El Mariachi y las Medallas

Por: Francisco Parada Walsh*

Causa indignación ver un acto donde se celebra a la nada y el ministro de salud entrega medallas en el Hospital Nacional General “Juan José Fernández” o “Zacamil” a familiares del personal de salud masacrados por el Covid-19 y más por la indolencia; un hombre al que poco le importó la salud y la vida de su gente de repente aparece con medallas baratas cual bálsamo para aliviar el dolor; no movió un dedo por mi gente, nunca dio la cara, nunca tuvo el valor de apersonarse al un entierro de un colega, nunca se pronunció por brindar la protección debida a todo el personal de salud, jamás hizo algo a favor que cada personal de salud caído en la primera e infinita línea recibiera un seguro de vida por quince mil dólares ¡Nunca hizo nada! En un hecho insólito aparece repartiendo medallas al ritmo de un mariachi, ¿En qué mundo vive este ministro incapaz e indolente?: Solo él lo sabrá pues más que un reconocimiento público es una burla a los más de 140 miembros del personal de salud; mentir ha sido la regla; tan grande fue, es y será la mentira que publicó en las redes sociales que gracias a su presidente “cool” el personal de salud recibiría una compensación económica si fallecía en la primera línea, no fue él ni el presidente quienes crearon tal ley, al contrario, el presidente la vetó en dos ocasiones, léase bien ¡Dos ocasiones! Los parientes del personal de salud fallecidos en la lucha contra el Covid no necesitan medallas ministro de salud, necesitan ¡Dignidad, respeto y dinero para comer!, no son héroes ni mártires, nombres demasiado altivos a seres humanos lanzados contra un paredón con el mayor dolo posible; no haga espectáculos bajeros entregando baratas medallas, no sé cómo todavía existen personas que sienten un honor conocerle, piden tomarse una foto; ¡Jamás lo haría con el asesino de mi padre, jamás! Ministro, más temprano que tarde llegará la justicia a tocar a su puerta, no habrá escapatoria y debe el lector recordar que durante septiembre y octubre han fallecido maestros de maestros y médicos jóvenes sin embargo nadie dice nada.

El cinismo de presentarse a un acto público dice mucho de usted; que el número de fallecidos haya disminuido no se debe a su excelente labor, sencillamente la pandemia ha sido benévola con nosotros sin embargo se avecina un segundo ataque y el personal de salud sigue cómo empezó esta masacre: Trabajando sin descanso, sin el debido equipo de protección y sin recibir el bono ¿Qué se hizo ese dinero? Solo usted lo sabrá, no mienta, no ofenda más a mi gente; su renuncia es lo menos que se espera de usted y que pague con cárcel la muerte de cada miembro del personal de salud fallecido; usted cree estar en un nivel donde se considera intocable y nada más alejado, nada; no reparta medallas y no profane a mi gente.

Estas palabras que a continuación leerá fueron dichas por la hija del Dr. Carlos Barahona: “Sé que no murió en vano pues porque ha ayudado a muchas personas y siempre fue el mejor ejemplo para mi”; una señora que perdió a un miembro de su familia dice todo lo que debieron hacer y deben hacer: “Que por qué no les dieron más atención, sabían que estaban en la línea de frente, le hubieran dado medicamento; que a estos doctores que están allá, que los valoren y los cuiden, es lo que yo quisiera”.

Según el movimiento por la salud Dr. Salvador Allende “Este sacrificio debe ser debidamente reconocido por el estado salvadoreño; consideramos también que el decreto legislativo 723 que implica una compensación económica para familiares de profesionales y trabajadores de la red pública de salud que fallecieron por Covid-19 o sus complicaciones puedan recibir la compensación económica” Ministro, ¿Por qué no se apersonó a este homenaje verdadero al personal de salud fallecido durante la pandemia que se llevó a cabo en La Rotonda: ¡No tiene valor! Pareciera sentirse bien en su cargo, sabe que haga lo que haga no será despedido, lamentablemente no ha visto la dimensión de la gravedad que usted causó y sigue causando; tiene tantos delitos que sería imposible mencionarlos, y en vez de buscar la discreción persigue la popularidad pues el objetivo de su gobierno es tomarse fotos para ocuparlas en la campaña política y dar la impresión de que son un gobierno al servicio de El Salvador de Qué; ¿Cómo puede ser eso?: Ustedes han masacrado al pueblo y a mi personal de salud; su aparición en ese acto público es como que la hija de un prisionero de guerra nazi que murió en Auschwitz fusilado o en las cámaras de gas decida tomarse una foto con el responsable de tal genocidio, con Mengele ¡Así de sencillo! Algo similar. Renuncie, no tiene la capacidad técnica ni moral.

Renuncie y pida perdón en la plaza pública, solo así su alma encontrará un poco, un poco de paz; sin embargo los tiempos han cambiado y su salvación es aparentemente pasajera, sin embargo todos tenemos un final. Nuestros muertos descansan en paz. No necesitan medallas y mucho menos mariachis.

*Médico salvadoreño

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