El medio paquete + 5
(Por: Francisco Parada Walsh)
Comenzó a rodar. Cada día estoy más cerca de mi destino final. Cuando dirijo la mirada hacia atrás puedo ver los sueños, aspiraciones y tantas cosas buenas, malas y feas que un día cruzaron por mi mente sentadas en bancas solitarias diciéndome hasta nunca; unos me reprochan, otros me dicen que se hizo lo que se pudo, pero debo seguir adelante.
Eso que llamamos vida es nuestro nombre y eso que apodamos ego es nuestro apellido; aun en mi infinita pobreza hay un dejo de soberbia, ¿Qué ha pasado en un año?: Mucho y nada; mi amor por los animales aumentó, trato de leer un poco más, disfruto escuchar cualquier género musical y mi sueño es escuchar “A mi manera” guitarreada por los Rolling Stones, dos meteoritos gigantes con formas de timbales chocando para dar una sonata de la mejor música, dos géneros opuestos reventando mis tímpanos y deteniendo ese tiempo terco y sordo; sé que si hoy muero poco será el aporte a un mundo que mal se comporta.
Recientemente una amiga me cuestionó que percibe resentimiento en mis artículos a lo que le contesté que ya escribí un artículo llamado “Salta mi conejito” para aplacar la frivolidad del alma guanaca, esas líneas son una burla a una sociedad indolente hasta la médula de sus huesos; soy profundamente afortunado si logro que el lector tenga hacia lo escrito o hacia mi persona algún tipo de sentimiento y sí, desdoblo esa palabra re- sentimiento es porque siento el doble: Re gozo y re sufro doblemente (Lo triste sería la ausencia total de sentimientos); en un país donde lo vulgar es un referente no puedo menos que escribir señalando lo patas arriba que esta la patria querida, la patria de Álvaro Torres; sufro como cualquier salvadoreño que desea que haya Dios, Unión y Libertad en cada rincón pero me iré y poco habrá cambiado.
Mis proyectos para arrancar el medio paquete + 5 será dar clases a los niños de cuarto, quinto y sexto grado de la escuela del cantón Las Pilas sobre los temas que ellos me piden, es ahí donde se debe enfocar toda mi energía, es moldeando almas puras e inocentes que se puede incidir en el futuro de una nación; retomaré la clase de dicción y oratoria en los jóvenes de noveno grado y mientras escribo viene a mi mente un proyecto: Dar inglés gratis a quien desee recibirlo pues mucha gente de la montaña migra al hermano mayor y nada malo sería que aprendieran lo básico, lo elemental y mi mayor sueño será un albergue para felpudos y gatunos; quizá lo triste de este parpadeo ha sido perder a mi gato Nicolás, no sé si anda de rumba con las gatitas del gordo Porcel o quedó tieso cual paleta como resultado de algún veneno traidor.
Visité al cardiólogo universal y me cambió el medicamento, en vez de Irbesartan tomaré Merlot 3 copototas al día y en vez de atorvastatina me recetó dos libras de chicharrones cada sábado, realmente he sentido franca mejoría en mi precaria salud.
Platico con un gran amigo sobre las formas de morir, no encuentro muerte más piadosa que entregar el DUI haciendo ejercicio o haciendo el amor con sabor a guerra, pero he pensado que toda en la vida me encanta, todo; me encantaría morir en este momento, dejar la computadora abierta, encendida, con brochazos de mis últimos deseos.
Todo queda, todo y nada es mío; recientemente compré una tarea de tierra a la que volveré y lucho día a día en construir un sencillo cuarto de adobe, es una casita de lodo y madera, es lindita, muy linda pero ni el candado barato me llevaré; pido a Dios que me permita que la vuelta al mundo en 55 años acabe ahí, ya no quiero moverme, no, eso de ser un herrero errante agota y ya quiero descansar; enterrar mi ego y mi cuerpo en esa tierra y en ese momento cumplo el alegre o triste ciclo: “En polvo eres y a un polvazo volverás”.
Solo pido a un lector samaritano que me zampe en la caja o en el mal llamado ataúd 55 ejemplares de El Independiente, 55 litros de Clos de Pirque, 55 libras de chicharrones y 55 libros de esos escritores raros, esos existenciales que me encantan, quien sabe me topo con Judas y Simón y seguimos la eterna farra que es mi vida.