La Tragi-Comedia Salvadoreña

Por: Francisco Parada Walsh*

Si lo que vivimos fuera un sueño o una pesadilla poco importaría pues sabemos que el despertar por más aflictivo que fuese será nuestra salvación, sin embargo no es una comedia ni mucho menos, lo que vive la sociedad salvadoreña es una tragedia épica; no es mi dolor el gozo de otro ni el dolor de él debería ser mi gozo; en apenas 15 meses El Salvador de Qué ha caído en una debacle nunca vista, la ruina económica del país está frente a nosotros y ya lo estamos viviendo, sin embargo como que no entendemos, la fiesta sigue, ¡Más opio para el pueblo! ¡Pan y Circo!, opio hay de sobra y queda circo para largo pero el pan se escasea, no llega a la mesa; familias enteras desempleadas encerradas sin rumbo, sin un presente y menos un futuro.

El Pinochini de América vive día a día una novela de pésimo guion y de actores ¡Ni hablar! Sin embargo el actor principal no es el presidente, es el pueblo que impávido calla ante un asalto nunca visto, una sociedad que no tiene la dignidad de defenderse, miedos cobardes a decir la verdad; profesionales pusilánimes que disfrutan la quiebra de su hermano, que odian a todo aquello que vaya en contra de su líder sin importar ni siquiera ¡el futuro de sus hijos!

En esta moda que el táctil representa, en los diferentes grupos de conversación que dispongo es intratable abordar temas de nación, no, no se puede en absoluto tratar asuntos de interés nacional, es un tabú, usted puede enviar pornografía, fotos de carros para que sus compañeros vean cuán exitoso es usted aunque deba hasta el último cinco, lucir bellas casas para demostrar que no es “un cualquiera” pero la materia gris no trabaja, no se ejercita; tristemente no se ha entendido la magnitud de la tragedia, no es para desearle mal al presidente pues no se gana nada, aun, siempre creí que si el país fuera por un buen derrotero todos ganamos pero las cosas no necesitan lentes para apreciarse la real dimensión del caos que vivimos y viviremos.

Muchos ni idea tienen que en dos años vivir en un multi familiar será lo normal para un profesional; las señales son evidentes pero el salvadoreño duerme un profundo trance después de una suculenta sopa de pitos, poco importa, o nada importa; no es culpa del ejecutivo, votaron sin que nadie les pusiera una pistola en la cabeza, creyeron en un proyecto que aun defienden cuando el mensaje es que no se necesita estudiar, maestrías y doctorados salen sobrando, viene a mi mente aquel tango profético escrito para El Salvador de Qué: Hoy resulta que es lo mismo, ser derecho que traidor, ignorante sabio o chorro, generoso o estafador, todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor, no hay aplazaos ni escalafón, los inmorales, nos han igualao” y usted brillará en la diplomacia, se regodeará de ser parte de un gabinete, arreglará su vida mientras el pueblo muere de hambre; lo triste de esta realidad es que el despertar será demasiado tarde, demasiado; nuevamente las cortinas de humo nos atontan cada día, ese es el común denominador: Más circo que pan y mientras pienso en que una caterva de ignorantes llevan las riendas de este sufrido país, ellos disfrutan del erario público, ¡Son billones los saqueados! No son cientos y mientras, decido a que chupadero iré, que bocas pediré ¡realidad de realidades! la presión del retiro voluntario, despedir a miles empleados que creyeron en el gobierno y ahora valen menos que la nada; la vulgaridad en su máxima expresión, la misoginia de futuros diputados del partido partido oficial, nada los detiene, nada; ver la traición como algo normal, la mentira y el interés personal antes que los intereses de un país, ese es el mensaje, ¡Viva “el animalita”! no entiendo cómo el poder embriaga tanto, seres más comunes que corrientes queriendo vivir lo que dios o el diablo les han decidido de vida con todo el dinero del pueblo y ¿Nosotros?: ¡Bien, gracias! o ¡Mal, gracias! poco importa, muy poco; ya la economía está quebrada, si Funes o Saca robaron a usted y a mi más de tres cientos millones de dólares quedan como niños de teta con este gobierno, esa cantidad se sacó cada mes, léase bien ¡Cada mes! Y todo al suave, ¡nada perturbe mi paz, nada perturbe mi mente! que otros resuelvan esos problemas.

Ver la intolerancia de un fanático ciego más por su ignorancia que por su convicción dice lo grave que vivimos y viviremos; prohibido hablar de algo en contra del gobierno, usted tiene un enemigo ignorante pero enemigo al fin; me llama a reflexión ese término “champero” donde el champero 1 se mata con el champero 2; el profesional 1 se sale del grupo de conversación porque no está de acuerdo con el profesional 2, esa es nuestra tragedia donde no sabemos qué son los criollos, los mestizos, ladinos pero amamos ver aviones surcando el cielo.

Todo empieza a desmoronarse, todo, porque cuando la casa no tiene fuertes cimientos con el tiempo empezará a hundirse, lástima grande que cuando nos demos cuenta que se nos vino la casa encima será demasiado tarde. Soy casi un miembro de la tercera edad, estoy más del otro lado pero cuando la mayor aspiración de un joven profesional es posar en su foto de perfil y no estudiar para su residencia dice que serán legiones de zombis los que atacarán la poca moral que queda. Todo se resuelve en la palma de la mano, todo y el sentido común, el juicio crítico no existen, anulados totalmente. Tenemos lo que merecemos, no hay ni siquiera entrar en auto dolores de parto, en malestares, así de simple.

Esta tragi-comedia no debería suceder, cualquiera cree que la verá desde un palco, como una función de ópera, pero no, ese actor vivirá su tragedia en el escenario, en la calle, en el desahucio, en el desempleo y sus gritos despavoridos serán no voces de barítono sino de dolor, de hambre, de miseria.

*Médico salvadoreño

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