Etiqueta: El Salvador

  • DESAPARICIONES FORZADAS.

    DESAPARICIONES FORZADAS.

    Luis Arnoldo Colato Hernández* 
    Desde el pasado conflicto armado que padeciera nuestro país en la década de los 80’s, este ha sido un fenómeno que ha afectado a nuestra sociedad continuamente, al grado que el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas lo reseña, con un número que rondaría las 15, 000 víctimas que durante aquel conflicto habrían sido sustraídas por los cuerpos de seguridad para ser torturadas, asesinadas y finalmente desaparecidas.Aquello como sabemos quedó en la más absoluta impunidad como todos los crímenes que los agentes del estado salvadoreño en aquel período cometieron.El modus operandi de los cuerpos de seguridad, entiéndase escuadrones de la muerte, organizados por el ex mayor Roberto Daubuisson, costeados por las élites financieras de acuerdo a aquel informe como otros por separado, y equipados por el propio estado, no elegían al azar a sus víctimas sino por razones políticas, para luego sustraerlas públicamente, logrando así el efecto deseado en la población: el terror.Es decir, entonces fue utilizado como una herramienta para acallar las demandas por justicia social de parte de la población mediante el terror, terror a las macabras torturas implicadas que fueran descritas crudamente en varios informes que abordan el tema, incluida la fundación Jimmy Carter, así como a desaparecer, con lo que ello implica para el círculo cercano de las víctimas.Tan aberrante era aquella práctica que incluso fueron desechados los restos en fosas dentro de los cuarteles, lo que fuera denunciado durante la administración Flores, cuando se descubrieron huesos en medio de unas obras de restauración que se adelantaron en el cuartel central de la ahora PNC, y el propio presidente denegará las demandas de familiares de desaparecidos la debida investigación, calificando a aquellos desechos socarronamente, como “huesos de pollo”, zanjando así el asunto.Es decir; los antecedentes del fenómeno que nos ocupa, son tan graves y extensos, que lo que nos sucede en estos precisos instantes como sociedad, es apenas una sombra de aquellos mismos antecedentes, pero que se siguen sucediendo porque son una práctica institucionalizada e impune, que por extensión la actual administración niega procurando desmarcarse, alegando precisamente que es una praxis pasada y no de esta gestión, tal cual observamos en el caso de Chalchuapa, cuando un ex agente policial fuera descubierto por la última de sus víctimas, casualmente, revelando así su “extenso trabajo».Al negar su responsabilidad, la administración actual impide la justicia a las víctimas del pasado, encubriendo a los victimarios, que descarados demandan olvido en la misma sede de la asamblea legislativa donde el montaje es tan vulgar y denigrante, que descarnadamente el estado bajo la conducción del actual régimen, busca anular toda responsabilidad por los crímenes del pasado y de paso, anular por negación los actuales.Así las cosas, el pacto entre el actual gobierno y las estructuras terroristas, principales responsables de las desapariciones forzadas actualmente, hace del estado y de nuevo, el responsable último por dicho delito, al tolerarlo continuamente, ocultándose tras una narrativa que tampoco podrá sostenerse por más tiempo.
    *Educador.
  • Según periódico Europeo: El divertido y ‘cool’ presidente salvadoreño obtiene rasgos de un dictador

    Según periódico Europeo: El divertido y ‘cool’ presidente salvadoreño obtiene rasgos de un dictador

    Nayib Bukele, de 40 años, gobierna El Salvador según redes sociales. Pero detrás de la fachada de bromas y memes, persigue una dura agenda autoritaria.

    “Soy oficialmente el presidente más genial del mundo”, escribió Nayib Bukele en Twitter, una semana después de que asumió el cargo más alto de El Salvador en 2019. Repitió con orgullo el juicio de un youtuber mexicano.

    Y, de hecho, el entonces millennial de 37 años era y es una presencia especial entre sus compañeros jefes de estado. Prefiere usar una gorra de béisbol invertida y se comunica principalmente a través de las redes sociales, incluso con sus ministros. Si da entrevistas, entonces a esos YouTubers mexicanos. No a los periodistas, que lo acosarían con preguntas molestas.

    Por ejemplo, sobre la forma en que declaró el estado de emergencia a fines de marzo, revocó todo tipo de libertades civiles en su país, encarceló sin juicio a miles de personas y amenazó con matarlas de hambre. Todo esto sucedió en el contexto de una lucha de poder con las pandillas en su país. La semana pasada, El Salvador aprobó una ley que prometía hasta 15 años de prisión por «difundir información sobre pandillas». Muchos medios en el país se sienten amenazados por esos términos vagos, especialmente porque Bukele enfrenta regularmente a sus millones de seguidores en las redes sociales contra periodistas individuales.

    Formación de la dictadura

    Los críticos dicen que la ley es un paso más en la creación de una dictadura. Tras su victoria electoral, Bukele ya mandó al parlamento al ejército cuando le molestó. Desde las elecciones de 2021, ha dependido de una mayoría de su propio partido recién formado y realmente puede ponerse a trabajar. Llenó la Corte Suprema de leales, después de lo cual la misma Corte Suprema dictaminó repentinamente que puede postularse para un segundo mandato en 2024, mientras que la constitución realmente dice algo más al respecto.

    Los críticos de tales medidas pueden ser objeto de burla. Desafiante, cambió temporalmente su biografía de Twitter a «el dictador más genial del mundo».

    Ironía con un trasfondo ominoso, analizó el politólogo Greg Weeks en una contribución al sitio Global Americans . “Un aspecto del autoritarismo de derecha en el siglo XXI es apropiarse de los insultos de tus oponentes para decir lo que en realidad era indescriptible”. Weeks pone a Bukele en línea con Donald Trump, quien usó el término deplorables como apodo, y el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien ha sido tan criticado por su nostalgia por la dictadura militar que sus partidarios ahora pueden glorificar esa dictadura bajo la apariencia de burlas. opositores

    Sin puntos de vista políticos vividos

    Pero a diferencia de los slashers derechistas Bolsonaro, Bukele no parece tener ningún punto de vista político en la vida real. Antes de ingresar a la política, trabajó como vendedor y, según quienes lo conocen un poco, parece estar principalmente interesado en crear un escándalo y acumular poder. En El País , Bertha Deleón, su exabogada, lo llamó “un adolescente con poder, incapaz de sostener una conversación sobre cosas importantes sin revisar su celular todo el tiempo”.

    Pero después de tres años, todavía es muy querido en su país, con índices de popularidad de alrededor del 70-80 por ciento. Sus críticos se preguntan con perplejidad cómo esto es posible: un hombre rico que, gracias a las conexiones de sus padres, se deslizó sin resistencia a la carrera política y hace películas jactanciosas en su Ferrari, logra presentarse como un héroe del pueblo, que toma sobre la élite política.

    Los analistas lo atribuyen a la insatisfacción con el sistema de partidos que se desmorona. Y la forma en que logra hacer de la política un espectáculo continuo: introdujo el bitcoin como medio de pago oficial en El Salvador. Económicamente, ningún salvadoreño realmente se beneficia de eso, pero garantizó otra ronda de conmoción.

    La violencia de las pandillas

    Hace varios años, El Salvador tenía la tasa de homicidios más alta del mundo; en 2015, 1 de cada 1000 salvadoreños era asesinado cada año, el número de asesinatos ahora es seis veces menor.

    Según Bukele, esto se debe a su enfoque duro. Sin embargo, periodistas de la plataforma de investigación El Faro revelaron que, al igual que sus antecesores, bajó los índices de criminalidad al hacer tratos secretos con las pandillas. Hace dos semanas, ese pacto se rompió y se produjo una orgía de asesinatos. Bukele ahora está respondiendo con dureza, con un lenguaje duro y arrestos masivos.

    Todavía no se dice que esté ganando esa batalla: la gran cantidad de detenidos inocentes y la escalada de violencia podrían empañar su popularidad. Sin embargo, él mismo parece decidido a usar la situación actual para aumentar sus posibilidades de reelección silenciando a más y más críticos.

    ‘9000 pandilleros arrestados’

    Bukele dijo el lunes que se habían realizado más de 9.000 arrestos en una campaña de dos semanas contra las bandas criminales. El Parlamento ha declarado el estado de emergencia el 27 de marzo para combatir a cualquier persona sospechosa de pertenecer a bandas como La Mara Salvatrucha o Barrio 18.

    Antes de que comenzara la campaña, ya había 16.000 pandilleros tras las rejas. Según las autoridades, todavía hay alrededor de 45.000 pandilleros activos en el país de 6,8 millones de habitantes. (ANP)

    Tomado de: https://www.trouw.nl/#voorpagina

  • UCA presentará resultados del Análisis socioeconómico de El Salvador, año 2021

    UCA presentará resultados del Análisis socioeconómico de El Salvador, año 2021

    La Vicerrectoría de Proyección Social y el Departamento de Economía presentarán mañana, en conferencia de prensa, los resultados más destacados del estudio en el que sea analiza, desde un enfoque estructural, la realidad socioeconómica del país en el año 2021.

    En esta edición del estudio se abordan temáticas como la divergencia en el producto per cápita municipal en El Salvador y en la región centroamericana; el trabajo del cuidado y las personas adultas mayores ante la crisis del covid-19; el monocultivo de la caña y su relación con las enfermedades renales crónicas. También se examina la crisis económica mundial, el empleo y los salarios, y la sostenibilidad de la deuda pública salvadoreña.

    La presentación de los resultados estará a cargo de Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social; Roberto Góchez, jefe del Departamento de Economía; y Saira Barrera, directora del estudio.

    Fecha: Martes 22 de febrero.
    Hora: 10:00 a.m.
    Lugar: Auditorio “Segundo Montes, S.J.” (primera planta del edificio del ICAS).

  • Bukele en su laberinto

    Bukele en su laberinto

    Por Igor Iván Villalta Sorto*

    Todo laberinto posee una particularidad, es “fácil” ingresar; pero encontrar la salida no lo es tanto. Como observadores de la realidad nacional consideramos desde un inicio que el rumbo por el que transitaba el país no era el mejor, ya teníamos sufrientes referencias acerca del presidente que nos permitía pronosticar un mal final de esta dolorosa aventura. Debido a que el ahora presidente venia de quebrar con sus empresas, quebró la alcaldía de Nuevo Cuzcatlán y la de San Salvador, y ahora, como era de esperarse, está quebrando al país.

    No podemos negar que fue un maestro en ilusionar a las personas, en culpar a los mismos de siempre de todos los problemas del país, si bien los sucesivos gobiernos se han destacado por ofrecer cambios, para que no cambie nada, han conducido a buscar fórmulas mágicas, a populistas que dotados de un gran mesianismo, engañan, mienten, difaman, y maltratan a todo aquel que no cree en que son enviados divinos, y que tienen todas las fórmulas para sacarnos de la pobreza y el subdesarrollo.

    Ese discurso, está por lo demás desgastado, y eso lo confirma el desastre económico al cual nos vemos envueltos. Las prioridades del gobierno de Bukele se distancias cada vez más de las prioridades de la población en general, que vemos como la canasta básica aumenta de precio semana a semana, la disculpa es que así está sucediendo en todo el mundo producto de la pandemia, y eso está muy bien, pero la pregunta es: ¿y cuál es tu estrategia para palear la inflación? ¿cuáles serán las medidas a implementar para que esta inflación no golpee a la población más pobre?

    Todos los salvadoreños esperamos las respuestas que debe ofrecer el presidente con un claro objetivo, con fines y metas bien establecidas, pero el presidente se encuentra de gira, con amplia comitiva, avión privado y consumiendo caviar, mientras que en estos momentos se estima que 900,000 salvadoreños pasarán a formar parte de pobreza extrema, por tanto, no tendrán asegurada su alimentación.

    Ya vamos a casi tres años de gobierno bukelista, y hasta este momento no vemos adonde se encuentra la obra física gestionada por el actual gobierno, se ha dedicado a inaugurar obra que proviene del gobierno anterior, lo único que puedo recordar, que sí es obra gestionada por este gobierno, es el puente de Chichilco, que se deterioró con la primera tormenta.

    Este año es clave para que la población pueda observar frutos de su gestión, considero que los tiempos políticos para el presidente están llegando a su fin, y cuando esto sucede ya no son promesas de una inversión social de mil quinientos millones de dólares, cuando se tienen que pagar dos mil millones de dólares a los acreedores nacionales e internacionales, ¿qué le va a decir a las personas cuando no pueda cancelar sus salarios? le va a decir que  esperen hasta el 2023, porque en ese año le va a dar dinero fresco el Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Que ya vamos a tener un satélite, que ya va a funcionar el hospital de mascotas que le está construyendo a la población de más altos ingresos, supuestamente con las ganancias del bitcoin, ganancias que de acuerdo con el discurso del presidente se cobrarán dentro de cinco años.

    Bukele debería reflexionar, que levantó grandes expectativas e ilusionó a muchos salvadoreños que le dieron el triunfo inobjetable en las elecciones, los salvadoreños no tomaron en cuenta los consejos de los economistas de: “no poner todos los huevos en una misma canasta”.

    La familia del presidente ha cumulado tanto poder que ahora no puede lidiar con él, las purgas en su partido no se han hecho esperar acusando a dos miembros de su bancada de traición a la patria, ¿y que la patria es Bukele?, espía a sus mismos funcionarios de  partido y ahora a legalizado el espionaje a todo ciudadano, el partido que lo llevó al poder ha pasado a ser un paria, debido a que en las encuestas no alcanza ni el 1%, por tanto ya no le sirve a sus intereses, razón por la cual hay que desplazarlo de los estamentos de poder y crear otro nuevo para conformar una falsa oposición y de esta manera dar una imagen de democracia al exterior.

    Por otro lado, las sanciones de Estados Unidos y las amenazas de la comunidad internacional de que, de seguir conculcando los derechos de los salvadoreños, violando las leyes e irrespetando los derechos humanos de la población salvadoreña tendrán consecuencias internacionales, el temor a las sanciones se observa claramente en muchos diputados que se escusan de no votar en polémicos decretos o leyes que perjudican a la población.

    También es claro la disputa del control de la espuria Corte Suprema de Justicia, al desplazar en lo administrativo al presidente Óscar López Jerez, miembro de GANA, los conflictos y las luchas por el poder se agravarán al pasar el tiempo, el desplazamiento de GANA como aliado del presidente abre otro frente debido a que el diputado de este partido político y tercer vice presiente de la Asamblea Legislativa Guillermo Gallegos, no creo que esté feliz  al verse desplazado del poder de la noche a la mañana, debido a que posee un Haz bajo la manga, y ese haz se llama información.

    *Biólogo e investigador

  • El Salvador: el populismo digital

    El Salvador: el populismo digital

    Daniel Bernabé. (RT).

    El miércoles 26 de enero Nayib Bukele, presidente de El Salvador, subió a su cuenta de Twitter un meme de Los Simpson para responder a la exigencia del FMI de eliminar el bitcóin como moneda de curso legal en su país. Cuando leo la noticia en este mismo medio lo primero que pienso es que demasiadas cosas están empezando a fallar a la vez. No concretamente con este mandatario y en este país centroamericano, sino en la propuesta de sociedad que se empieza a intuir en la tercera década del siglo XXI. Algo que podríamos describir con una idea tan directa como sencilla: cómo la industria tecnológica californiana desmembró el mundo. Para llegar de la anécdota a la conclusión, acompáñenme en este fascinante viaje.

    Como ya nos explicaron en Ahí les va, la administración Bukele, que da la sensación de ser un ente unipersonal, decidió de forma súbita y opaca aprobar en septiembre de 2021 la adaptación de la criptodivisa bitcoin como moneda de curso legal para El Salvador, convirtiéndolo en el primer país del mundo en llevar a cabo esta maniobra monetaria. Es decir, permitir pagar en comercios, cancelar deudas y fijar precios con la criptomoneda, incluso obligar a los trabajadores a aceptar sus sueldos en bitcoin, que acompañará al dólar como alternativa. Las razones de Bukele son atraer a los inversores y aprovechar mejor las divisas remitidas por los emigrantes salvadoreños en Estados Unidos, cantidad que asciende al 20% del PIB. Por detrás se abre la puerta a convertir el país en un paraíso fiscal indicado especialmente por las características del bitcoin para el lavado de dinero negro.

    La maniobra monetaria ha venido acompañada en estos meses de una fastuosa campaña de publicidad, donde Bukele se ha enfundado el traje de maestro de ceremonias, uno a medias entre el conferenciante TED y el vendedor de coches usados en Las Vegas, prometiendo incluso la construcción de una ciudad bitcoin. Sin embargo, el experimento no ha empezado con buen pie su andadura. La razón es que el desplome del bitcoin, un 10% de su valor la pasada semana, ha hecho perder a El Salvador una cantidad estimada en torno a los 22 millones de dólares. De ahí que el Fondo Monetario Internacional haya manifestado su preocupación por confiar en una criptodivisa, de naturaleza tan inestable, para situarla como moneda de curso legal.

    Suponemos que tras la desastrosa operación lo normal es que Bukele hubiera dado explicaciones en el Parlamento, no que se hubiera despachado vía Twitter para intentar zanjar el asunto, uno que perjudica a una población salvadoreña que en su gran mayoría no puede acceder a la criptomoneda ni por capacidad adquisitiva ni por carestía de medios tecnológicos. Pero estamos en el año 2022, donde lo normal empieza a ser una excepción. Este episodio nos resume varios elementos inquietantes: cómo los procedimientos democráticos son sustituidos por el populismo digital; cómo este populismo se ve acompañado de una cultura de exaltación del triunfo individualista tan falsa como errónea; cómo este escenario gira en torno a los nuevos métodos de especulación financiera; y cómo las instituciones internacionales, como el FMI, que durante las últimas décadas promocionaron el neoliberalismo, son incapaces ahora de controlar su último y más demente resultado. Algo se ha roto y a ver quién lo arregla ahora.

    Cuando hace década y media se empezó a implementar la web 2.0 nadie podía anticipar los resultados desastrosos que tendría para la democracia en todo el mundo. La idea era sencilla, transformar una web plana, de emisor y receptor definidos, en un entorno donde fuera el usuario quien lo construyera constantemente, mediante la interacción con otras personas a la vez que añadía su propio contenido. ¿Cuál era el motivo para este cambio? La rentabilidad. Se pasó de que la web albergara simples anuncios, como cartelería publicitaria situada a los lados de una autopista, a poder conocer al usuario mediante sus interacciones y gustos, es decir, obtener una ingente cantidad de datos a través de esa interacción. Datos valiosísimos ya que las empresas podrían conocer primero y moldear después a un consumidor que era inconsciente del juego en el que participaba.

    ¿Cómo millones de personas en todo el mundo empezaron a trabajar gratis para estas empresas de extracción masiva de datos? Llamándolas redes sociales, que situarían no sólo a ese usuario con otros de su afinidad, sino que le proporcionarían la recompensa psicológica del reconocimiento: millones de perros de Pavlov en busca del «me gusta» como galletita. ¿Cuál fue la lectura que a mitad de la década pasada se hizo de la web 2.0? Si valía para conocer e inducir a los consumidores, de la misma manera valdría para conocer e inducir a los votantes, con propuestas diáfanas, pero también con todo tipo de mentiras, ardides y engaños. El Brexit y Trump fueron sus primeros resultados, unos indisolubles de la entrada mundial en funcionamiento de Facebook en 2006.

     

    Este populismo digital, la vertiente política, necesitaba de un armazón cultural para desarrollarse como un proyecto ideológico, sino definido, sí reconocible. Es cierto que las redes sociales tuvieron una importancia notable en los movimientos de protesta contra la gran recesión de 2008. Tanto como que la propia evolución de esta forma de entender Internet llevó a la web 2.0 a buscar herramientas para que el usuario pasara más tiempo conectado, lo que supuso desarrollar contenedores de contenido más breve y fraccionado: frente a una interacción concreta y con un objetivo único, algo que siempre tiene un final, se pasó a la cascada constante de pequeñas píldoras sin fin ni coherencia. Lo que alrededor de 2011 podía aún valer como un cierto foro de debate público, en esta tercera década se ha vuelto óptimo para generar sesgos, prejuicios y desconcierto.

    Todo este armazón cultural del fraccionamiento y desorden se ha ido llenado con una semiótica indigente de memes con los que difícilmente se pueden transmitir ideas complejas, necesarias para la crítica, pero sí lugares comunes prestos a generar comunidad señalando a un enemigo, crear ideas basadas en falsedades o campañas de desprestigio usadas ya, indistintamente, del color político. En el ejemplo con el que hemos iniciado el artículo lo observamos a la perfección: frente a un hecho cierto, una operación económica lamentable, su responsable no da una explicación, aun de parte e interesada, simplemente contesta con una imagen descontextualizada que vale para expresar un sentimiento más que una idea y que es celebrada por miles de personas como válida por su capacidad de ocurrencia.

    La pandemia parece que ha potenciado esta dinámica digital. Pasar más tiempo en casa, aislados y con el móvil en la mano nos ha hecho consumir aún más horas de redes sociales y vídeo digital en directo, uno de escasa calidad en forma y contenido, pero que enlaza con los usuarios por la cercanía: a falta de amigos reales pasamos horas contemplando a amigos imaginarios con los que pretendemos identificarnos. Los streamers, evolución coronavírica del youtuber, precarizan aún más el mensaje y la estética visual, pero aportan el elemento de lo inesperado, bien comentando la partida a un videojuego, bien metiendo por medio todo tipo de opiniones perentorias sobre impuestos, política internacional o machismo. La rápida monetización de los primeros pioneros les crea una imagen de triunfadores que explotan, a menudo desde una escenografía falsa, como individuos triunfantes en lo económico y lo sexual, algo de rápida conexión con los jóvenes que, ausentes de un hilo con la cultura del siglo XX, desarrollan su ideología, sentimentalidad y afinidades en base a este escenario.

    ¿Qué hacía falta para acabar de completar la ecuación? Una propuesta económica acorde: la especulación mediante los sistemas de encriptación, la transformación del juego bursátil en algo aún más caótico y brutal. Las criptomonedas, pese a su nombre y pretensión, no tienen que ver con el concepto de moneda clásica, sino con bienes que pretendidamente escasos aumentan exponencialmente su valor mediante la especulación. Son la evolución natural de la economía financiera neoliberal a un estado pornográfico, donde ya no se busca el asiento o la correspondencia con un bien real. No hablamos de acciones de una empresa, de una moneda respaldada por la riqueza productiva de un Estado, ni siquiera de paquetes de activos que se referencian lejanamente en un fondo de pensiones o el mercado inmobiliario, sino de una virtualidad digital cuya única capacidad es poder asegurar su propiedad y transacción mediante un sistema sincronizado.

    Un sistema ineficiente en lo energético, ya que estas transacciones encriptadas requieren de una capacidad de procesamiento de datos ingente; altamente concentrado, el 1% de los usuarios realizan el 60% de las operaciones; enormemente opaco, ya que conocemos la operación pero nunca al operador, lo que lo hace óptimo para el blanqueo de capitales procedentes de lugares tan poco recomendables como el narcotráfico; y sin ningún beneficio social, ya que no produce nada, tan sólo especula, y está pensado por su descentralización para la evasión fiscal. No es que al FMI, institución de raigambre neoliberal, le preocupen las criptomonedas por estos parámetros, es que ve que son una manifestación tan incontrolable que su extensión y uso hace inestable al resto del sistema financiero.

    Los NFT, los bienes digitales no tangibles, son el acompañamiento a este mercado como el mundo del arte lo es para los inversores a la bolsa. Salvo que, en una pirueta absolutamente demencial, el arte aquí se ha convertido en cualquier contenido digital, en una impúdica admisión de que lo que importa no es el objeto sobre el que se vuelva la especulación sino la especulación en sí misma. Es decir, que ese meme, una imagen con extensión jpeg, que se encuentra replicado millones de veces por toda la red, pasa a tener un valor con el que especular una vez que se establece un certificado de supuesta autenticidad, propiedad y naturaleza única. Es la elevación al absurdo de especular con paquetes de deuda hipotecaria, pero funciona, hasta que, como en 2008, se pinche la burbuja y deje de hacerlo.

    Asistimos no sólo a una gigantesca operación especulativa, cuya única separación del fraude es la confianza de sus usuarios en la nada más absoluta, sino al complemento perfecto de todo el aparato político y cultural de lo digital. Ante una crisis pandémica sin precedentes, donde la economía real importó más que nunca, donde estamos comprobando la fragilidad de las cadenas de suministro, donde llegamos a ver pirateo aéreo entre países para apropiarse de los recursos sanitarios, el capitalismo ha reaccionado poniéndose a especular con memes de gatos, donde las redes sociales y los servicios de vídeo en directo sirven para replicar la fantasía y donde la cultura digital imperante del éxito individualista sirve de aliciente para que millones de incautos piensen que han encontrado el nuevo dorado. Es tan dramático como desesperante. Son los efectos de una tecnología que prometiendo en los noventa una revolución sin precedentes no ha fallado en sus vaticinios.

    No ha sido la revolución del conocimiento. Está siendo una revolución que pone en peligro la democracia, la economía, la cultura y nuestra propia conciencia como seres humanos. Seguramente nunca fue el objetivo de los simpáticos informáticos, la mayoría ex-hippies, que fundaron la industria tecnológica californiana. Seguramente ninguno de ellos tuvo en cuenta la magnitud potencial de lo que se avecinaba, sólo si podían llevarlo a cabo.

     

    Fuente: RT

  • El Salvador: los Acuerdos de Paz y la disputa por el imaginario popular.

    El Salvador: los Acuerdos de Paz y la disputa por el imaginario popular.

    Por: Roberto Pineda.

    La conmemoración del 30 aniversario de los Acuerdos de Paz de enero de 1992 se ha convertido en una abierta disputa ideológica, entre diversos proyectos políticos en pugna, por conquistar el imaginario popular, el sentido común sobre el significado histórico de estos acuerdos y su vigencia.

     

    Este trigésimo aniversario de estos acuerdos transcurre en el marco de la fase de entronización de un nuevo sistema político, que inicia en 2019 y se caracteriza por ser un régimen político autoritario y populista, que responde los intereses de un nuevo bloque de poder, dirigido por el presidente Nayib Bukele.

     

    Asimismo, se da en un contexto en el que las principales fuerzas políticas que impulsaron tales acuerdos de paz en 1992, y que luego gobernaron por treinta años, los partidos ARENA y FMLN, se encuentran en una situación de profunda debilidad política, ideológica y ética.

     

    A continuación, hacemos un breve recorrido histórico por la evolución del imaginario popular, el significado de los Acuerdos de Paz de 1992, y la actual situación de disputa ideológica y política.

     

    La evolución del imaginario popular

     

    Desde el surgimiento a principios del siglo pasado, de un movimiento popular emancipador, ubicado en la izquierda, con sus propias reivindicaciones y símbolos, se abrió una brecha en el orden social, en particular en el orden simbólico de naturaleza liberal y oligárquica.

     

    Desde entonces existe una ruptura en el orden simbólico. Mientras el orden liberal oligárquico celebra la continuidad de la dominación, las fuerzas de la transformación social celebran sus propias gestas emancipadoras y veneran sus propios héroes.

     

    Cada fuerza trata de construir e imponer su visión y de ridiculizar y desplazar hacia el olvido la narrativa enemiga. Esto es lo que pretende el proyecto Bukele con relación a los Acuerdos de Paz de 1992.

     

    Veamos dos ejemplos, el uno en 1894 y el otro en 1919.

     

    Como Ciudad Heroica calificaron a Santa Ana los exilados de la oligarquía que ingresaron desde Guatemala en 1894 para derrocar al régimen de los Ezeta. Cuenta la leyenda que estos 44 “demócratas” atrincherados en la barranca Santa Lucía, atacaron y se tomaron el cuartel de artillería. Esta gesta oligárquica pasó a formar parte del imaginario popular y fue motivos de celebraciones por varios años. La oligarquía logró cautivar y colonizar así el imaginario popular.

     

    A contrario sensu, en 1919 los sastres realizan la primera huelga exigiendo reivindicaciones económicas, pero rompiendo con el orden patronal que promovía la “concordia” entre obreros y dueños de talleres. La derecha los acuso de desestabilizadores, de fomentar el desorden público.

     

    Pero así comienza el largo esfuerzo por educar políticamente a los trabajadores en los caminos de la lucha de clase, por organizar, influenciar y movilizar a los sectores populares.

     

    Desde entonces, esta disputa ha ido creciendo. Los sectores dominantes, en sus diversas expresiones, necesitan construir y promover sus relatos de victoria, que justifiquen su dominación.

     

    Y es por esto que se celebró con un te deum en Catedral la derrota del levantamiento indígena-campesino del 22 de enero de 1932*, la salida del General Martínez el 8 de mayo de 1944, la “revolución de los mayores” del 14 de diciembre de 1948; la Constitución de 1982 que reconoció el pluralismo ideológico; la victoria electoral de ARENA en 1989 y los Acuerdos de Paz de enero de 1992.

     

    *Fue hasta el 22 de enero de 1980, casi cincuenta años después, que el movimiento revolucionario pudo reivindicar públicamente con una multitudinaria marcha, la insurrección indígena-campesina de 1932.

     

    En el caso de los sectores populares, entre sus gestas principales se encuentra el levantamiento de enero de 1932, las jornadas de abril y mayo de 1944 contra el General Martínez, la Guerra Popular Revolucionaria de 1980 a 1992, la conmemoración del martirio de Monseñor Romero, los Acuerdos de Paz de enero de 1992 y la victoria electoral del FMLN en 2009.

     

    Hay situaciones en el orden simbólico que asumen un carácter nacional, en las cuales participan en la celebración tanto sectores populares como sectores oligárquicos, y cuando esto sucede, el peso de tales celebraciones y su incorporación al imaginario popular es mayor. Tal fue el caso de las jornadas de abril y mayo de 1944, así como de los Acuerdos de Paz del 16 de enero de 1992.

     

    Y esto explica la necesidad del régimen de Bukele de pretender desplazar del imaginario popular los Acuerdos de Paz de 1992, calificarlos como una “farsa” para poder construir su propia narrativa a partir de su llegada al gobierno en 2019.

     

    Su éxito o fracaso va a depender de la capacidad de los sectores afectados en mantener esta narrativa y vincularla directamente, en la calle y en el debate público, a la lucha por la defensa de las libertades democráticas, amenazadas fuertemente por el proyecto político de Bukele.

     

    El significado de los Acuerdos de Paz de 1992

     

    Los Acuerdos de Paz de enero de 1992 marcan el fin del conflicto armado que duró doce años, así como la desaparición de la dictadura militar que había gobernado durante sesenta años.

     

    Inician el proceso democrático más prolongado y profundo vivido por la sociedad salvadoreña, mediante un sistema político bipartidista, en el cual ARENA y FMLN se distribuían periódicamente el control del aparato de estado, con el claro compromiso de no realizar cambios en el orden económico oligárquico.

     

    Los Acuerdos de Paz de 1992 significaron el desplazamiento de la Fuerza Armada como principal actor político y la emergencia de los partidos políticos, como los únicos instrumentos autorizados constitucionalmente para acceder al poder.

     

    Asimismo, comprenden la apertura de un amplio sistema de libertades públicas, y la creación de una nueva institucionalidad democrática, mediante un conjunto de reformas constitucionales, que incluyeron una nueva doctrina militar, reforma judicial y electoral, la creación de la Policía Nacional Civil y de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

     

    Los nuevos escenarios de disputa

     

    Hoy la institucionalidad creada y las conquistas democráticas alcanzadas por los Acuerdos de Paz de 1992 se encuentran amenazadas. Y desde septiembre del año pasado el movimiento popular y social se encuentra pie de lucha por la defensa de estas libertades. Este 16 de enero, mediante la movilización popular se escribirá en las calles capitalinas, otra página de esta lucha.

     

    Esta amenaza se manifiesta mediante el control que el partido Nuevas Ideas, como principal instrumento del proyecto político del presidente Bukele, ejerce sobre diversas ramas del aparato de estado. Y es desde estos espacios institucionales que se promueven campañas y se toman decisiones que vulneran las libertades democráticas conquistadas mediante los Acuerdos de Paz de 1992.

     

    El desafío histórico planteado en esta situación es el de revertir y derrotar esta tendencia autoritaria del proyecto Bukele, y esto pasa por la necesidad de recomponer y reactivar el movimiento popular y social, así como reivindicar los Acuerdos de Paz de 1992, como momento de avance histórico en el largo camino hacia la construcción de un nuevo El Salvador, democrático y justo.

    https://www.alainet.org/es/articulo/214709
  • Un hecho histórico para la democracia representativa

    Un hecho histórico para la democracia representativa

    Por: Nelson de Jesús Quintanilla Gómez.

    El gobierno de El Salvador a través de sus diputados de Nuevas Ideas y GANA derogaron el martes 11 de enero el decreto legislativo que establecía el 16 de enero como Día Nacional de la Paz por ser la fecha en que se firmaron los acuerdos de paz entre el FMLN y el gobierno de turno en el Castillo de Chapultepec, México y que puso fin a 60 años de dictadura militar. Sin embargo, el pueblo salvadoreño seguirá conmemorando dicho día a pesar de la negativa del gobierno y sus seguidore porque en realidad la Paz fue una conquista del pueblo y las partes enfrentadas en ese momento acogieron voluntariamente y con la presión popular celebrar dicho acto histórico que no se puede borrar de un plumazo porque es darles la espalda a las víctimas del conflicto.

    La derogatoria del Día Nacional de la Paz solo expresa el desprecio a la historia y pensar que con esas acciones van a borrar la lucha del pueblo es estar equivocados. Desde luego, este 16 de enero de 2022 el pueblo va a conmemorar y el FMLN va a acompañar dicha celebración en el marco del 30 aniversario que confirma un hecho histórico para democracia representativa de la cual es parte este gobierno neofascista y dictador que tiene El Salvador. Además, las organizaciones sociales se manifestarán a favor de la democracia y por un El Salvador en paz y justicia social.

    El 30 aniversario de los acuerdos de paz se conmemorará por primera vez en un contexto de incertidumbre por las acciones del gobierno y de sus diputados que buscan retroceder en la historia y establecer un régimen dictatorial. Además, engañan al pueblo y a las victimas de la guerra cuando según ellos a partir de esta fecha (16 de enero de 2022) se conmemorará el Dia Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado- sin embargo, por ejemplo, todo mundo sabe en El Salvador que el actual gobierno de Bukele ha cerrado las investigaciones de la masacre del mozote ocurrida en 1981 en el heroico departamento de Morazán por los militares en su política de tierra razada.

    Los decretos derogados son el °139 de 1992 y el °685 de 1993, que estipulaban la declaración del 16 de enero cada año como “Día Nacional de la Paz”. Sin embargo, la conmemoración del pueblo en el Cristo de la Paz en el municipio de San Marcos no será suspendida ni la movilización popular que busca reivindicar los efectos de la firma de los acuerdos de paz. Desde luego, el principal logro de la firma fue la derrota de la dictadura militar, el establecimiento de la paz y la democracia en El Salvador. Este gobierno no tiene memoria histórica e irrespeta a las víctimas diciéndoles que la guerra fue una farsa y que los acuerdos de paz son un entendimiento de elites enfrentadas. En realidad, la paz se logró por la presión popular a nivel nacional e internacional por terminar un conflicto que dejaba mas de 75 mil muertos, una importante cantidad de personas desaparecidas y un gran desgaste de la economía nacional. Esto es lo que olvidan o desconocen el presidente y sus diputados oficialistas, deberían recibir un curso elemental de historia nacional antes de optar por un cargo de elección popular para no cometer las atrocidades políticas que los caracterizan, piensen y luego actúen.

    El actual presidente del congreso salvadoreño se equivoca cuando dice que “los Acuerdos de Paz, lejos de presentar un beneficio para la población salvadoreña, se constituyen como el inicio de una era de corrupción”. Desde luego, eso no lo dice pensando con cabeza fría ni con conocimiento de causa, lo dice actuando con el hígado, sin conocimiento de la historia y con prepotencia como si todo el tiempo estaría en ese puesto. Desde luego, para organizaciones de la sociedad civil, derechos humanos e investigadores salvadoreños, la firma de los acuerdos de paz cobra especial relevancia no solo porque puso fin a 12 años de la guerra interna del país, sino también porque hizo posible la desmilitarización de la sociedad en general, de Seguridad Pública y permitió la creación de instituciones que buscan fortalecer la democracia en el país (PDDH, CNJ, TSE, JVE, PNC, FMLN como partido político, entre otras).

    Por otro lado, el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos en El Salvador, José Apolonio Tobar, afirmó en la cuenta oficial de Twitter de la institución (PDDH) que los acuerdos “generaron las condiciones para una nueva sociedad” en el país centroamericano. Además, dijo “La Firma de los Acuerdos de Paz posibilitó que las armas callaran y que los derechos humanos de los salvadoreños se respetaran”. Desde luego, esto no lo comprende ni lo entiende al actual gobierno, sus diputados y sus seguidores que no tienen pensamiento propio.

    Recordemos que con los acuerdos de paz se readecuó el sistema judicial, se crearon nuevas instituciones de derechos humanos y tres cuerpos de seguridad (GN, PN y PH) fueron declarados proscritos y reemplazados por una nueva policía civil. Además, el ejército gubernamental se sometió al poder político, 7.900 combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se desarmaron y desmovilizaron y la organización conformó un partido político que gobernó el país entre 2009 y 2019 que le dejo muchos logros al pueblo y que muy pronto se conocerán más a detalles en un libro de mi autoría que se publicara con el título: EL SALVADOR: UNA MIRADA A 40 AÑOS DEL FMLN, APORTES, ERRORES Y DESAFÍOS. El 16 de enero y la firma de los acuerdos de paz es una fecha memorable para la democracia y un acontecimiento con la mayor reforma política del pais.

  • 93 % de la población confirma que precios de canasta básica están por las nubes

    93 % de la población confirma que precios de canasta básica están por las nubes

    Casi el total de la población, nueve de cada diez salvadoreños percibieron que los precios de productos de la canasta básica, como frijol, maíz, azúcar, leche o huevos, subieron el año pasado de acuerdo a la encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

    Solo 6 de cada 100 salvadoreños respondieron que los precios de estos productos básicos siguen igual y únicamente 1 de cada 100 contestó que “han disminuido”.

    El aumento del costo de la vida fue mencionado por 8 de cada 10 salvadoreños: 6 sostienen que ha subido “mucho”. Solo 2 de cada 10 perciben “poco o nada” aumento del costo de la vida.

    Los salvadoreños revelan que pagaron más dinero por productos específicos. Por ejemplo, el 85 % dijo haber pagado más por los tomates que compró el año pasado y un 84 % dijo que pagó más por los huevos.

    Entre el 70 % y 80 % de las personas dijeron haber pagado más por las cebollas, la carne de res, las papas, el pollo, las medicinas, el gas propano, el aceite y los frijoles.

    El estudio “La población salvadoreña evalúa la situación del país al final del año 2021” fue realizado del 7 al 17 de diciembre de 2021 a 1,298 personas y presenta un error muestral de 2.72 % con un nivel de confianza del 95 %. Fue presentado hoy.

    Un 46 % de población dijo haber reducido compra de alimentos por el alza en sus precios.

    La mayor parte de salvadoreños ha tenido que reducir la compra de alimentos básicos: el 53 % redujo compra de tomates, 48 % redujo compra de cebollas, 48 % redujo la compra de carne de res, 47 % redujo la compra de papas, 45 % redujo la compra de pollo, 44 % redujo la compra de huevos.

    Los alimentos cuya compra redujeron menos fueron los macarrones (20 %) y las tortillas (28 %).

    Para el 30.8 % de la población la principal razón por la cual el país está peor es precisamente por el costo de la canasta básica.

    El principal gasto de los salvadoreños fue el pago de alimentos (68.1 %), seguido del recibo de la emergencia eléctrica (10.4 %). Para el 68.3 % de la población subió la factura de la energía eléctrica y para el 20.4 % ha aumentado el recibo del agua. El 25 % dijo no tiene servicio de agua de ANDA.

     

  • Opinión ARPAS: La guerra no fue una farsa y los Acuerdos de Paz importan

    Opinión ARPAS: La guerra no fue una farsa y los Acuerdos de Paz importan

    Este domingo 16 de enero se celebra el 30 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz que terminaron con cinco décadas de militarismo, permitieron un final negociado de la cruenta guerra civil de doce años y abrió un histórico proceso de democratización política del país.

    La conmemoración histórica tiene como contexto graves retrocesos democráticos con el actual gobierno y un discurso presidencial negacionista sobre la guerra civil y los Acuerdos de Paz, según el cual “la guerra fue una farsa” y los Acuerdos son unos “simples papeles” firmados por “los mismos de siempre”.

    Dicha narrativa busca borrar de la memoria histórica las luchas sociales contra el autoritarismo, para legitimar en el imaginario colectivo la instalación de un nuevo régimen dictatorial; por tanto, debe ser desmentida.

    Decir que “la guerra fue una farsa” es negar las causas de represión, injusticia social y violación sistemática de derechos humanos que la provocaron; y también es descalificar los ideales de justicia, paz y democracia que inspiraron a la población que tomó las armas contra la opresión. Además, es vilipendiar la dignidad y la memoria de las 75 mil personas asesinadas.

    De igual forma, afirmar que los Acuerdos de Paz son unos “simples papeles que permitieron a ARENA y al FMLN repartirse el poder para las siguientes tres décadas” es reduccionista y falaz. Es negar que son resultado de la lucha por la democracia y es deslegitimar el sacrificio de las víctimas.

    Esta narrativa anti-Acuerdos pasa por alto que gracias a ellos se eliminaron los antiguos cuerpos represivos de seguridad del Estado, se depuró a la Fuerza Armada y se creó una nueva institucionalidad con instancias como la Policía Nacional Civil (PNC), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y el Tribunal Supremo Electoral (TSE). El propio Nayib Bukele no habría llegado a la presidencia de la República sin la guerra civil y los Acuerdos de Paz.

    Por tanto, la guerra no fue una farsa y los Acuerdos de Paz son importantes. En vez ningunearlos y pretender restarles valor histórico, Bukele y compañía deberían valorarlos y retomar su perspectiva democratizadora, en vez de desmantelar la incipiente institucionalidad que éstos crearon.

    Aprovechando el respaldo popular que todavía tiene, el mandatario también podría impulsar “nuevos acuerdos” para un país más democrático, justo, pacífico, equitativo y sustentable. Sin embargo, a partir de lo actuado hasta hoy por Bukele, esto parece poco posible.

  • El Salvador y Guatemala abren los cielos para liderar la integración centroamericana

    En un hecho histórico por el alcance de sus medidas, el Presidente Nayib Bukele y su homólogo de la República de Guatemala, Alejandro Giammattei, acordaron esta semana una serie de acciones que llevará a ambos países a liderar y dar un nuevo respiro a la unión centroamericana. (más…)

  • Denuncian en El Salvador a Empresa del grupo financiero del Banco Agrícola, subsidiaria de Bancolombia

    La Sociedad Corporación de Alimentos S.A. de C.V., cuyo mayor accionista es el empresario Roberto Bukele, denunció públicamente a Bancolombia, el banco más grande de Colombia y que cotiza en la bolsa de valores de Nueva York, (más…)

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    El Salvador promoverá, desde la Presidencia Pro Témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que Japón tenga una mayor participación en la región y en el Caribe, anunció esta semana el Presidente de la República, Nayib Bukele, durante un encuentro con el primer ministro de ese país, Shinzo Abe. (más…)

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    El presidente Nayib Bukele ordenó al cuerpo diplomático de Venezuela abandonar el país en 48 horas , desconociendo al gobierno de Nicolás Maduro. Bukele reconoce al opositor Juan Guaidó como presidente encargado. (más…)

  • El Salvador consolida alianzas para combatir la corrupción e impulsar el desarrollo sostenible

    El combate a la corrupción y la delincuencia, y lograr el desarrollo sostenible para que el bienestar llegue a todos los salvadoreños son prioridades del Gobierno del Presidente Nayib Bukele. Ambos temas fueron abordados en la IX Conferencia Italia-América Latina y el Caribe “Juntos por un crecimiento sustentable”, que se desarrolló en Roma, Italia, y en la que participó el Viceministro de Cooperación para el Desarrollo, Víctor Manuel Lagos Pizzati, en representación del país. (más…)

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    Intentan sorprender a la Sala con un supuesto colapso del Banco

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    «Los compositores. Anécdotas y algunos datos curiosos» del autor Alberto Askenazi, es el nuevo libro que reseña el escritor y periodista W.Raudales, en su canal de YouTube «He vivido, he leído». (más…)

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    Este viernes por la noche, un grupo criminal secuestró un bus de la ruta 202 que da sus servicios entre San Salvador y Ahuachapán. (más…)

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    El 9 de enero de 1972 murió mi padre Alejandro Hurtado Ramos, a la edad de 63 años, fue un hombre que se acompañó de mi madre y se casaron hasta en el año 1957, cuando todos sus hijos, ya eran mayores. (más…)

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