Nuestro Pasado, Nuestro Presente y Nuestro Futuro

Por: Francisco Parada Walsh*

“Le consultaron al fundador de Dubái, Sheikh Rashid, sobre el futuro de su país, y éste respondió: Mi abuelo andaba en camello,  mi padre andaba en camello, yo ando en Mercedes, mi hijo anda en Land rover y mi nieto va a andar en Land Rover, pero mi bisnieto va a andar en camello, ¿Por qué?: Los tiempos difíciles cran hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles. Los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles”. No somos Dubái. No somos Rashid. Somos un país confundido, comatoso y fácil de engañar. Siempre viviendo contra corriente y con un deseo insoportable de ver ruinas en vez de progreso.

Lo anteriormente citado llama a reflexión y definitivamente me encantó tal descripción de lo que es el esfuerzo, el arduo trabajo, el levantarse temprano, la solidaridad como sociedad y por el otro lado tenemos el desprecio por las leyes, la ignorancia, la prepotencia, la soberbia donde hablar con Dios es más fácil que un niño desprecie un caramelo. Revisemos palabra por palabra, escudriñemos  y quizá al final de este artículo muchas personas piensen igual que Rashid, igual que mi persona.

LOS TIEMPOS DIFICILES CREAN HOMBRES FUERTES: Que tienen una visión amplia sobre ese tiempo, son hombres visionarios, lejanos de los aplausos, de las luces, su única felicidad es dejar un mundo mejor, ejemplos sobran: Mandela, Mujica, Churchill y tantos más que conozco, anónimos, amigos y conocidos que en esa sombra y penumbra de la vida hacen de cada día una oportunidad para servir.

LOS HOMBRES FUERTES CREAN TIEMPOS FACILES: Que hacen de la vida una razón de vivir, de dar optimismo, solidaridad, luchar por un mañana mejor y el pueblo lo reconoce, nunca olvidan el pasado y ese hombre fuerte genera una cascada de bienestar para su gente, sin embargo los afortunados de vivir esos tiempos fáciles a veces ni lo perciben, ni saben a quién se debe que estén pasando momentos de bonanza, de paz, de armonía social, económica y como resultado de ese camino en bajada nacen hombres innombrables .

LOS TIEMPOS FACILES CREAN HOMBRES DEBILES: Y es lo que vivimos, somos conducidos como nación por un hombre débil como pocos, solo sentir esos cientos de hombres que lo cuidan dice lo inseguro que es, lamentablemente cuando Dios o el diablo lo llame todos esos batallones se quedan, vivir bajo esa zozobra que solo las armas me hacen ser alguien dice la debilidad de carácter; mentir no es de hombres fuertes y menos amenazar, atemorizar, victimizarse cual si todos somos los culpables de lo malo que pasa en este sufrido país; al final son hombres tan débiles que no pueden ni por un momento ser ellos, son lo que su mente perturbada refleja, son un manojo de egos perdidos, sin rumbo, acosados por el miedo a ser nadie sin embargo lo que para estos hombres es una especie de “Los Juegos del Hambre” significa la calamidad, la miseria, el desempleo, la ruina y la muerte de un país.

LOS HOMBRES DEBILES CREAN TIEMPOS DIFICILES: Tal como el momento que vivimos, el objetivo es esas relaciones patológicas de codependencia donde el carácter ruin y mediocre hace que todo sea cuesta arriba y que a lo lejos de esa pendiente solo haya ojos para ese líder negativo como pocas personas he conocido en este mundo.

Una relación equivocada se ajusta a ser el diario vivir de una sociedad que poco hace por salir de esa situación, un país inventado tiene una sociedad inventada y autoridades inventadas, ¡eso sí es una farsa! Día a día el vivir en el país es más difícil, todo caro, se vive bajo un terror inimaginable al futuro incierto, violencia ejecutada por un ejército y una policía que fueron vendidas cual baratas meretrices por unos dólares más, y aquí se repite la historia, ministro de defensa y director de la policía serviles como pocos, dudo que encuentre una persona con tan baja auto estima sin embargo el objetivo es aprovecharse de ese caos organizado para saquear, todos olvidamos que se hizo con los quince millones diarios saqueados por siete meses, ese es mi país, un país sin memoria, sin personalidad donde un mesías  se ajusta a un pueblo que lo merece pues los hombres fuertes ni se conocen, llegan a lo que llegan, jamás un dignatario aparece enarbolando una flacuchenta bandera con letras que la acribillan  y que rezan: “Ego, Mentira e Ignorancia”. Admiro a Rashid quien explica en apenas unas líneas que lo que su bisnieto vivirá y vale la pena hacer un símil sobre nuestra lacónica y derrotada realidad. No soy pesimista, trato de tener visión y no auguro nada bueno para un país manejado por un hombre mucho más que débil y por ende todo, todo será adverso en los próximos años.

*Médico salvadoreño

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