Los derechos laborales amenazados por el clima de negocios

(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)


A medida que la nueva gestión gubernamental en el Ejecutivo se va asentando, los ámbitos de la lucha económica van siendo más evidentes. El tema en el mundo es claramente potenciar el negocio—lo que implica menos derechos laborales y sociales—la lógica de un ámbito así es la ganancia y no los derechos de la gente.

Las diferentes carteras del gobierno se están preparando para las próximas batallas en diferentes campos de los intereses y necesidades de una sociedad; lo más claro es quebrar el feudo de casa presidencial instalado por los anteriores gobernantes. CAPRES, se volvió de nuevo una sede inexpugnable para potenciar interlocución, mejores decisiones y desarrollos en pro de la gente común. “Quien nada debe, nada teme”, y muchos de los recursos que podrían tomarse hoy como la grasa del Estado, son los altos costos que implica el cuido de funcionarios, la desconfianza de los grupos de poder, el temor a ser atacado o simplemente sacado de los ámbitos del poder y de los círculos económicos a diferente nivel que el negocio propicia, fomenta y corrompe.

Acá cae la frase dirigida por el señor Presidente de la República—de obligar jurar a la fuerzas armadas la defensa de su persona de los enemigos internos—de no verse señales que las cosas van por el camino correcto la población crítica puede convertirse desde la visión del poder absoluto como ese enemigo interno, hay señales de que la incipiente democracia y justicia social en el país, cada día se va resquebrajando y está apuntando hacia el debilitamiento de los derechos humanos hasta ahora alcanzados por la lucha de las fuerzas sociales y populares.

En este marco de los derechos humanos, los laborales y sindicales, van siendo igualmente afectados. El momento es propicio para ir determinando quienes van a estar con usted Sr. Presidente y quienes se alejarán de esa burbuja de atracción y embelesamiento. Mucha de la gente decente que trabaja, piensa autónomamente y actúa en función de los intereses éticos y colectivos, parece irse cuestionando que las cosas no están como se ofrecieron en la campaña electoral pasada. El 43.81% estuvo de acuerdo con el discurso presidencial y el 48.45% poco o nada, encuesta semanal de la UFG.

El proceso político aún es muy tierno, pero la acción del Ministro de Trabajo, de irse a Ginebra, cuando habían despidos en el sector público, un clima de zozobra e incertidumbre como medicina amarga que aún no termina de asentarse, da pauta de la demagogia con el movimiento sindical, donde aseguró que iba a estar presto como conciliador y/o mediador ante los conflictos laborales que se fueran suscitando. Eso ya son palabras que cayeron al vacío y que presionan la actuación del nuevo Ministro, la otra fue que claramente se vio una diferencia enorme en el trato hacia la contraparte natural que representa ANEP, donde se observó cómo se fue plegando al discurso empresarial (de Luis Cardenal), y que la Comisión “oficial” en la Conferencia de OIT, anda más preocupada de conciliar con ANEP, y deja de lado otras demandas por violaciones de sectores del gobierno y privado—como es la ley del servicio público y otras demandas de violaciones al derecho de sindicación.

Mejorar el clima de negocios es el ofrecimiento entre el proyecto oligárquico de larga data y el nuevo proyecto pro empresarial de la pequeña burguesía pudiente, representada por el actual Presidente de la República; y por ello hay un clima que va pretendiendo ahogar la protesta, inclusive amañando la ley y poniendo en tela de juicio el balance con los otros órganos del Estado, ya la petición en la Asamblea Legislativa sobre la supresión de plazas está en la mesa e igual que en los tiempos de Arena, donde se suprimieron y despidieron una alta cuota de empleados públicos. Claro la cortina de humo de todo esto es el nepotismo y la corrupción, ello sólo demuestra el abuso en las finanzas públicas. Pero es el nuevo presupuesto 2020, la vital y que trae aparejada una lucha de poder con Arena, si se van a requerir los 56 votos para mayor endeudamiento.

La sintomatología del clima de negocios está planteada y, el ajedrez se va manifestando; y ojalá además de la lucha popular y social brindada por las organizaciones pro derechos humanos y por las que están contra del cambio climático y en pro de la vida, la biodiversidad, se unan las fuerzas sindicales en pro de mejoras como el empleo, los salarios, la decencia y equidad en las relaciones laborales y el progreso sustantivo de las condiciones materiales de existencia de la familia salvadoreña.

*Sindicalista salvadoreño

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