Efectos de la descorporalización en la educación virtual que previene el contagio de Covid

La educación virtual o en línea es el proceso de enseñanza aprendizaje dentro de un espacio donde no existe la presencialidad física del estudiante ni del profesor. Nace como una necesidad y como estrategia de cobertura. Como necesidad porque es imposible acercar la escuela o la universidad, con todos sus componentes tradicionales, a todos los espacios físicos de un país.

Por: Mauricio Manzano*

Y, a la vez, se convierte en una estrategia de cobertura porque favorece la inclusión y la equidad educativa. Además, esta educación virtual crea un espacio etéreo donde se desarrollan los programas de formación y se realizan las actividades y evaluaciones del educando-educador, este espacio sustituye el espacio material tradicional donde se formalizaba la educación.

Pero ¿qué se quiere decir con descorporalización y cuál es su efecto? Cuando se habla de descorporalización se hace referencia a la ausencia de los cuerpos, de los organismos vivos, de los sujetos de la educación en el proceso de enseñanza aprendizaje, este destierro del cuerpo despoja de la enseñanza todo lo material, la masa, las miradas, el tacto, el peso, la vida propia y el propio tiempo (Han, B, 2021).

En la práctica la ausencia de esta entidad orgánica produce irrefutables efectos disruptivos que alteran el proceso cognitivo. Enumeremos algunos:

En primer lugar, desaparece la comunicación corporal. Sabemos que el lenguaje no sólo es fonético, además, es corporal, y en la interacción física se produce una “transfiguración” del otro frente al yo, es un encuentro de afectuosidad, porque el cuerpo irradia afectos y deja ver buena parte de, lo que Hannah Arendt llamó, la condición humana, por tanto, es un medio de comunicación porque el cuerpo es un emisor y receptor a la vez que trasmite y recibe mensajes mediante signos corporales, y, como bien lo expresa Herbert Somplatzki, los movimientos corporales nos dicen todo lo que a menudo se calla en el lenguaje hablado (Somplatzki, H,1995)

Indudablemente, el lenguaje corporal trasciende en una cuestión multidimensional y tiene un rasgo fuertemente cognitivo. Así, el cuerpo dejar ver una enorme riqueza en actitudes, aptitudes, gestos, señales y comportamientos que precisan saberes y significaciones consolidadas.

El cuerpo humano, visto desde la premisa del universo educacional, tanto en su fisiología como en su expresión lingüística, son fuentes complementarias e irreductibles de aprendizaje y sabiduría (Martínez, A & Montes, R, 2010) La ausencia de la fenomenología del cuerpo afecta el saber, el hacer y el ser.

En segundo lugar, la eliminación del cuerpo en el proceso de enseñanza aprendizaje produce un ego vacío. Esto sucede porque al desaparecer la presencia del otro, como receptor y emisor, el yo se desconfigura, porque la estabilidad del yo siempre requiere la presencialidad del otro que a la vez es autorreferencia, y sin referencias la soledad del yo se sofoca en el yo.

Este autovaciamiento puede producir miedo, inseguridad, dispersión, desmotivación, apatía, etc.; rasgos indispensables para la aprehensión cognitiva y afectiva en la educación. Al desaparecer el roce del otro el yo se enclaustra, ya que el otro siempre será constitutivo para la formación de un yo estable. Si el otro desaparece, el ego cae en un vacío individualista contra natura, puesto que, como afirmaba el viejo filósofo griego, Aristóteles, el ser humano es social por naturaleza, inevitablemente, somos seres relacionales.

En tercer lugar, puede estimular la eliminación de lo distinto. Cuando se habla de lo distinto está referido a lo diverso. La educación para la diversidad es sustancial porque admite y acepta todas la costumbres y valores constituidos en el ser humano a lo largo de la historia, y el cuerpo es un signo específico de esa diversidad. Ciertamente, el cuerpo es una armonía, una unificación de contrarios. La unificación de lo contrario produce vida, desarrollo, tolerancia, aceptación, producción y más formación.

Al eliminar la corporeidad física se construye una virtual. Este nuevo sujeto virtual es una fusión de consonancias, no de diversidades, por tanto, una entidad identitaria se vuelve proclive al rechazo de lo distinto, de lo diverso. La ciencia ha comprobado, que, en la naturaleza, lo que permite la evolución y un ecosistema vivo es la armonía de la diversidad. En educación es igual, todo sistema educativo que objeta lo distinto es propenso a desarrollar sujetos amorfos, intolerantes y violentos.

Por último, que bien no es lo último, la descorporalización en educación puede afectar la dimensión histórica del ser humano, lo que Javier Zubiri llama el carácter prospectivo de la especie. Lo cierto es que desde hace un buen tiempo el cuerpo ha sido objeto de estudio, la escuela psicológica Gestalt afirma que nuestro cuerpo empapa un conjunto de manifestaciones culturales, ideológicas, religiosas, éticas etc., prácticas que han venido evolucionando en el devenir de la historia, ya que no tenemos cuerpos, somos cuerpo.

De esta afirmación se puede inferir también que la historia es un cuerpo, “descorporizar” la educación atenta contra la cultura, la historia del ser humano, el conócete a ti mismo, desaparece porque te conecta con un cuerpo masa, todos somos iguales en un cuerpo virtual

En fin, el destierro del cuerpo en el proceso de enseñanza aprendizaje va en detrimento de valores materiales y espirituales. Afecta la riqueza de la comunicación corporal, la realización de yo en comunidad, la aceptación de lo distinto y la dimensión histórica del ser humano y su cultura, Y puede finalizar en un adoctrinamiento de ajustados elementos….

*Investigador educativo, Master en políticas y evaluaciones educativas y doctor, in fieri, en educación

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