemente, se verán afectados por siempre. Esto es una locura.
No logro entender cómo profesionales de la medicina, por unos dólares más, terminan de dar un tiro de gracia a cada familia salvadoreña; me reventaron al personal de salud, ahora, lo más valioso de mi patria es sometido a un capricho antojadizo de vacunarlos, todo por esa propaganda que importa más que la vida de un menor de edad; deben saber los padres que, ante la angustia de un contagio en sus hijos decidieron vacunarlos, y ahora se dan cuenta que sus hijos fueron sencillamente un experimento.
Me da rabia que a este gobierno y al MINSAL poco les importa la vida humana, país rebosante de fosas clandestinas que vomitan a nuestros jóvenes, ahora, tocan a lo más sagrado de una sociedad como son los niños. Y sin duda alguna cada padre debe gritar al cielo para que la justicia divina liquide tanta maldad, no, esto es algo enfermizo, usar niños como ratones de laboratorio da ganas de vomitar, si no hubiera sido esta carta pública, ¿Cuántos menores de edad hubieran sido condenados a recibir una dosis que no es la que corresponde? Cientos de miles.
Somos una sociedad que nada nos indigna, ya el rubor de nuestras mejillas se ha convertido en un papel blanquecino ante tanta sangre que se derrama, un país anémico, no somos capaces ni de indignarnos cuando están experimentando con nuestros hijos. Es el Dr. Roberto J. Vidrí quien escribe en las redes sociales lo siguiente, que bien pudiera ser un triste y desconsolado epitafio: Inconcebible esta “chambonada”; recularon solo al ser expuestos. Diluir una vacuna como si fuera cualquier cosa, para dársela a los niños y hacer publicidad. ArrobaFranAlabi ha perdido toda semblanza de ética y profesionalismo-vergüenza para la profesión.
No, esto que ha sucedido raya la desvergüenza y el dolo del mundo, jugar con una vacuna que claramente hemos visto que no da la inmunidad tan esperada solo habla por las autoridades que llevan a este país a por un desfiladero, a un final donde al final, nadie ganará.
La vida y la muerte, opuestas rivales, la riqueza y la pobreza, otra pareja que ronda en este país serán testigos de ver morder el polvo a tantos incapaces, mal intencionados y corruptos como nunca ha tenido este país. Todo lo que sube, baja pero esto que le ha sucedido a nuestros niños es un acto, que va más allá del delito que de la simple ignorancia supina, por lo que como un ciudadano más y en nombre de todos los niños de El Salvador que fueron vacunados con dosis inventada, le repito al ministro ¡Renuncie Unser Doktor Mengele!
*Médico salvadoreño