2020, mayores crisis en la materia laboral

(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)

Desearles los mayores parabienes a toda una clase trabajadora que siempre permanece en la trágica subsistencia que no le permite salir adelante y cambiar radicalmente sus condiciones materiales de existencia. En ese marco de realidad que tengan un año 2020 de lo mejor.

Por qué decimos de mayor crisis laboral: 1) por cuanto la relación dialéctica riqueza-pobreza seguirá creciendo en su brecha en beneficio del mercado y en detrimento de la gente y 2) que procesos de cambio en la economía del país no tienden en favor de la gente, sino la tendencia es a darle mayores prerrogativas a grupos económicos oligárquicos y emergentes que sólo pretenden acumular riqueza.

Nos quedamos al pendiente de la mejora al salario mínimo—el Consejo Nacional en su conjunto no dijo esta boca es mía e hizo alguna declaración oficial sobre la materia—hubo movilizaciones entregando propuestas sobre una nueva mejora sustancial que poco a poco vaya dejando de estar bajo el costo de vida—y siendo una variable que el sector empresarial asume como propia donde mantiene el control político en el seno del Consejo para que persista un salario mínimo contraído y en detrimento de la clase trabajadora, que lo demanda y lo necesita.

En el istmo centroamericano y suramericano hay fuertes acciones para incrementar el salario mínimo, y las luchas sociales son evidentes para marcar los intereses que se ponen en juego en su defensa, donde siempre se ha privilegiado a los sectores empresariales en detrimento de los sectores laborales, que hoy tienen bajo sus hombros un mayor compromiso con la clase trabajadora—si estas personas como ha sido históricamente se pliegan a los intereses empresariales, daría paso a una mayor descomposición de los sindicatos, que ven la representación del sector con base a prebendas y privilegios personales, aumentando el descrédito y la ilegitimidad.

Declaraciones ministeriales fueron acalladas por el poder económico vigente, y cayeron en un vacío sin trascendencia alguna. Será en el CNSM que las cosas deben modificarse y salir con un acuerdo sustancial, pronto y retroactivo al uno de enero 2020, si esto va pasando y acallando la demanda social vamos a caer en mayores deterioros económicos y sociales que llevarán a mayores dificultades de subsistencia diaria. El poder adquisitivo de las personas trabajadoras es fundamental para el mejoramiento de las condiciones de vida, y un salario mínimo que se dilate en respuesta positiva a una mejora sustancial, será fatal para los intereses del gobierno Bukele, y así como hay hartazgos políticos sobre partidos políticos tradicionales—el costo de vida, es una variable que debe ponerse atención y elevar al máximo una política salarial congruente con la realidad del proceso de empobrecimiento que se vivencia, y que no permite a las personas trabajadoras salir del subdesarrollo.

El otro tema es el de las pensiones, en mucho de la crítica al actual gobierno se presenta en la no mejoría o la desmejora del sistema de protección social para las personas que lo necesitan. Un débil poder adquisitivo y una amenaza latente del sector empresarial dominante por mantenerlo así—como también problemas en los servicios de salud y riesgos profesionales por parte del ISSS, las dificultades para una protección efectiva al derecho a maternidad con condiciones concretas previas, durante y post parto—disponemos de abusos y arbitrariedades en el ejercicio del trabajo y su armonización con las relaciones familiares—los centros de cuidado infantil en las empresas continúan siendo en su decisión práctica una constante dilación y evasión del compromiso y cumplimiento constitucional.

Finalmente el sistema de previsión social—al parecer los eventos como la vejez, la invalidez y sobrevivencia, están marcados por la falla estructural de un sistema de débil de protección a tales eventualidades en la vida activa de las personas trabajadoras. La existencia de un modelo económico excluyente, marginador social, que privilegia el mercado en detrimento de los derechos humanos laborales. Generador de procesos de expulsión laboral, de alto nivel de explotación, expoliación y desvaloración de los derechos consustanciales al trabajo, hace que los derechos a pensiones sea una enorme tarea pendiente.

Se expresaba de una mesa relacionada con el tema, pero de manera demagógica se juega con esa figura, pues en mucho se sigue viendo el asunto como un problema técnico—que se resuelve con el análisis actuarial pertinente—que de viabilidad a las propuestas que están en la mesa, desde la postura de una plena vuelta al sistema de reparto bajo una administración pública sin lucro, hasta un modelo mixto que haga evidenciar el proceso de pensionamiento con una pensión básica a cargo del Estado y una complementaria bajo una cuenta individual voluntaria u obligatoria.¡Feliz Año Nuevo!

*Sindicalista salvadoreño

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