Lectores de la Nada

Personalmente considero al acto de escribir y leer como la octava y novena maravilla del mundo,  el hecho de leer es una de las relaciones más hermosas que uno pueda tener con el escritor, o con esas páginas que nos hacen viajar, soñar, reír, llorar pero sobre todo expanden nuestra mente a la verdad, al juicio crítico, a la capacidad de analizar y como consecuencia de tal actividad, somos capaces de entender lo bueno, lo malo y lo feo.

Por: Francisco Parada Walsh*

Hablaré por el proceso de formación de un miembro del personal de salud, específicamente por el personal médico que es al que medio conozco; recientemente platicaba con dos colegas, ellas, mientras almorzábamos dijeron que se arrepentían de haber votado por Nayib Bukele para las elecciones presidenciales y para las recién pasadas elecciones para elegir diputados y alcaldes; con todo respeto les hice ver que no debían arrepentirse por haber votado por Nuevas Ideas sino que deberían sentir arrepentimiento de sí mismas, del futuro laboral y de seguridad social de ellas, de  sus hijos y demás generaciones, pareció que recibieron un balde de agua fría; les hice ver que personas que se han preparado más de diez años estudiando y aprendiendo de memoria largos temas y conceptos de medicina deberían de tener junto al grueso tomo de Medicina Interna algún delgado libro de historia nacional donde  conozcan nuestro pasado silente, este presente de dolor, duda y muerte y quizá con toda esa información puedan entender lo que está pasando en el país. Lamentablemente la tozudez, la falta de información y esa nula visión muy propia del salvadoreño son cómplices de lo que estamos sufriendo.

No hay argumento válido para que un médico diga que se arrepiente, las señales eran claras, evidentes y tristemente en “El reino del ciego, el tuerto es Rey”, prueba de ello es la conducción del MINSAL donde jóvenes que no conocen ni por cerca la historia de este país aducen conocimientos casi divinos y que ni por un momento dudo que  fueron elegidos por amistad y  no por ser lumbreras en la oscuridad ¡Válgame Dios! que no haya ni un doctor en medicina  en la Asamblea Legislativa, que represente a la oposición y a ese despepitado gremio dice qué tan perdidos andamos; argumentos sobran para haber elegido a “Lo peor de los mismos de siempre” ¡Que todos llegan a robar! ¡Que una vez que están en la Asamblea ya no se acuerdan de uno! Y tantos epítetos vacíos, sin caldo; lamentablemente hoy es demasiado tarde y ese error de haber dado su voto solo demuestra aparte de sencillez, una ignorancia supina y una vida surrealista donde nunca les importó nuestra historia; por eso llamo a este artículo “Lectores de la Nada” donde el haber estudiado tanto tiempo y haber leído decenas de gruesos tomos de medicina no es directamente proporcional a la vida ni al conocimiento técnico, histórico ni mucho menos que desencadene esa tan rara inteligencia emocional para, sin entrar en detalles, saber lo que vale la pena o no.

Debe el lector saber que leer como tal, tampoco es una plena garantía de que uno debe estar por encima de otros, no, conozco a muchísimas personas que apenas terminaron quizá ni tercer grado y tienen una mente tan brillante que compararlos con los actuales diputados sería ofender a mis amigos, no, hombres del área rural o de sectores populosos de la capital que tienen una capacidad increíble de análisis.

Una cosa no lleva a la otra, pero da terror que un profesional de la salud desconozca el significado de ladinos, criollos, mestizos y si, sepan el significado de ¡Esclavos! Se perdieron los derechos, ese honor de ser médico, de recitar tratados de la A a la Z pero no, todo es un ayer cargado  de una indiferencia a la vida y a la verdad donde todo se resuelve con el táctil, y que aparece nuevamente tal dispositivo para que mis colegas puedan retirar su exiguo salario en ¡bitcoin! por la mañana recibirán mil pesos y a la hora de retirar el dinero, serán apenas novecientos pesos ¡Qué tristeza! Bueno, de algo sirvió esa enciclopedia virtual donde se puede aprender muchísimo como también, descargar el hambre.

Arrepentirse ¿Por qué? Hubo tiempo, señales de la tragedia que vivimos y ahora, deben mis colegas bregar cuesta arriba; esto apenas empieza, apenas y el dolor y hambre que les espera es demasiado duro; la dosis de medicina amarga no fue para un paciente que adolece de una enfermedad aguda sino para aquel que la vida lo marcó con muchísimas enfermedades crónicas, de esas dolamas como la pobreza, el desempleo, la migración  y vale la pena recordar aquel video donde aparece el presidente al momento de ser electo y que empieza a ocupar señales que nunca entendí. Es lo que viviremos, puyas por aquí, puyas por allá ¡puyones y más puyones!

*Médico salvadoreño

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