¿Somos un Gremio Médico?

Por: Francisco Parada Walsh*

Poco a poco todo parece volver a la normalidad, bueno, a nuestra particular normalidad donde el consumismo nos despedaza pero poco se puede hacer, muy poco.  El problema que  sufre el personal de salud de morir en esa “primera línea” está ahí, como desde el inicio; tuvo el gobierno siete meses para hacer cambios, modificar horarios, contratar más personal  en áreas estratégicas pero nada se hizo, y ¿qué dice el gremio médico?: ¡Nada!, quizá todo se resume en una banalidad inimaginable donde prima el yo en vez del nosotros.

Los casos de Covid-19 han aumentado sin embargo el manejo sigue siendo el mismo, un ejemplo que da terror: Usted llega a pasar consulta, por cosas del destino tose, inmediatamente se le ingresa y se le realiza la prueba, el resultado es negativo pero usted estuvo ingresada junto a pacientes Covid (+); posteriormente usted presenta síntomas Covid (+)  y su  tragedia se empieza a escribir.

Vivimos en un país donde ese “Dios, Unión, Libertad” que ametralla a nuestra bandera debería ser sustituido por “Sálvese quien pueda”, prueba de ello fue el trato indigno sufrido por más de 1200 médicos que se someterían al examen para aplicar a las diferentes plazas de residencias; todo quedó resumido a un espectáculo donde el talento fue humillado, denigrado y ¡Nadie dijo nada! Ese es el perfecto rebaño, todos con sus gabachones cual niños de parvularia, sentados  en el cemento.

¿Tan mal se trata al gremio médico?: Si se permitió que murieran más de dos cientos miembros del personal de salud qué puede importar que a más de mil médicos se les trate tan despectivamente y aun, muchos médicos jóvenes posaron  abrazados con el ministro  de salud cual un ídolo del futbol cuando es el responsable de la tragedia sufrida por el personal de salud; por eso debemos definir qué  es gremio y qué es rebaño, la  élite intelectual de las profesiones totalmente ciega, sorda y muda; nadie se indigna, nadie vive la realidad, todo quedó en el ayer, eso me entristece; saber que durante Septiembre y Octubre hubo colegas que fallecieron después de una larga agonía y a este momento a nadie parece importar, ¡A nadie! He solicitado los nombres de estos jóvenes colegas y creo que para muchos es mejor callar, quizá están en lo correcto, el dolor molesta, incomoda y se prefiere evitar sin embargo el día que mi espíritu sea indiferente a la muerte de un ser humano, ese día morí junto a él, debo enterrarme y  no soy digno de nada de lo que la vida pueda dar.

¿Dónde está el Colegio Médico?: En la Miramonte.

¿Dónde están los médicos revolucionarios que eran las tenues luces en diferentes marchas?: En sus casas, calladitos, ya debieron jubilarse pero siguen quitando oportunidades al médico joven, eso no es digno de un  gremio, entonces somos un manso rebaño que ni siquiera me importa y menos me entristece lo que pasa al personal de salud, dejamos de ser gremio para convertirnos en dóciles ovejas que se esquilman de diferentes formas, desde negarles el bono de la vergüenza, equipos de bio seguridad,  hasta exponerlos a un riesgo enorme de morir victimas más de la indolencia que del contagio; si se permite tales acciones y callamos significa que somos un manso rebaño y no un gremio médico; nadie revisa la historia, nadie, vivimos en un país que todo se olvida y en una época electoral no es algo tirado de los cabellos que  se le ofrezca un aumento de salario al personal de salud, eso no es un digno reconocimiento sino que ¡no olviden a quien les da de comer! ¡Voten por el partido en el gobierno!

¿Tan bajo ha caído el gremio médico?: ¡Y falta más! sin embargo no se debe olvidar la masacre sufrida por el personal de salud ¡Prohibido olvidar! debe el voto de castigo imponerse a la charada, a la improvisación, a la charlatanería, al desprecio, al hambre que se avecina. Debe un médico saber que mientras se le negó el bono de la vergüenza, el gobierno recibió QUINCE MILLONES EN EFECTIVO cada día, son 450 millones al mes condenando a nuestras generaciones a una hambruna y desempleo como nunca.

Me pregunto ¿Qué piensa un joven médico?: Todo lo que en su táctil aparece es palabra escrita en piedra, desconocen nuestra historia, no se ven como partícipes en una democracia, porque ellos creen ser el ejecutivo, el legislativo y el judicial; todo lo saben, todo. Recuerdo una triste anécdota cuando fui invitado por mi amigo Dr. Ricardo Lara a dar clases y el grupo de médicos en servicio social se burlaron de mi petición: “Tener libertad de cátedra”, inimaginable burlarme de un médico mayor sin embargo les hice ver que ese “Ayyy” burlesco dirigido a mi  persona, podría ser su apellido: “Ay, no aprobé el examen para la residencia”, “Ay, no tengo para pagar el alquiler”, “Ay, no tengo para la leche de mi hijo”; aclaré que no vivo de dar clases y que si alguno necesitaba el dinero el cual puse en un pupitre que pasara a recogerlo: Silencio total, luego entendimos que el diálogo y el respeto deben ser bidireccional y debe la juventud médica no pensar en un mes, en un año sino en lo que le queda de vida, dejar huella y tratar, tratar de ser solidarios pues si nuestra visión es la de un rebaño no  escaparemos al manejo de masas. Debemos ser gremiales, creer en nosotros, ser unidos y no olvidar a cada personal de salud fulminado por un gobierno que tiró al paredón a la mejor gente, no hay ambages, ellos no tienen respeto por la vida; nosotros no debemos tener respeto por la perversidad, la indolencia y la corrupción.

*Médico salvadoreño

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