La atemporalidad

(Por: Francisco Parada Walsh)


Es para mí ese viaje corto o largo que llamamos vida, somos menos que un átomo y luchamos por llegar a ser el sol; todo es pasajero pero es difícil entender que somos pasajero de lo pasajero cuando luchamos con todas nuestras fuerzas para alcanzar determinadas edades, convertimos a nuestro ego en un sindicato personal para que apoye las pocas fuerzas que dispone el cuerpo casi siempre por y para obtener méritos personales, diplomas que resalten que somos importantes, cuentas bancarias que nos dan una momentánea seguridad, soñamos con un retiro maravilloso que se cree merecido después de portarme bien en la vida pero todo es temporal o atemporal; aun las cualidades más excelsas o más perversas son temporales pero creemos que la tierra gira por nuestro valor.

Después de escapar de las garras de la muerte en un par de ocasiones me pregunto por qué sigo dando lata en este desastre ordenado por el mismo hombre, no creo en las casualidades, lo que tiene que pasar pasa y todo acabó, nada depende de mí ni de usted, nada.

No vivo en un mundo de color rosa ni soy el viejito de la burbuja, me desenvuelvo cada día con un solo propósito: Conjugar la compasión, no vivo en el Tíbet ni en el Himalaya pero mi tiempo en este mundo es corto, no sé qué viene después ya que tendría que tener una comunión más cercana con un ser superior pero no la tengo, creo que solo trasmutamos nuestra alma a otro ser; he conocido a las personas más compasivas y maravillosas y no tienen la vida que se merecen y conozco los seres perversos más que viven cual monarcas europeos y poco temen a la bofetada que la vida les dará, no, viven el presente ausentes de todo sentimiento de culpa.

Entonces, ¿Por qué la vida se define entre el tener y el no tener?:

Eso es lo interesante de este proceso que apenas dejamos de ser pupas y comenzamos a volar como mariposas el viaje acaba, recientemente veo fotos de amigos o conocidos médicos que en su perfil aparecen con toda la parafernalia que se ocupa para realizar alguna cirugía.

¿Será que usan esas mascarillas para cubrir el peso de su fama, de su fortuna o de su desdicha?:

Sólo ellos lo pueden saber; me es fácil entender que el viaje va llegando a su final, nada ni a nadie podré llevar, todo se queda y por todo lo que luché o creí ser no valió la pena, todo fue un espejismo que me mostraba un rostro tan diferente a lo que la realidad soy, a veces es nauseabundo ocupar el miedo como arma de poder pero da resultado; tenemos miedo al diablo y tenemos miedo a Dios, tenemos miedo a la izquierda y a la derecha, tenemos miedo a lo bueno y a lo malo, tenemos miedo al que dirán y a lo que callarán, tenemos miedo a los valores ajenos pero practicamos los antivalores; el hombre-causalidad es el resultado de su propia esclavitud o emancipación, el hombre-causalidad existió, existe y existirá no por mucho tiempo pues a través de ese afán de tener, la humanidad ha llegado a sus límites, ya el globo terráqueo gira sobre su propio ego y pareciera tarde para dar una vuelta de timón a un mundo que no es nada comparado con la atemporalidad del astro sol, así somos nosotros, somos nada y creemos ser todo cuando en un santiamén dejamos de existir y nos convertimos en polvo, en hojarasca.

Sueño con ver mi obituario y saber qué conocidos y desconocidos solo dirán: Se murió Parada Walsh, y ¿Mira, de qué se habrá muerto aquel?

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